La mano dura le ha funcionado a Duque, sube su aprobación

El 2019 ha significado para el presidente Iván Duque un nuevo comienzo en su gobernabilidad. Las acciones de la institucionalidad se han visto más cohesionadas que antes, lo cual lo ha beneficiado. Según la última encuesta de Yanhaas, el presidente tiene un 35 por ciento de aprobación.

El último conteo de diciembre le daba solo un 25 por ciento de aprobación; en el arranque del 2019, Duque subió 10 puntos, una remontada después de una racha de malos números en las encuestas. El presidente había caído desde noviembre de un 42 a un 27 por ciento, ese declive se sostuvo por cuatro mediciones más.

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En la medición más reciente, un 56 por ciento de los encuestados desaprueban su gestión del Primer Mandatario, aunque se refleja un respiro que le dan los ciudadanos. Esta mejora en la percepción en las calles se puede deber principalmente al rechazo contundente que dio el gobierno tras el atentado a la Escuela de Cadetes de la Policía que dejó 21 muertos. Esto demuestra que el fuerte de Duque sigue siendo la seguridad, lo cual también ha caído bien entre el uribismo en donde reclamaban “mano firme”.

En medio del dolor del país, el primer mensaje del presidente tras el ataque terrorista se centró en que no iba a haber impunidad. Después pidió a Cuba la captura inmediata de los negociadores en La Habana, postura que alentó a sus críticos y enfrascó al país en una tensión diplomática con los países garantes. Este choque aún no concluye. 

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Duque también se ha consolidado como uno de los mayores contradictores de Nicolás Maduro. Reconoció a Juan Guaidó minutos después de su autoproclamación y se ha mantenido firme. De qué ocurra en Venezuela dependerá en gran parte cómo se lea en el futuro la actuación de Colombia en plena crisis. Si Maduro sale del poder, Colombia podría reclamar parte de la victoria, pero si la violencia recrudece su participación también se notará.

Sin embargo, no ha logrado conquistar a los encuestados más jóvenes, que están entre los 18 y 24 años. Para este segmento, la aprobación es de apenas 25 por ciento. Sin embargo, estos números han mejorado en comparación a meses anteriores; en diciembre Duque solo consiguió el 22 por ciento de respaldo. Esta es una tendencia que se mantiene desde la campaña, en la que los jóvenes no lo tenían como su candidato predilecto. La mayor aprobación la obtiene entre los adultos entre 45 y 54 años (41 por ciento) y los adultos de 55 años o más (48 por ciento).

Los colombianos que participaron en la encuesta vieron con mejores ojos el desempeño de los ministros. Apenas hace un mes, en diciembre, tuvieron un 21 por ciento de aprobación. Lograron subir 8 puntos.

Los colombianos no ven gran mejoría en los esfuerzos del gobierno por combatir la corrupción. La percepción de los ciudadanos en este tema pasó de 28 a un 32 por ciento. Sin embargo, estos números son mejores que los que tuvo Santos a lo largo de su segundo mandato, que no superó los 16 puntos. El 16 de marzo comienzan las sesiones ordinarias en el Congreso, allí se medirá el avance y el interés del gobierno por los proyectos anticorrupción en lo que queda de la legislatura.

Tampoco hay gran optimismo en la economía. La percepción de progreso económico no ha mejorado mucho, estaba en 15 por ciento y pasó al 17. Además, continúa el pesimismo, el 29 por ciento de los encuestados cree que el país va por buen camino y el 65 por ciento por mal camino. Los más optimistas son los adultos entre 45 y 54 años con un 37 por ciento, es decir, quienes más creen en la gestión de Duque.

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