Sneyder Pinilla, el testigo clave por corrupción en la Unidad de Gestión de Riesgos, deberá entregar su versión ante la Procuraduría

Para este jueves 2 de mayo fue citado a rendir versión libre Sneyder Augusto Pinilla Álvarez, el exsubdirector de Manejo de Desastres de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), en medio de la indagación disciplinaria que se adelanta por las irregularidades que se presentaron en la celebración del millonario contrato para la compra de 40 carrotanques que tenían como objetivo llevar agua potable al departamento de La Guajira, y que ahora están parqueados recogiendo polvo porque ni siquiera sirven para transportar el líquido en la región.

Pinilla, cuyo paradero se ha convertido en un verdadero misterio, fue citado para que cuente en una audiencia reservada todo lo que sabe sobre la celebración de este contrato SMD-GS-CTQ192-2023, firmado el 12 de octubre de 2023, por un valor cercano a los 47 mil millones de pesos. Teniendo en cuenta su cargo –confirmó una fuente cercana– Pinilla Álvarez tenía que participar en la etapa de estructuración y evaluación de este contrato.

Pinilla, ingeniero civil de profesión y con varios cargos políticos en el pasado, ha manifestado su pleno interés de contar todo ante las autoridades cuando sea requerido. Así lo reveló SEMANA en su más reciente edición impresa, haciendo mención de las negociaciones que se estarían adelantando con la Fiscalía General para la búsqueda de un preacuerdo o un principio de oportunidad. El exfuncionario entregaría documentación y los nombres de dirigentes políticos, funcionarios del Gobierno y directivos de la UNGRD que se habrían beneficiado con este millonario contrato.

La investigación preliminar de la Procuraduría General está dirigida a establecer si se presentaron sobrecostos o irregularidades en el proceso de contratación. Estos 40 carrotanques, que tuvieron un valor individual de 1.700 millones de pesos, están abandonados por no cumplir con los requerimientos técnicos y ser muy pesados para acceder a unas zonas en La Guajira.

En un intercambio de mensajes, SEMANA logró establecer que Pinilla puso una condición para negociar con las autoridades. “Créame, para mí no es nada fácil delatar y contar la verdad, ser el sapo me pone en la mira. No hay marcha atrás y claro que estoy solicitando un principio de oportunidad e inmunidad total. Esos señores serán mis enemigos toda mi vida hasta el día de mi muerte. Debo ser muy claro, no quiero suicidarme, no tengo agua con cianuro en mi casa. Si algo me pasa es responsabilidad de gente que hoy está en los poderes públicos. Ellos me quieren callar”.

El exsubdirector de Atención de Desastres aseguró que teme por la vida e integridad de su familia, por lo que ha decidido estar estos días en la clandestinidad hasta que no se le otorguen todas las garantías.

“Quiero contar la verdad, pero siento que no tengo garantías y temo por mi vida y futuro jurídico. Tengo el temor fundado de que solo quieren escuchar la información para proteger a los poderosos implicados para después dejar mis afirmaciones en los pasillos del olvido, donde se archivan muchos procesos. Como pasó con el señor Jorge Enrique Pizano en el caso Odebrecht. Yo ya abrí la boca y estoy en peligro”, afirmó Pinilla a SEMANA.

SEMANA confirmó que el escándalo va mucho más allá de los 40 carrotanques comprados para La Guajira y que hoy se están convirtiendo en chatarra. También está retumbando un contrato de 23.000 millones de pesos para proveer ollas comunitarias que beneficiaban a un funcionario de la UNGRD con intereses políticos; obras que no se ejecutaron, y decenas de contratos entregados a dedo en favor de congresistas para sacar adelante las reformas del Gobierno.

“Soy un testigo valioso para la verdad que el país reclama. Testimonios como el mío, evidentemente, les interesarán a las verdaderas cabezas, que al final del día nos utilizan y hoy buscan cómo opacarnos. Y sí tengo miedo, y sí me tiemblan las piernas, pero para resolver su pregunta, estoy convencido de que mi camino es colaborar con la justicia y decir toda la verdad. Espero que la Fiscalía no se venga en mi contra, me mamen gallo con el principio de oportunidad o les dé por perseguirme de forma salvaje y vengativa. Contaré los nombres de sus protagonistas, examigos que hoy seguro me odian porque decidí romper mi silencio”.