“También soy huérfano, pero no crecimos en el mismo país”: Carlos Amaya contraataca a los hermanos Galán

La Coalición Centro Esperanza, por tercera vez consecutiva durante el mismo mes, entra en un duro conflicto por rencillas internas. Esta vez, las protagonizan Juan Manuel Galán, candidato del Nuevo Liberalismo, y Carlos Amaya, aspirante avalado por Dignidad. A pesar de que el exgobernador de Boyacá ha salido a explicar las acusaciones por una supuesta red de clientelismo entre su departamento y la Alcaldía de Bogotá, su compañero sigue exigiéndole que le dé la cara al país.

Esto, según le contó Amaya a SEMANA, ha generado un notorio desgaste en la coalición y, hasta el momento, no hay salida visible. Hoy estaba agendada una conversación para limar asperezas, pero esta no ocurrió y fue reemplazada con ataques por medio de redes sociales. Todo, tal como lo quiere Galán, a la vista de sus electores.

Amaya, en el mismo tono en el que le piden explicaciones, grabó un video en el que les hace preguntas puntuales a los hermanos Carlos Fernando y Juan Manuel. En la publicación, cuestiona a los exsenadores de favorecer a sus familias por medio de sus cargos en el sector público.

“Nos han dicho siempre que a los Galán todo se les debe. Hasta yo mismo, según ellos, les debo explicaciones. Pero creo que llegó el momento de que por fin ellos le den explicaciones a Colombia. De las innumerables preguntas que hay, quisiera plantear solo cinco que son muy concretas y que además todo el mundo conoce”, inició el exgobernador, refiriéndose a los casos en los que también se les puede acusar a los hermanos de clientelistas.

La primera se refiere a Augusto Galán, hermano de Luis Carlos Galán Sarmiento, quien fue ministro de Salud y embajador de Colombia ante la Unesco, en el gobierno de Ernesto Samper. En ese sentido, pregunta si estuvo involucrado en un proceso meritocrático para lograr el cargo que ostentó.

“Segunda, ¿cuál fue el proceso meritocrático para que Juan Manuel Galán, en agosto de 1998, fuera nombrado como viceministro de la Juventud en el gobierno de Andrés Pastrana?”, continuó.

La tercera también le compete a Juan Manuel, ya que el exgobernador pregunta sobre la meritocracia en su nombramiento como ministro plenipotenciario en Londres durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

La que sigue es para Carlos Fernando, al ventilar cuestionamientos por su nombramiento como secretario de Transparencia de la Presidencia en 2012, en medio del gobierno de Juan Manuel Santos. En ese tiempo, recalca Amaya, Juan Manuel era senador oficialista y esto solo ocurrió 11 días después de terminar su período como concejal de Bogotá.

“Quinto, ¿cuál fue el proceso meritocrático de selección para que su hermano Claudio fuera nombrado cónsul en París, sin carrera diplomática, secretario de Planeación de Cundinamarca y director en el DNP en el mismo período en que Juan Manuel y Carlos Fernando se desempeñaban como senadores del Partido Liberal y Cambio Radical, como parte de la coalición del gobierno Santos?”, dijo, presentando fotografías que evidencian estos vínculos.

Fue ahí donde destacó los privilegios a los que, en medio de la pérdida de su padre, los Galán han podido acceder. “También yo soy huérfano, pero no crecimos en el mismo país. A su padre lo mató la violencia, hecho que millones de colombianos lamentamos y seguimos lamentando. Pero también a mi madre la mató el olvido del Estado, la falta de vías transitables, consecuencia de una élite política que desde Bogotá ha dirigido a este país creyendo que son los únicos que tienen derecho a salir adelante”, aseveró.

En ese sentido, el exgobernador recalcó que los Galán han sido parte de esa élite que menciona. “Esa misma élite política con la que ustedes han trabajado de cargo en cargo y de partido en partido por los últimos cinco gobiernos consecutivos. La misma que tiene en la pobreza a más de 21 millones de colombianos”, agregó.

“Contra esa élite política he luchado siempre y lo seguiré haciendo”, aseveró, finalizando su ataque. Seguramente, tendrá una respuesta de los Galán. A pesar de que existe firmeza de continuar con la coalición, se trata de una profunda herida difícil de sanar.