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“Son una empresa criminal dedicada al narcotráfico”: general activo arremete contra las disidencias de las Farc que quieren la paz total
El general Federico Mejía, comandante del comando específico del Cauca, dijo que es aterrador lo que están haciendo con los menores de edad los hombres del mafioso Iván Mordisco.
Sin tapujos, así habló con SEMANA el general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, que tiene la tarea de contener las acciones criminales de las narcodisidencias, como él las llamó, a las estructuras que están al servicio del mafioso Iván Mordisco.
El oficial entregó una desalentadora radiografía de la violencia en el departamento y reveló que las narcodisidencias tendrían cifra récord en reclutamiento de menores en el último año y también reflexionó sobre la demencial práctica de instalar explosivos para atacar a la fuerza pública.
“Todo está orquestado”
“Todo esto seguramente es orquestado por el Estado Mayor Central, y un cabecilla responsable de muchas acciones acá ha sido Kevin, y Cholingan, quienes son los cabecillas de la estructura Carlos Patiño, que se encuentra tratando de generar presión para frenar la operación Trueno que le estamos desarrollando allá en el Cañón del Micay”, dijo el oficial.
Y agregó: “Requieren del cañón para controlar todo el despliegue de sus economías ilícitas con dirección al pacífico caucano y estos cabecillas son los que se encargan de organizar los ataques con el fin de alterar el orden público para desviar la atención de la tropa”.
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De igual manera, indicó: “A las cosas hay que llamarlas por su nombre, son narcodisidencias, si fueran unas disidencias que están simplemente encargadas de un trabajo político, vaya y venga, pero unas disidencias que solamente buscan a través de las confrontaciones de varias estructuras y todas peleando por el control del narcotráfico, basado en la marihuana y en el clorhidrato de cocaína, con negocios internacionales en todo el mundo, pues ya se trata de una empresa criminal dedicada al narcotráfico”.
Continúa el reclutamiento de niños
El alto mando militar indicó: “Lo más grave es que no encuentran personal para seguir enfrentando al Estado y se dedicaron al reclutamiento forzoso de niños. De acuerdo con lo que me informa el ICBF, hay cifras récord en el departamento del Cauca”.
“Una señora que se entregó nos informó de la gran cantidad de niños que hay en la estructura Carlos Patiño”, manifestó el general Mejía. “Hemos recuperado 36 niños, y lo que informan los niños es muy lamentable , no hay antecedentes en el mundo de los vejámenes que están cometiendo contra la niñez en Colombia”, dijo.
Y explicó que las disidencias se los llevan con promesas falsas de darles grandes cantidades de dinero, motos, relojes y celulares, pero ya después los ponen es a combatir contra la fuerza pública o a cuidar los negocios del narcotráfico. “Son mentes torcidas”, señaló el general al referirse a las que llamó “narcodisidencias”.
De igual manera, relató que es aterrador lo que están haciendo las disidencias al minar los campos por donde pasan las tropas. Explicó que estas estructuras criminales están haciendo mezclas de materia fecal con otros químicos para generar un olor fétido y evitar que los perros antiexplosivos detecten los artefactos.
“Es una cosa aterradora, no lo ha vivido ningún país del mundo, los explosivos no están siendo determinados por los caninos y pasan por encima. Hasta el momento, llevamos 591 artefactos explosivos solo en el Cañón del Micay; tenemos áreas de 100 metros cuadrados en donde hemos desactivado 50 minas, esto es una cosa loca y se requiere la atención mundial, porque no puede ser que unas estructuras que están allá en un proceso de negociación continúen sembrando los caminos, los valles y las veredas, afectando a las comunidades. Ya tenemos la muerte de dos personas por la instalación de minas indiscriminada”, reclamó el alto mando militar.
Recientemente, en el departamento del Cauca, se han visto escenas violentas en las que el Ejército ha tenido que patrullar poblaciones con tanques tras la arremetida de las narcodisidencias de las Farc, que dicen querer la ‘paz total’.