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¿Quién es Tasmania?, el testigo del complot contra la corte teme que lo maten
Este exparamilitar denunció hace diez años haber sido presionado para declarar contra Uribe, pero luego se retractó. Volvió salir a la palestra tras la columna de Daniel Coronell.
José Orlando Moncada Zapata fue capturado el 3 de enero de 2005 en un operativo en el barrio Manrique Versalles, de la Comuna Nororiental de la ciudad de Medellín, en desarrollo de la Operación Andes. Pocos registros hay de su captura, pues ni en los archivos de la prensa antioqueña hay una breve que reseñe su captura.
Tasmania era el alias con el que estaba identificado en los archivos de los investigadores. Se le sindica de conformar grupos armados ilegales en el suroeste de Antioquia, especialmente en los municipios de Andes, Betania, Concordia y Ciudad Bolivar, donde se desempeñó como encargado de la acción operativa de las autodefensas al mando de alias René por un periodo de 3 años.
Columna de Daniel Coronell: El seguro de vida
También registraba en sus antecedentes como exintegrante del grupo insurgente del Ejército Revolucionario Guevarista (E.R.G), dedicado al secuestro, extorsión y homicidio en esta región. La Fiscalía Especializada No. 51 en Medellín le había librado orden de captura por los delitos de extorsión, homicidio y Concierto para Delinquir.
Eran días en los que otros alias acaparaban los titulares de las páginas judiciales de los periódicos. Pero Tasmania tendría su cuarto de hora de fama casi dos años después.
¿Quién es?
Tasmania estaba lejos de ser un rudo paramilitar. Casi no articulaba palabra, no levantaba la mirada, atribulado y nervioso, jugaba con sus dedos, se lee en un artículo del portal Verdadabierta.com. El 10 de septiembre de 2007, Iván Velásquez, en ese entonces coordinador del equipo que investigaba para la Corte Suprema de Justicia los nexos de decenas de congresistas con las Autodefensas Unidas de Colombia, asistió con Luz Adriana Camargo, otra investigadora, a la Fiscalía de Medellín donde Tasmania tenía que cumplir una diligencia judicial.
La charla se demoró mucho en empezar. El abogado del reo, Sergio González, tardó más de una hora en llegar. La conversación fue corta. Velásquez le preguntó si conocía políticos de la región, y Tasmania dijo que no. Velásquez, le preguntó si conocía a Juan Carlos Sierra, jefe paramilitar y narcotraficante, reconocido por su influencia en suroeste de Antioquia. De nuevo Tasmania dijo que no. ¿Conoce a Mario Uribe (senador y primo del entonces presidente Álvaro Uribe)?, preguntó Velásquez y el paramilitar negó de nuevo. Velásquez entonces pensó que había viajado a Medellín a perder el tiempo. Si un paramilitar que decía haber actuado durante años en esa región negaba conocer a Sierra o Uribe, o bien era un farsante, o sencillamente no estaba dispuesto a hablar. Con voz lánguida Tasmania dijo entonces, que él sabía algunas cosas de Álvaro Uribe, Velásquez dijo entonces que él no estaba investigando al presidente, pues eso le correspondía a la Comisión de Acusaciones. Señala el mencionado artículo de Verdad Abierta.
Al despedirse, el abogado González, sin embargo, pidió unos momentos a solas con Tasmania’y un rato después dijo que su defendido estaba dispuesto a colaborar a cambio de beneficios. Y Velásquez respondió como siempre: se le darán los que contempla la ley. Esto es lo que pasó aquel día, según cuenta el exmagistrado Velásquez. Esa es la versión que la justicia respaldó tras cerrar, años después el llamado Caso Tasmania.
Un mes más tarde, en octubre de 2007, el presidente Uribe denunció que el magistrado auxiliar Iván Velásquez había presionado a un exparamilitar para que declarara en su contra y de su primo Mario Uribe. El sustento de su acusación era una carta que le había remitido José Orlando Moncada Cepeda, Tasmania, desde la cárcel de Itaguí. Esa misiva tenía fecha del 11 de septiembre de 2007, un día después de la reseñada conversación con Velásquez y la investigadora de la Fiscalía
Este fue el contenido de la carta:
Medellín, septiembre 11 de 2007
Señor Presidente
Doctor
Alvaro Uribe Vélez
Por medio de la presente, pongo en conocimiento suyo lo siguiente:
ALBERTO JIMENEZ MORANTES y JACKELINE GÓMEZ VARGAS, funcionarios de la fiscalía general de la nación, me ofrecieron, en nombre de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,en el mes de agosto del presente año, en la CÁRCEL DE MÁXIMA SEGURIDAD DE ITAGÜÍ, beneficios como rebaja de condena, protección de testigo y ubicación de familia, a cambio de información sobre la autoría intelectual del Presidente de la República Alvaro Uribe en un atentado contra Rene, ex miembro de las AUC, en el mes de septiembre de 2003.
Mi defensor se comunico con los citados Jiménez y Gómez y se concertó una cita personal en la ciudad de Medellín, la cual se realizo el pasado 10 de septiembre del año en curso, en el palacio de justicia, piso 21, en el despacho de la Fiscalia 8a. Especializada. A la reunión asistimos IVAN VELASQUEZ, magistrado auxiliar de la Corte, una señora de la cual no recuerdo el nombre, mi defensor y yo.
El citado Iván Velásquez, magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, me ratifico el ofrecimiento de los beneficios a que aludieron los funcionarios de la fiscalía, siempre y cuando vinculara al presidente Alvaro Uribe y a Ernesto Garcés Soto al atentado contra Rene, ex comandante de las Auc en el suroeste de Antioquia, lo mismo que declarara en contra de Mario Uribe, senador, sobre el apoyo a grupos paramilitares en la zona del suroeste de Antioquia.
Mi defensor anunció que se comunicaría con el magistrado Iván Velásquez, quien le dio un número telefónico, el cual suministraré si fuere necesario.
Mi preocupación, señor presidente, es que el señor Velásquez, según me parece, lo quiere perjudicar. Es lo único que le interesa. A cambio entrega lo que sea.
JOSE ORLANDO MONCADA ZAPATA
cc. 98451762
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El testimonio de Tasmania, al que Uribe y el gobierno le dieron credibilidad, generó toda clase de suspicacias en su momento. No solo porque empezó a perfilar el enfrentamiento entre el gobierno y la Corte Suprema, sino porque la denuncia se dio a conocer días después de que la corte decidiera investigar al primo del presidente por supuestos vínculos con paramilitares.
Tasmania había sido trasladado a la celda de Juan Carlos el Tuso Sierra, narcotraficante y jefe de las autodefensas, detenido en la cárcel de Itagüí. Sierra, como se ha sabido por denuncias de los medios de comunicación, no solo es paisano de Mario Uribe, sino que ambos habían hecho algunos negocios de compra y venta de fincas.
Además, el abogado de Tasmania era Sergio González, el mismo del Tuso Sierra, y fue la persona a la que se le atribuyó posteriormente la redacción de la carta que llevaba el nombre de alias Tasmania.
Aunque la veracidad del testimonio fue puesta en duda por los medios de comunicación, entre otras por la trayectoria del principal investigador de la parapolítica, la opinión pública tendía a creer más en la versión de que el presidente estaba siendo víctima de una emboscada jurídica por parte de la corte. El caso Tasmania se convirtió en un asunto de honor.
Meses después, Tasmania se retractó y la justicia exoneró a Velásquez del presunto montaje. Cuando se conoció la decisión, el entonces senador Gustavo Petro, hoy candidato presidencial, pidió a Uribe retractarse. González, el abogado de Tasmania, terminó en la cárcel por calumnia.
En 2008 parecía cerrado el caso de Tasmania, y aquel alias pasó al olvido. Diez años después ha vuelto a la palestra por la columna ‘Seguro de vida‘ de Daniel Coronell, en la que asegura que su vida corre peligro, como sucedió el pasado 15 de abril con Carlos Areiza, testigo en procesos como el del exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, y el pleito entre los hoy senadores Iván Cepeda y Álvaro Uribe.
También, en abril pasado, Tasmania recibió el beneficio de libertad condicional, pero días más tarde, el 4 de mayo, el periodista Gonzalo Guillén denunció que una vez había salido de la cárcel había recibido un ataque por parte de sicarios.
Tasmania, quien testificó contra Uribe en el caso del probado montaje contra la Corte Suprema hace diez años, también había sido atacado antes de salir de la cárcel con un puñal.
Tras la columna de Daniel Coronell, fuentes de Policía declararon a Caracol Radio que adelantan las acciones pertinentes para garantizarle protección a Tasmania, de cuyo paradero, de momento, no hay noticia alguna.