MEDIOAMBIENTE

Sostenibilidad: ¿un sueño imposible?

Cómo avanzar hacia un país auténticamente sostenible. Qué se está haciendo bien y qué no frente a esa meta clave.

29 de enero de 2017
| Foto: Juan Carlos Sierra

Los expertos reunidos por Foros Semana, en torno a la pregunta ¿cuál debe ser la agenda medioambiental de Colombia?, coincidieron en que el gran desafío es avanzar hacia un país verdaderamente sostenible que responda con seriedad al cambio climático. Lo complicado es definir la ruta hacia esa meta.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, señaló que su despacho tiene, cuando menos, cinco prioridades en las que trabaja intensamente: conservar las fuentes hídricas y delimitar los páramos, recuperar zonas degradadas, adaptar al país al cambio climático, promover servicios y negocios verdes, y declarar áreas protegidas.

El ministro resaltó que el final del conflicto con las Farc ofrece una oportunidad para avanzar en la protección ambiental y recordó que 58 por ciento de la deforestación que registra el país se concentra en zonas afectadas por el conflicto. Señaló, además, que justamente por ello se requiere un sistema nacional ambiental renovado que pueda incidir verdaderamente en zonas estratégicas a las que antes o no se tenía acceso o estaban afectadas por la guerra: “Casi 60 o 70 por ciento de los municipios en conflicto tienen problemas ambientales”, señaló Murillo.

A su turno, Santiago Ángel, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, se mostró crítico frente al abismo existente entre los proyectos y la realidad. Indico que por ejemplo en el país hay 20 millones de hectáreas de tierras protegidas, pero que al visitar esos territorios se observa degradación de todo tipo, empezando por la minería ilegal, una de las actividades que más impacta el medioambiente. “¿De qué nos sirve decir que tenemos 20 millones de hectáreas protegidas? ¿Sí están realmente protegidas?”, cuestionó. En el mismo sentido señaló que el desarrollo empresarial, con enfoque sostenible, no es una utopía pues los países nórdicos tienen un equilibrio justo. Por ejemplo, Noruega es una potencia petrolera y Suecia tiene la mina de hierro más profunda del planeta y al mismo tiempo tienen políticas de protección que son referencia mundial.

Brigitte Baptiste, directora del Instituto de Investigación de ?Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, llamó la atención para que se discuta sobre el tema ambiental a partir de un esquema de datos robusto –inexistente hoy– para que el conocimiento científico guíe la discusión, afectada muchas veces por las generalizaciones y las informaciones sin ciencia cierta. Además pidió que se haga un esfuerzo por cerrar la brecha entre los entes territoriales y la dirección central. “No se puede seguir trabajando de forma desarticulada porque dificulta el flujo de información y la retroalimentación”, dijo. En esa misma línea Ricardo Lozano, ?director de People and Earth, llamó la atención para que se haga un esfuerzo por concientizar a la gente, en el sentido de que el problema ambiental abarca mucho más que al Estado y al sector privado, y que todos los ciudadanos deben involucrarse. “La gestión ambiental es un noviazgo hombre-naturaleza, con una diferencia: la novia es una sola para todos”, concluyó. n