BOGOTÁ
Sicarios acabaron con la vida de un hombre en la localidad de Suba en Bogotá
El hombre que falleció tenía aproximadamente 40 años de edad.
Momentos de pánico vivieron los habitantes del barrio Suba Rincón, en Bogotá, luego de que al menos dos sicarios atacaran a bala a un hombre, en momentos en que este salía de un establecimiento comercial de la zona.
El hecho se presentó este martes 26 de abril en horas de la noche, en la calle 128 con carrera 90.
Testigos aseguran que el hombre, de aproximadamente 40 años, recibió varios disparos en la cabeza. Afirman que, sin mediar palabra, los sicarios le empezaron a disparar al hombre, quien sería un comerciante. Posteriormente, los asesinos emprendieron la huida.
Al lugar arribaron unidades de criminalística para el levantamiento del cuerpo y dar apertura a una investigación que permita dar con el paradero de los responsables de este hecho en la localidad de Suba, noroccidente de Bogotá.
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Y es que no para la jornada de terror en Bogotá. Los macabros hallazgos de cuerpos metidos en bolsas de basura y abandonados en las esquinas del centro de la ciudad continúan. SEMANA reveló los detalles de una investigación que lidera la Sijín en la Policía Metropolitana de Bogotá, y los datos son estremecedores. En la mañana de este martes encontraron otro cuerpo.
Un habitante de calle, en pleno de centro de Bogotá y mientras buscaba entre la basura algo de reciclaje, descubrió los restos de una persona con evidentes signos de violencia, como heridas de arma blanca en varias partes del cuerpo; de inmediato, informó a la Policía que confirmó el escalofriante hallazgo luego de inspeccionar la escena.
El grupo de investigadores adelantó los actos urgentes, luego de la inspección técnica al cuerpo encontrado en las bolsas abandonadas entre la calle 17 y la carrera 13 en la localidad de Los Mártires; buscan los videos de seguridad para tratar de identificar quién dejó abandonados los restos humanos.
El macabro hallazgo es parte de la misma investigación que desde hace varias semanas adelantan los agentes de la Sijín en Bogotá y que está por arrojar los primeros resultados, con capturas y la judicialización de responsables. Los datos recolectados empiezan a tejer una hipótesis de los homicidios, al parecer, una confrontación entre las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de estupefacientes.
Con este nuevo hallazgo se suman al menos siete cuerpos encontrados, en las mismas condiciones y con el mismo mecanismo de muerte, en los corrido del último mes. Medicina Legal identificó hechos y patrones comunes en los cuerpos, como la forma en que fueron amarrados, torturados y finalmente asesinados. Esos detalles dieron paso a la investigación, que ahora está en manos de la Policía.
Los detalles explican de qué modo las víctimas resultan ser personas que, de manera directa o indirecta, están cerca de las bandas dedicadas al tráfico de drogas en Bogotá. Son consumidores, distribuidores o campaneros de estas redes ilegales, quienes a criterio de los cabecillas merecen ser secuestrados, torturados y asesinados. Posteriormente, los meten en bolsas que abandonan en puntos específicos de la ciudad.
El sitio donde abandonan los cuerpos no son lugares al azar, se trata de mensajes directos a organizaciones criminales rivales donde advierten que la muerte es la respuesta a una confrontación que desde hace varios meses libran por el control del tráfico de estupefacientes en el centro de la capital. Es una dinámica macabra, de mensajería entre bandas, mientras anticipan que podría repetirse de continuar la enfrentamiento.
En el curso de la investigación se estableció de qué forma las víctimas son llevadas hasta casas en el centro de Bogotá, en el barrio San Bernardo, viviendas que están en ruinas y que se convirtieron en centros de crimen, mientras se inventan la fachada de paga diarios, improvisados hoteles donde cobran hasta 5.000 pesos por el alojamiento de una noche.
En esos espacios “casas de pique”, las víctimas son asesinadas, algunos desmembrados, luego en carretas de reciclaje son llevadas, bajo la escolta y vigilancia de un hombre en bicicleta, a puntos definidos por la organización criminal, el sitio exacto donde el mensaje es más directo. Hasta llegan los hombres que impulsan la carreta con el cuerpo entre las bolsas.
En el sitio y en medio de la madrugada, arrojan las bolsas con el cuerpo y encima le lanzan costales, basura y hasta colchones fétidos para asegurar que el cuerpo lo encuentre alguien que sea capaz de buscar entre la basura. Ese recorrido criminal está en video y los investigadores lo tienen.