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Atención: pobladores de Tierralta, Córdoba, denunciaron que militares abusaron sexualmente de mujer embera. SEMANA revela desgarradores testimonios
“Le iban a mochar la cabeza con su propia peinilla”, así amenazaban soldados a anciano que estaba con mujer embera agredida por militares en la vereda Bocas del Manso.
En Tierralta, Córdoba, se registraron hechos de abuso de poder por parte de militares del Ejército Nacional que llegaron a amedrentar a la comunidad con amenazas y empuñando armas de corto y largo alcance, como se evidencia en los videos que circularon por redes sociales el pasado martes 12 de septiembre.
SEMANA conoció el testimonio que rindieron líderes de la comunidad ante la Personería del municipio, en el cual se leen detalles de lo que sucedió esa tarde, más allá de los hechos violentos que quedaron filmados en los que se ve a una mujer con un niño en brazos defendiéndose solo con palabras contra el militar que amenaza con dispararle.
Cuando el funcionario les pregunta a quienes denuncian si fueron vulnerados en sus derechos, uno de ellos afirma que el uniformado le gritaba a un anciano que “le iban a mochar la cabeza con su propia peinilla”. Esto, para amenazarlo luego de abusar sexualmente de una mujer embera que se encontraba con él en el lugar al que llegaron los militares a intervenir con pasamontañas que cubrían su rostro.
Los hechos ocurrieron, según relata la comunidad, sobre el mediodía del 11 de septiembre de 2023. “Eran las 12:40 p. m. cuando llegaron diez presuntos miembros del Ejército a la vereda Bocas del Manso Camino, haciéndose pasar por disidencias de las Farc. Sin embargo, traían prendas de militar que develaban que hacían parte del Batallón Junín, que es el que está presente en la zona”, se lee en el relato.
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De los diez uniformados, tres tendrían su rostro cubierto con pasamontañas. “Primero llegaron a la casa de una mujer embera katío, manifestándole que si dentro de su casa hallaban prendas militares, armas, municiones, sería llevada a la ciudad de Montería, a instalaciones del batallón Junín en helicóptero; luego procedieron a abusar sexualmente de ella y amenazaron a un adulto mayor, de la tercera edad, que se encontraba con ella”, relatan.
Tras salir de la casa de la mujer, los militares se dirigieron a la casa comunal de la vereda, donde había al menos una decena de personas, a quienes ordenaron tirarse al suelo, boca abajo y con las manos en la nuca. Se quedaron dos de los hombres vestidos con camuflado custodiando a quienes estaban tendidos en el suelo, mientras los restantes recorrieron la vereda.
Los uniformados habrían sacado a los habitantes de sus casas, indiscriminadamente a niños, mujeres, adultos mayores, a quienes también ordenaron tirarse al suelo; tuvieron que permanecer tres horas acostados. De allí, le exigieron al profesor de la escuela Bocas del Manso que recolectara los datos de toda la comunidad que se encontraba allí, llevándose con ellos dicho listado.
“Posteriormente, de ese grupo de personas, sacaron a cinco a quienes golpearon y maltrataron; a una mujer en estado de embarazo la intentaron ahorcar, e intimidaron con disparos a todos. Poseemos un casquillo expulsado por sus armas en medio el hostigamiento”, dice con angustia uno de los testigos, que entregó su versión al ente defensor de derechos humanos.
Antes de retirarse, aseguran que se llevaron al presidente de la junta de acción comunal y al profesor a una distancia aproximada de dos hectáreas, lejos del centro de la vereda, y los tiraron al suelo, apuntándoles con el fusil o arma de largo alcance que poseían, insultándolos con palabras soeces y advirtiéndoles que si se paraban antes de media hora, serían asesinados.
Los soldados también habrían robado a la comunidad
Entre la descripción de los hechos que hizo la comunidad, coinciden al señalar que los militares robaron prendas de vestir, bolsos, útiles de aseo, dinero en efectivo, alhajas y saquearon las tiendas de víveres. Cuando huyeron del lugar, tomaron la dirección que los dirigía al punto en el que toda la comunidad tenía conocimiento que, desde hace cinco días, estaba el Ejército Nacional haciendo presencia. “Algunos de estos miembros, que tenían el rostro descubierto, fueron reconocidos por personas de la comunidad Bocas del Manso, debido a que días antes se les presentaron como integrantes del Ejército Nacional, portando sus respectivos uniformes y dotación militar”, puntualizaron.
Ejército confirmó investigación
Este miércoles 13 de septiembre, el comando de la Séptima División emitió un comunicado en el que confirma que, tan pronto conoció la información, envió una comisión inspectora y se encuentra verificando los procesos y procedimientos efectuados por la unidad militar. Además, los uniformados se enfrentan a una investigación disciplinaria. Las autoridades ya tienen conocimiento debido a que el mismo Ejército denunció. Finalmente manifiesta: “Este comando rechaza este tipo de comportamiento, el cual es claramente incorrecto y no respeta los principios enseñados en la escuela de formación”.