MOVILIDAD
¿Sirve el límite de velocidad de 50 km/h para reducir las muertes en vías?
Entre las muchas medidas que anunció Claudia López, una es que ningún carro podrá pasar este límite de velocidad en ninguna vía de la ciudad.

Con la reactivación de la economía para los sectores de construcción, manufactura y comercio, cerca de 2,3 millones de personas estarán en las calles de Bogotá en los próximos días. Ya empezaron las constructoras que cumplieron con los requisitos de la Administración, está en proceso de empezar manufactura y para el 25 de mayo se espera que varios sectores del comercio también vuelvan a abrir siempre y cuando cumplan los protocolos exigidos por la alcaldía.
Tras el permiso del presidente Iván Duque para que esos sectores retomaran actividades, la alcaldesa Claudia López anunció un paquete de medidas para volver a salir a las calles reduciendo el riesgo de contagio de covid–19. Entre ellas estaban las condiciones que tienen los empresarios para volver a funcionar, las restricciones que seguirán teniendo algunas zonas en la localidad Kennedy por brotes de coronavirus, también que el pico y género se levantaba en toda la ciudad a partir del lunes y que no habrá ley seca a partir de este sábado 9 de mayo. Entre esas medidas también anunció que los vehículos que rueden por la ciudad solo podrían hacerlo a una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora con el fin de evitar los accidentes viales.
Muchos han manifestado su inconformidad con varias medidas y en especial con esta última porque consideran que no tiene nada que ver con la emergencia sanitaria, porque se podrían generar trancones o que podría tomar más tiempo en los trayectos. Sin embargo, hay varios datos que revelan lo contrario.
El experto en movilidad Darío Hidalgo le dijo a SEMANA que antes de la pandemia la velocidad promedio en Bogotá entre 6 de la mañana y 8 de la noche es de 24 kilómetros por hora. De modo que difícilmente alguien llegará a moverse a más de 50 kilómetros por hora en el día. En cuanto al tiempo, en un trayecto de 10 kilómetros la diferencia en duración entre una velocidad a 50 kilómetros por hora y 60 es solo de 2 minutos. Y en las horas de la noche, cuando no hay tantos carros en las vías, la diferencia en tiempo es de solo 12 segundos. “No representa más trancones, no representa tomarse mucho más tiempo y en cambio sí se pueden salvar vidas”, dijo Hidalgo.
Esta medida ya se había aplicado a otras vías de la ciudad donde se presentaban muchos accidentes. Se trataba de la Calle 68, la Avenida Boyacá, Avenida Ciudad de Cali, las Américas y la Calle 80. Estos corredores fueron condicionados porque de las 500 muertes que se producen al año por accidentes de tránsito, 140 se produjeron en estas vías. Y con esta restricción se redujeron las fatalidades en 38 por ciento en la pasada administración.
Un seguimiento con GPS a automovilistas en Sídney, Australia, reveló que aquellos que excedían el límite de 50 kilómetros por hora ahorraban solo entre 1 y 2 % en su tiempo de viaje total. Esto se explica porque en las ciudades los tiempos están condicionados por el flujo de vehículos y por las intersecciones que hacen que los conductores se pasen mucho tiempo detenidos, acelerando y frenando, en lugar de avanzar al mismo ritmo con velocidades cercanas al límite.
Ahora bien, de 9 de la noche a 6 de la mañana muchos bogotanos exceden los 40 kilómetros por hora y es cuando se presenta el mayor número de accidentes fatales. Si una persona es atropellada a 80 kilómetros por hora, la probabilidad de que muera es de 99,9 %. Si es arrollada a 60 kilómetros por hora, la posibilidad de que muera es de 98 %. A 50 kilómetros la posibilidad de morir es de 85 %. Aunque es una cifra alta, todos los países que forman parte de la Ocde han establecido el mismo límite. En los barrios y zonas escolares el límite establecido es de 30 kilómetros por hora. Esto obedece a que por estos lugares caminan muchas personas y es mayor el riesgo. A esta velocidad la posibilidad de morir se reduce a 25 %.
Según un informe de la Ocde, cuando en Noruega bajaron de 60 a 50 kilómetros por hora el límite de velocidad, se redujo el número de muertes por accidentes de tránsito en un 20 %. En Australia la disminución de accidentes fue de 21 % y en el caso específico de los atropellos a peatones la cifra se redujo en un 51 %. Y en Hungría se observó una disminución de 37 % en el número de muertes por siniestros de tránsito.
Hay quienes afirman que con las nuevas tecnologías de frenado y los airbags en los vehículos, es suficiente para garantizar la seguridad de los conductores. Sin embargo, esta medida, como se ha visto, no está hecha únicamente para los volantes de los vehículos, sino para aquellos que están más expuestos. Es decir, peatones y ciclistas.
En Bogotá solo el 14 % tiene carro y este porcentaje congestiona toda la ciudad. Así que por un lado serían muy pocos los afectados con la medida de 50 kilómetros por hora y, por otro, la forma para mejorar los trancones en Bogotá no estaría aumentar el límite de velocidad. Según Hidalgo, se necesitarían tres cosas: 1) más vías (aunque Los Ángeles es la ciudad con más vías en el mundo y a la vez es la más congestionada del planeta). 2) Mejorar la infraestructura que ya existe: malla vial, los semáforos, señalización, las estaciones de TransMilenio, los carriles exclusivos, y los sistemas de transporte masivo. 3) La tercera opción es la más importante de todas y es evitar el uso de vehículos particulares. Es decir, que los ciudadanos estudien o trabajen en lugares a los que se puedan ir caminando o en bicicleta.
