NACIÓN
Soldado denunció a su comandante por supuestos abusos y malos tratos; el Ejército contesta que se han cumplido todos los protocolos
Un soldado del Ejército denuncia con pruebas a su comandante por supuestos malos tratos, al punto de que se encuentra en tratamiento psicológico. Desde la institución responden que se han seguido todos los protocolos y que esperan la resolución de la junta médica.
El soldado profesional Edgar Bolívar Rodríguez denunció a su comandante, el teniente coronel Jesús Darío Dávila Villareal, por supuestas amenazas, maltrato y abuso en su contra.
Bolívar le contó a SEMANA detalles de su caso. Dijo haber sufrido supuestas intimidaciones y malos tratos por parte de su superior, al punto de tomar la decisión de no volver a presentarse al Batallón Especial Energético Vial 18, ubicado en el municipio de Samore, Norte de Santander, donde debía estar el pasado 10 de noviembre, sin embargo, prefirió no volver por el miedo de lo que pueda sucederle.
El soldado reclama que el coronel Dávila no le ha creído de sus condiciones médicas, a pesar de que las tiene sustentadas médicamente por cumplir sus labores. “Tengo una hernia discal, una fisura en la espalda, que fue de un accidente en el área de operaciones patrullando, en el acto del servicio”, contó el soldado. Además, tiene una pérdida del 25 % del oído derecho de cuando hizo un curso de explosivos, debido a las detonaciones.
Y agregó: “Por parte de mi coronel he sentido un acoso o persecución laboral, porque después de que uno esté bueno uno sí le sirve al Ejército para patrullar, pero después de que uno está jodido ahí sí ya no”, reclamó.
Tendencias
Una de las pruebas que Bolívar tiene en contra del coronel es un audio en el que se escucha los malos tratos que él denuncia. En ellos, el soldado pedía ser atendido por urgencias por unos dolores fuertes que sentía, que prácticamente lo dejaron inmovilizado. Reclama que en el centro médico del batallón solo le pusieron unas inyecciones y que los hospitales de los municipios cercanos no cuentan con la suficiente capacidad para atender sus enfermedades.
“Yo no quiero tomar ningún tipo de acción en contra de usted pa’ joderlo, porque yo no soy de ese tipo de personas”, dice en un momento el coronel Dávila. Y más adelante, le menciona que si no cumple con sus labores, buscará sacarlo del Ejército, así tenga que poner de su propio dinero o a través de “favores”.
“Y vea, hago todo lo posible, así me toque gastar plata de mi sueldo, para agilizar la documentación y los papeles, para agilizar eso allá en Bogotá, hermano, para que en menos de 15 días le llegue su baja. Así me toque, no gastar plata mía, (sino) pedir favores”, le dijo el coronel al soldado.
Dávila le reclama que han sido sus mismos compañeros quienes se estarían quejando de que supuestamente han sido condescendientes con el trato de Bolívar y que no estaría haciendo las mismas tareas que los demás soldados. Además, el coronel dice que tiene videos donde “se ve bien”, haciendo referencia a su forma de caminar.
Más adelante, Dávila le reclama que supuestamente estuvo en su casa durante seis meses “rascándose el ombligo”, sin embargo, el soldado le contesta que durante ese tiempo estuvo como “soldado de enlace” prestándole el servicio a otro compañero en recuperación.
“Le mencioné que me apoyara y me dejara trabajando desde la ciudad de Bogotá, pero me decía que yo nunca hice nada en Bogotá, que me la pasaba mamando gallo, pero estuve más de mes y medio cuidando a un soldado regular en mi casa, porque lo operaron de una masita en un riñón”, aseguró Bolívar.
“No existen los soldados enlace”, le reclamaba el coronel en el audio, mientras le dice que no lo va a mandar ni a Saravena ni a Yopal, porque “su situación médica ya está definida”. Y que toca esperar a la decisión de la junta médica laboral para determinar si puede ser trasladado o no. El coronel insiste en que esas decisiones las toman los especialistas de medicina y no él.
Asimismo, asegura que el coronel no le ha respetado los permisos, como sucedió cuando se iba a casar y solo le dieron permiso por dos días, por lo que consideró que era imposible ese tiempo de permiso para cumplir esa cita.
“Pedí permiso para casarme y me lo negaron. Me dijeron, ‘le doy dos días si quiere y si no puede, mire a ver qué hace’. Yo le dije que son ocho días los que están en las directivas del Ejército y me dijeron que no, que no me dejaban ir a casar, que por el tema de orden público. Yo estaba en Saravena, Arauca, donde toca salir por aire, que puede costar unos 600 a 800.000 pesos, entonces no me daba, me tocó firmar un poder para que mi papá firmara el día del matrimonio”, aseguró.
El soldado Bolívar reclama que la actitud del coronel le ha traído otros problemas psicológicos que están siendo atendidos por especialistas y sobre los cuáles también tiene sustentos. “He pasado por psicología, por psiquiatría es por la culpa de él, me ha venido afectando a mí, a mi esposa, a mi mamá, a mi familia”, afirmó.
Por todos estos hechos, Bolívar presentó una denuncia en la Fiscalía y quejas ante la Procuraduría y hasta la Defensoría del Pueblo en contra del coronel. Asimismo, informó a sus superiores de la situación.
¿Qué responde el coronel y el Ejército?
SEMANA consultó a la Octava División del Ejército Nacional, de la cual hace parte el batallón. Aseguraron que el coronel se encuentra de vacaciones y que por eso no se refiere al caso, sin embargo, dijeron que le han seguido las pistas a las denuncias de Bolívar y las han atendido.
Aclararon que en ningún momento el coronel Dávila habría cometido alguna irregularidad, sino que el tema médico se ha tratado a través de los conductos oficiales del Ejército y que será esa junta médica la que determine las condiciones y tareas que puede o no realizar el soldado.
Agregaron que respetan que Bolívar tenga citas médicas y permisos y que eso se ha garantizado en todo momento; que por eso le han asignado tareas administrativas, teniendo en cuenta sus restricciones físicas.
Argumentan que tienen toda la trazabilidad desde el área de sanidad para argumentar que se le han respetado sus derechos, pero reclaman que debe cumplir con sus obligaciones y deberes como soldado en la unidad asignada.
Sobre el tratamiento psicológico mencionaron que en muchos casos los soldados que buscan traslados o algunos beneficios buscan de distintas maneras, especialmente a través de médicos, que sean incapacitados para poder ser movidos a otras regiones del país, especialmente por tratarse de esta zona de Norte de Santander donde hay mayor conflicto armado.
Desde el Ejército esperan que la situación se aclare y que, con las evidencias médicas, se decida qué hacer con el soldado, mientras tanto él pide que se tenga en cuenta su posición y sus condiciones. Será la justicia y los entes de control quienes determinen si el comandante y el soldado actuaron correctamente.