ENTREVISTA

“La inoperancia del sistema de salud está matando a los niños”: Pediatras

El presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Nicolás Ramos, responde a la polémica por el médico que no quiso atender a una paciente por llegar tarde.

10 de octubre de 2015
Nicolás Ignacio Ramos Rodríguez | Foto: Daniel Reina

Semana: ¿Por qué decidió pronunciarse?

Nicolás Ramos: Las noticias sensacionalistas hacen mucho daño pues desconocen la realidad del sistema de salud. El problema no somos los médicos, es la falta de médicos. El sistema sigue funcionando por el personal de salud, a pesar de la situación de las clínicas y hospitales: estamos en cuidados intensivos.

Semana: ¿Y la indignación de esa mamá que lleva un año esperando una cita y la pierde?

N.R.: El pediatra fue objeto de una grabación descontextualizada. No le dijo que no la iba a atender, sino que la atendía más tarde. Es un médico que ha vivido una Semana de bullying y amenazas. La noticia debería ser ¿por qué los pacientes tienen que esperar más de un año para tener una cita? Por eso, la Sociedad Colombiana de Pediatría y el Sindicato Nacional de Pediatras decidimos mostrar la realidad de nuestro trabajo.

Semana: ¿Cuál es esa realidad?

N.R.: Hoy las clínicas y hospitales están en grave riesgo. Las deudas de las EPS llegan a 12 billones de pesos y por eso los hospitales están cerrándose. Las víctimas son los pacientes, niñas y niños. Cerca de 500 menores que sufren de cáncer y enfermedades hematológicas quedaron a la deriva por el cierre de la unidad en el Hospital Universitario del Valle. El miércoles murió una niña afiliada a Caprecom con linfoma, quien, según los medios, no recibió tratamiento en siete meses. Y esa es solo una parte.

Semana: ¿Y cuál es la otra?


N.R.: La mayoría de los médicos deben atender a los niños en 20 minutos, de los cuales gastan ocho en llenar formatos, les quedan 12 minutos para examinar, diagnosticar, recomendar y educar. A muchos otros se les obliga a ver de cuatro a seis pacientes adicionales a su agenda. Tenemos pediatras que quedan solos a cargo de todo un servicio de urgencias más el área de hospitalización. ¿Así se puede brindar atención de calidad? Los médicos no somos inhumanos, como se ha dicho, simplemente no tenemos cómo hacer bien nuestro trabajo.

Semana: ¿Y esas son las citas por las que los niños esperan tanto tiempo?

N.R.: No solo los niños. Cada año los colombianos tienen que interponer 130.000 tutelas para lograr un servicio que el sistema de salud les niega. Más del 70 por ciento no tendrían que llegar a ese extremo pues están en el Plan Obligatorio de Salud (POS). Eso sin contar todas las personas que desisten de ir al médico. Esto no solo agrava su estado de salud sino que aumenta el costo económico, social y familiar por complicaciones prevenibles. Cuando se trata de niños es más grave pues les deja consecuencias para toda la vida.

Semana: ¿Como qué?

N.R.:
Mientras en países desarrollados, de cada 100 niños con cáncer, 85 se curan, en Colombia lo logran 50. La Universidad de Harvard y el Instituto Nacional de Cancerología en un reciente estudio concluyeron que las barreras de acceso son la principal causa de muerte. Muchos niños no solo son víctimas del cáncer sino de la tramitología, la burocracia y la inoperancia del sistema. En ellos el solo hecho de tener que cambiar de hospital porque ya no tiene convenio con la EPS significa la posibilidad o no de vivir.

Semana: ¿Y es lo mismo en otras enfermedades?

N.R.: Los niños que están en crecimiento y que no van a sus controles por cuenta de las barreras del sistema no tienen la oportunidad de que se les detecte cualquier alteración a tiempo y se les brinde el manejo integral. Hoy tenemos niños epilépticos que llegan a urgencias con crisis convulsivas porque se les acabó el medicamento y las EPS no les han autorizado la consulta o la fórmula.

Semana: ¿Por qué cree que sucede esto?

N.R.: El sistema hoy funciona por el negocio y no para garantizar del derecho a la salud. Desde 2011 hemos denunciado el cierre de camas de pediatría en Colombia porque el sistema no las considera rentables. A los niños los discriminan según su EPS, y si esta no paga, los remiten a otra institución y nadie los recibe. Hoy tenemos EPS públicas y privadas con índices de mortalidad infantil inaceptable.

Semana: Otra queja de los médicos es que no tienen libertad de formular…

N.R.: En este sistema los médicos no son libres. Las entidades imponen la política de “gastar menos”. Yo no creo que debamos gastar sin control, pero tampoco que impere el ánimo de lucro. Por eso tenemos que limitar los exámenes, los procedimientos, los medicamentos. Una EPS es un asegurador, y como cualquier asegurador pues gana más si gasta menos. Lo grave es que el ‘ahorro’ en salud tiene consecuencias en los pacientes, y a la larga es más costoso.

Semana: Usted dice que muchos médicos son víctimas de agresiones. ¿A qué se refiere?

N.R.: A muchas agresiones que han puesto en peligro al médico o al personal de enfermería. Las personas llegan desesperadas. Han esperado por meses una cita, han ido cinco veces por una autorización, se agravan y llegan a un servicio de urgencias que está al tope, que en algunos casos llegan a la locura del 200 por ciento o 500 por ciento de sobreocupación. ¿Y con quién se desquitan? Con el único que tiene rostro en este sistema: con el médico.

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