¿Adiós a los árboles de la calle 92 de Bogotá?

Esta semana alrededor de 200 residentes del barrio Chicó se reunieron en el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) para recibir explicaciones sobre la obra que se desarrollará en la calle 92 de Bogotá.  

Se venía especulando que se podría construir un puente elevado que conectaría la carrera séptima con la autopista. La comunidad manifestó su disgustó entre otras por el daño al paisaje urbano que esto implicaría. Sin embargo, el IDU aclaró que no se desarrollaría una vía elevada. Lo que sí es casi un hecho es que se va a realizar una vía.   

Esta confirmación cayó como un baldado de agua fría a los residentes. Cualquiera que sea la obra desaparecerían los árboles de la calle 92, uno de los pasajes más queridos del norte de la ciudad. El IDU respondió que se replantarían en otro lugar pero que esta obra es necesaria para mejorar la movilidad de esta calle en la que puede tomar entre 30 y 40 minutos llegar de la séptima a la autopista.

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Se está estudiando si la obra se haría subterránea o a nivel. Por el momento la obra se encuentra en una etapa de recolección de datos y análisis de la información. Los estudios y el diseño durarán 10 meses. Inician el 1 de julio de este año y los resultados se entregarían el 1 de abril del 2019 y para finales de mayo se tendría que aprobar.

Por el momento no se sabe a ciencia cierta cómo será la obra pero la vía como se conoce hoy tendría que cambiar. Esta no es la primera alameda que podría desaparecer ni la única obra que incomoda a los bogotanos.

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A principios del año se talaron 29 árboles del parque El Virrey porque estaban secos y según la Secretaría de Ambiente y el Jardín Botánico representaban un peligro para la comunidad, y están evaluando la posibilidad de talar 150 más.

En el parque El Japón del barrio La Cabrera también se ha planeado talar decenas de los 101 árboles que hay en ese lugar para construir canchas sintéticas y parques de juegos para niños. Aunque beneficia a parte de la comunidad, no todos están conformes pues implicaría perder esta reserva arbórea.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, ha dicho en distintas oportunidades que el bien de la ciudad debe primar sobre el particular. Sin embargo, no hay un consenso sobre si realmente es lo que desea la comunidad.