PAZ
“También merecías el indulto”, FARC a Simón Trinidad
El Estado Mayor de la guerrilla se declaró “profundamente indignado” con el presidente Obama por no incluirlo en la lista de reos indultados.
En una carta abierta que los jefes de las FARC le escribieron a Simón Trinidad, confesaron tener viva la esperanza de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el último día de su mandato, “mostrara un gesto de benevolencia” con la guerrilla y le concediera el indulto. “Tantas pruebas hemos dado de nuestra vocación por la paz”, se lamentaron los jefes guerrilleros.
Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, nombre de pila de Simón Trinidad, fue el primer guerrillero de las FARC extraditado a Estados Unidos. Había sido uno de los negociadores de más alto nivel en el fallido proceso de paz de San Vicente del Caguán (1998-2001), durante el gobierno de Andrés Pastrana. En el de Álvaro Uribe fue capturado, en Quito, Ecuador, en enero del 2004. Meses después, en noviembre, el entonces presidente de la República firmó su extradición. Desde el 31 de diciembre de ese año, Trinidad ha estado en prisión, pagando una condena de 60 años por narcotráfico.
“Queremos que sepas que aquí todos estamos decepcionados, doloridos, profundamente indignados con la omisión de tu nombre por Obama” le dicen los jefes de las FARC a Simón Trinudad. Comparan la decisión como cuando un emperador romano levantaba su mano en el circo con el pulgar hacia abajo. “Tu caso, paradigma de todas las injusticias y bajezas, no logra conmover ni la razón ni el sentimiento de los amos del capital en el mundo, en verdad parecen carecer de las dos cosas”.
Las FARC no cuestionaron las conductas que merecieron el perdón del presidente Obama, pero al compararlas con las de López Rivera y Chelsea Manning, recibieron la exclusión de Trinidad como una afrenta. “También merecías el indulto, negarlo demuestra una animadversión especial”.
Desde las primeras reuniones exploratorias, los negociadores de las FARC incluyeron a Simón Trinidad en la lista de voceros plenipotenciarios en la Mesa de La Habana. Y desde cuando se instaló la fase pública, insistieron una y otra vez en que se reconociera al guerrillero extraditado como “perseguido político”.
Las FARC reivindicaron la libertad a sabiendas de que no era un asunto que se pudiera acordar en La Habana. Aún así la mesa de negociaciones tuvo acceso al gobierno de Estados Unidos tras la designación de Bernie Aronson como delegado. Luego las FARC se reunieron con el secretario de Estado, John Kerry. “Los dos manifestaron el apoyo decidido del presidente Obama a las conversaciones de paz y a la consecución de un acuerdo definitivo. En cada oportunidad expusimos nuestro abierto interés por tu libertad”, escribieron las FARC en la carta. “Al parecer tanto esfuerzo resultó inútil”.
Los jefes de la guerrilla también cuestionaron al gobierno colombiano, incluso al presidente Juan Manuel Santos, por la “nula” disposición para adelantar gestiones para promover la libertad del guerrillero. “Nunca nos pareció extraño, su actitud fue la misma prácticamente en todos los puntos de discusión. Lo firmado finalmente fue pura ganancia nuestra”.
Y agregan, “Simón, es claro que fuiste la víctima precisa, el chivo expiatorio de las enfermizas mentes de George Bush y Álvaro Uribe, inventores malintencionados de los cargos contra ti y manipuladores de la justicia en su interés. Pero mira que Obama y Santos, supuestos adversarios de aquellos, no quisieron o no supieron deshacer sus sucias maquinaciones”.
En la Carta los jefes de las FARC le cambiaron de nombre revolucionario. Se despiden de él como Simón Dignidad, y le juran que seguirán luchando por su libertad.