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“Son jóvenes con dificultades en su comportamiento”, comandante del Ejército sobre homicidios dentro de la institución
El general Luis Ospina indicó que se está haciendo un estudio para verificar si estos homicidios, cometidos con armas oficiales, se están dando por falta de filtros al momento de la incorporación de los jóvenes.
Tres homicidios de jóvenes que estaban prestando el servicio militar en el Ejército, a manos de sus propios compañeros, tiene alarmados a los mandos militares. Recientemente y en diálogo con SEMANA, el comandante del Ejército, el general Luis Ospina, confirmó que se está haciendo un estudio para encontrar qué es lo que está pasando y si se trata de errores al momento del reclutamiento.
“Son jóvenes que a veces tienen dificultades en su comportamiento familiar en su formación y utilizan las armas del Estado para atacarse entre ellos mismo”, dijo. De igual manera indicó que, “estamos en un estudio y apenas tengamos los resultados los compartiremos”.
Y es que la situación ha sacudió al Ejército en el mes de mayo presentándose en Bogotá tres homicidios de soldados regulares a manos de sus propios compañeros en hechos que, al parecer, fueron presentados por intolerancia, pero que aún se encuentran en etapa de investigación.
El primer caso fue en en el Cantón Norte, el segundo en el batallón que le brinda seguridad a Indumil en el sur de la capital del país, y el tercero en el Batallón de Policía Militar #13.
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“De manera preliminar y en hechos que son materia de investigación, el día de hoy murió el soldado Joan Escudero García, del Batallón de Policía Militar n.º 13, quien se encontraba en su alojamiento en el cantón occidental de Bogotá”, explicó en ese momento el Ejército a través de la Brigada 13.
Añadió la autoridad militar que, “según el reporte inicial, el hecho se habría producido al parecer cuando uno de sus compañeros presuntamente accionó un arma de fuego y posteriormente atentó contra su propia vida. Inmediatamente, el soldado herido fue trasladado al Hospital Militar Central y se dio aviso a las autoridades competentes, que adelantan los actos urgentes y continuarán con el proceso de investigación, a fin de esclarecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos”.
De acuerdo con los informados por la brigada 13, “así mismo, a través del equipo interdisciplinario del Centro de Familia de la Décima Tercera Brigada, se ordenó un acompañamiento permanente a los familiares de nuestros soldados involucrados en este incidente”.
“Estaban jugando, se le disparó el fusil y lo mató”: el reporte del soldado que mató a un compañero en batallón de Soacha
“Estaban jugando con el arma de dotación al interior del búnker y le disparó al compañero a la altura del cuello, causándole la muerte”. SEMANA conoció el reporte de las autoridades sobre el reciente caso en donde resultó muerto un soldado bachiller por un compañero.
La víctima fue identificada con el apellido de Chacón y su presunto agresor con Benites. Los dos uniformados se encontraban, según el reporte, prestando el servicio de centinela al interior del batallón de Policía Militar n.° 13, que presta la seguridad para Indumil.
Los uniformados al parecer se pusieron a jugar, cuando el arma de Benites se accionó, hiriendo gravemente a su compañero, quien murió dentro de la unidad militar. El presunto victimario quedó a disposición de las autoridades competentes para su respectiva judicialización.
Exclusivo: la broma que terminó en tragedia en el Cantón Norte, donde un soldado asesinó a su mejor amigo de un disparo de fusil
Toda una tragedia envuelve a las familias de los soldados regulares Yan Carlos Ocasal Bonilla y Julio César Aguirre Aguirre. SEMANA conoció –en primicia– el expediente que se abrió en la Justicia Penal Militar por este caso.
Los dos uniformados eran grandes amigos, se cuidaban la espalda; para donde uno iba, el otro lo acompañaba, eran muy ‘mamadores de gallo’, como se dice popularmente. Por ser tan ‘llaves’, habían sido asignados para que estuvieran de guardia en las casas militares del Cantón Norte, conocidas como Santa Ana.
En medio de la misión que les habían encomendado los superiores, Bonilla y Aguirre planeaban qué iban a hacer con el permiso que habían conseguido y del cual iban a disfrutar en los próximos días. El más recochero, dicen fuentes militares, era Bonilla, quien desafortunadamente no midió el alcance fatal que tendría una de sus bromas.
Bonilla es un soldado humilde, con un ejemplo a seguir: su hermano mayor, quien también es soldado. El joven no pensó que una de sus chanzas fuera a terminar en una tragedia. El pasado jueves, en horas de la tarde, mientras cumplían la labor de brindar seguridad en Santa Ana, se puso a bromear con su fusil, omitiendo todo lo aprendido sobre el peligro de jugar con las armas.
En medio de las chanzas, el soldado Bonilla, sin querer, accionó su fusil, causándole una grave herida a su gran amigo, el militar Aguirre. Confundido por lo que había sucedido, la reacción de Bonilla fue la de huir del sitio, dejando a la suerte la vida de su lanza, quien infortunadamente murió horas más tarde.
Invadido por el miedo, Bonilla tomó rumbo desconocido para las autoridades y se internó en zona montañosa entre Bogotá y La Calera, hasta donde llegaron las autoridades luego de varios trabajos investigativos entre la Policía el Ejército.