NACIÓN

“Solo nos alimentábamos de arroz de día y de noche”: el drama de familias desplazadas en Nariño

El pasado 7 de mayo más de 200 familias de la costa nariñense, llegaron al municipio de Roberto Payan huyendo del enfrentamiento entre grupos armados. Después de dos semanas comiendo arroz, por fin llegaron las ayudas humanitarias .

26 de mayo de 2021
Reciben ayudas humanitarias
Foto de referencia. | Foto: Suministrado a SEMANA por Fuerzas Armadas

Una mujer de 92 años, sentada en su silla de ruedas y un niño de menos de un mes de nacido, llegaron de Roberto Payan de la misma manera: sus familiares los cargaron en brazos durante horas, el pasado 7 de mayo. Son de diferentes familias pero tienen algo en común: tratan de esquivar las balas que salen de un lado y del otro en medio de los enfrentamientos que tienen los grupos ilegales en los municipios de la costa nariñense.

En total 270 familias, algunas con 3 otras con 12 miembros, salieron aterrorizadas por la guerra que se vive en los municipios de Roberto Payán, Tumaco, Magüí Payán y Barbacoas. Todos llegaron a la cabecera municipal de Roberto Payán, allí duermen en tres escuelas y cinco casas que fueron alquiladas. La gran mayoría salió de su casa solo con la ropa que tenía puesta.

En dos semanas poco tenían para alimentarse. La alcaldía del municipio les ayudó con lo que podía, pero rápidamente se les acabó los insumos y los bloqueos por el paro nacional dificultó la llegada de las ayudas humanitarias. Mientras cientos de mercados habían sido despachados por la unidad de víctimas y estaba retenidos en las carreteras del pacifico, “comíamos solo arroz de día y de noche, de eso nos alimentábamos, afortunadamente ese nos alcanzó para darle a nuestros hijos”, dijo una de las víctimas de desplazamiento a SEMANA.

Ayudas humanitarias para víctimas de desplazamiento en Nariño
Ayudas humanitarias para víctimas de desplazamiento en Nariño | Foto: Suministrada a SEMANA por Fuerzas Militares

Llegar con la ayuda humanitaria fue todo un reto, la Fuerza de Tarea Conjunta de Estabilización y Consolidación Hércules, junto con la unidad para la atención de reparación integral a las víctimas, apoyó el transporte aéreo y la logística para la entrega de mercados y elementos de aseo a las familias que han abandonado sus hogares por temor a morir en medio de la guerra por el control territorial que se disputan las disidencias de las Frac y otros actores criminales.

“No fue fácil que llegara, tocó que la Fuerza Aérea trasportara todo por aire, cuando la ayuda por fin llegó a Tumaco, fue necesario que el Ejército custodiara los camiones por tierra hasta barbacoas y , después tocó que varias lanchas de la Armada Nacional transportaran todo” , dijo una de las líderes de Roberto Payan.

“Estas ayudas fueron trasladadas en una Aeronave Casa C-295 llevando 12 toneladas de kits alimentarios y de aseo para 271 familias víctimas del desplazamiento forzado y afectadas por los bloqueos que se han presentado durante las últimas semanas”, dice un comunicado de las Fuerzas Militares.

El director territorial en Nariño, William Pinzón Fernández, reiteró que la unidad para la atención de reparación integral a las víctimas en coordinación con las fuerzas militares continuará buscando los mecanismos para poder llegar con la atención humanitaria a las familias afectadas pese a los bloqueos que se han presentado en las diferentes vías del departamento de Nariño.

Cada mercado que se entregó tiene varios productos de la canasta familiar, que complementan la alimentación de niños y adultos. Ya no solo tienen arroz sino, frijol, atún, lenteja, pasta, jamoneta y otro tipo de enlatados como aceite, chocolate y café. Lo preocupante, es que esta alimentación solo alcanzará para 15 días aproximadamente y luego empieza una vez más el viacrucis, " solo quienes hemos tenido que dejar nuestros hogares y el trabajo de toda una vida entendemos el drama que estamos pasando”, manifestó María otra de las mujeres víctimas del conflicto, una de la tantas que pensó que con la firma de la paz su vida cambaría pero hoy asegura con su niño de 3 y cinco años, se equivocó.

Mientras ellas y decenas de mamás más tratan de mirar cómo hacer rendir el mercado que le donaron, la Fuerza pública trabaja no solo en garantizar el transporte de los alimentos sino el restablecer el orden en los territorios.