Entrevista

“Tenemos que dejar los odios y las discusiones de izquierda y de derecha”: Federico Gutiérrez

El candidato presidencial e integrante de la Coalición Equipo por Colombia, habló de cómo garantizar la seguridad en las ciudades, cómo diversificar la economía del país, si en un posible gobierno suyo habrá o no una reforma tributaria y de su posición frente a Venezuela, entre otros temas. También contó intimidades de su vida personal.

22 de enero de 2022
Federico Gutierrez
Federico Gutiérrez. Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO

SEMANA: ¿Quién es Federico Gutiérrez?

Federico Gutiérrez (F. G.): Federico Gutiérrez o mejor ‘Fico’ como me dicen todos mis amigos y me dice toda la gente en el país, es un colombiano común y corriente. No vengo de familia política, casado con Margarita, mi esposa, más de 15 años de matrimonio, con dos hijos espectaculares que son mi vida entera, que son Emilio de 13 años y Pedro de 10 años, y para terminar de conformar la familia tenemos dos mascotas.

SEMANA: ¿Cómo mejorar la seguridad en las ciudades?

F. G.: Lo que hicimos en Medellín lo vamos hacer en todo el país y esto es de carácter, aquí la criminalidad no puede seguir mandando en las ciudades, tiene que haber contundencia contra las estructuras criminales. La seguridad no se puede seguir idealizando, esto no es de derecha o de izquierda, es un derecho y hay que garantizarlo, pero al mismo tiempo hay que garantizar las oportunidades, la educación, el empleo, pero no se puede justificar más la violencia.

SEMANA: ¿Cuál es su posición frente a la protesta social?

F. G.: Yo, como presidente, voy a garantizar la protesta social y pacífica, pero hay que trazar una línea muy clara en la que una cosa es la protesta pacífica y otra muy diferente la violencia y los bloqueos.

Les pongo un ejemplo: Portal de las Américas en Bogotá, increíble que después de varios meses siga siendo tomado por los algunos de los integrantes de la llamada ‘primera línea’, eso se volvió casi que un Caguán dentro de Bogotá, como una zona de distensión. Tiene que haber autoridad, la comunidad de Kennedy está cansada, la gente ya no sabe ni qué hacer; entonces, yo creo en el concepto de seguridad, en el de seguridad integral, y definitivamente hay que fortalecer una Fuerza Pública que respete los derechos humanos, pero al mismo tiempo tiene que haber autoridad e inversión social en los territorios.

SEMANA: ¿Cómo erradicar tanta informalidad laboral en el país?

F. G.: La informalidad es uno de los grandes problemas que tenemos y no solo en el tema de desempleo; tenemos informalidad cercana al 60 %, la pandemia agravó la situación social, pero acá hay informalidad en todos los sentidos, en el campo, en la tenencia de tierras, en las ciudades. Hay que formalizar y para eso ¿qué hay que hacer? Se debe fortalecer el crecimiento económico. La única forma de superar la pobreza es generando empleo de buena calidad y que el país crezca en materia económica. Hay que formalizar las condiciones para formalizar el empleo, disminuir los costos de contratación, flexibilizar el mercado, pero a tal punto que nunca afecte los derechos del trabajador.

SEMANA: ¿Cómo mejorar el empleo en las mujeres?

F. G.: Con enfoque de género para poder recuperar empleo en las mujeres, con incentivos tributarios, pero sobre todo con una gran conciencia social a través de nuestros empresarios de todo nivel, desde las micro, pequeñas y grandes empresas de que las mujeres son un papel importante y decisivo en nuestra sociedad. Tenemos todavía muchas madres cabeza de familia que perdieron sus empleos en la pandemia, que habían logrado superar la pobreza, que hacían parte de una clase media vulnerable y volvieron a caer en pobreza, aquí tenemos que ser solidarios. Yo hablo de un concepto que para mí es importante y donde no todo es Estado, el Estado tiene que hacer la tarea, pero vamos a sacar el país adelante como sociedad y es preocupémonos por nuestro metro cuadrado, quiénes nos rodean y cómo desde nuestras posibilidades podemos ayudarles a los otros para que estén mejor, generar empleo, pagarle mejor a la gente. A mí, por ejemplo, me parece maravillosa la noticia del salario mínimo que haya llegado a $1 millón.

SEMANA: ¿Cómo mejoraría la educación en Colombia, principalmente la básica primaria y la secundaria?

F. G.: El país ha avanzado en coberturas, pero tenemos que mejorar mucho más la calidad educativa y la pertinencia. Hay varios niveles, programas como los de 0 a 5 años, que son los programas de buen comienzo de 0 a siempre y es el programa más importante que puede tener cualquier ciudad y cualquier país. Lo que no se haga con un niño entre los 0 y los 5 años, ya no se hizo, ahí es donde se desarrolla su cerebro y esa primera etapa es fundamental.

Segundo: primaria, secundaria y media, mejorar no solo cobertura, sino calidad académica. Las pruebas demuestran falencias en áreas como matemáticas, lenguaje y muchas otras que son esenciales también para tener un buen desempeño en educación superior. Pero lo otro es que hay bajas coberturas en educación superior. En Colombia, de diez jóvenes que logran terminar bachillerato, solo máximo 4 o 5 tienen acceso a educación superior y en zonas más alejadas la situación es peor.

Nuestros jóvenes necesitan educación superior, necesitan oportunidades y tiene que haber pertinencia, apostarles a carreras profesiones afines, pero también técnicas y tecnologías afines, pero también formación laboral y mejorar la inserción en término de tecnología.

SEMANA: De ser necesario, ¿cuáles cree que son las características que debería tener una nueva reforma tributaria?

F. G.: Yo les voy a decir qué es lo primero que hay que hacer antes de pensar en una nueva reforma tributaria, pero además sin decir mentiras, porque si se necesita hacer una, se hará, pero hay que hacer muchas cosas antes. Primero, lucha contra la corrupción, la plata que se pierde y se queda en los bolsillos de los corruptos es mucha, entonces se debe cuidar la plata que hay; segundo, tiene que haber un Estado más austero y más eficiente; tercero, plata sí hay, ahorita por ejemplo hay $22 billones sin ejecutar en el fondo de regalías, está en las regiones, tenemos que poner esa plata a circular.

SEMANA: La canasta exportadora de Colombia sigue dependiendo mucho de los hidrocarburos, ¿cómo diversificar las exportaciones?

F. G.: Colombia tiene que diversificar su economía. Hoy depende en gran medida básicamente de los hidrocarburos, el petróleo es el 34 % de las exportaciones, representa casi 12% de los recursos de inversión social. Aquí hay que ser muy responsables con los debates porque hay otros que dicen que al día siguiente no habría otra gota de petróleo, estaría condenando al país inmediatamente a la pobreza y a la exclusión. Sí, hay que hacer una transición energética, estoy de acuerdo, pero como su nombre lo dice, como una transición e ir migrando también hacia las energías eólicas y solares que va ser una oportunidad inmensa para el país.

Colombia tiene su potencial de crecimiento económico a través del agro, pero con tecnología, con inversión, con acompañamiento en el campo. Mira no más cómo han crecido las exportaciones del sector agrícola, pero seguimos teniendo la misma base exportadora con respecto al PIB que hace 50 años. Hoy tenemos más importaciones que exportaciones, Colombia lo tiene todo y vamos a apoyar el sector. Mira lo que viene pasando con el aguacate hass, con el limón Tahití, cómo por ejemplo en el Tolima el algodón se vuelve a convertir en una buena oportunidad. Tenemos que habilitar la tierra, necesitamos distritos de riego. Yo creo en el campo y tenemos que llegar a apoyar el campo, ahí está la máxima oportunidad que tiene el país para no solo ser una despensa agrícola para Colombia en términos de seguridad alimentaria, sino una despensa agrícola para el mundo entero.

SEMANA: ¿Cuál sería su postura política y económica frente a Venezuela?

F. G.: Se restablecerán las relaciones con Venezuela cuando se restablezca la democracia, cuando exista libre prensa, cuando exista un respeto por los derechos humanos. Una cosa muy diferente es la relación con Maduro y otra con los venezolanos.

Maduro protege a los peores criminales que le hacen daño a Colombia y que están en su territorio, entonces las relaciones de Maduro y Venezuela las ha mantenido con Colombia, pero a través de las FARC en su momento. Hoy en día disidencias FARC, ELN y de algunos políticos colombianos como Petro, Piedad Córdoba, Iván Cepeda y en su momento con Santrich, pero ya se le acabó esa novela porque ya no tiene ni al ‘Paisa’ ni a ‘Romaña’ y seguramente muy pronto no tendrá a ‘Márquez’, entonces su relación ha sido con esas estructuras criminales y con quienes defienden esas dictaduras.

SEMANA ¿Qué significan en la vida de Fico, Margarita Gómez y los chiquitines Emilio y Pedro?

F. G.: Todo en la vida, mi familia, para mí no hay nada más importante que la familia. Márgara y yo fuimos novios casi toda la vida, nos casamos, ella es una mujer espectacular e imagínese que me apoye en estas lídes políticas sin gustarle a ella la política; pero además es un muy buen polo a tierra porque me dice todo, lo que le gusta, lo que no le gusta, es muy crítica y eso me gusta, muy amorosa, me acompaña a todo y es la mejor mamá del mundo. Mientras yo estoy acá y puedo recorrer el país, ella está pendiente de mi Pedro, de mi Emilio, y ellos son mi vida, los hijo son la vida.

SEMANA: ¿Le gustaría tener más hijos?

F. G.: Yo creo que ahí ya paramos (risas), volver a arrancar es duro. Nosotros por ahí en 2016 si mal no recuerdo, tuvimos una pérdida, Márgara estaba en embarazo, nunca habíamos hablado de eso, y decíamos ahí va la niña, Juanita, así se iba a llamar. Pero bueno, Juanita no llegó y tenemos una familia feliz y yo la verdad le doy muchas gracias a Dios y a la vida por darme estos hijos espectaculares.

El primer embarazo nuestro, el de Emilio, Márgara tuvo una amenaza grande de aborto, ella tuvo que estar en cama varios meses acostada y Emilio fue un luchador y salió adelante. Luego llegó Pedro. Emilio tiene 13 años y Pedro tiene 10 años.

SEMANA: ¿Qué legado dejaron en su vida su madre Amparo y su padre Hernán?

F. G.: Todo, unos papás muy amorosos, comprensivos, yo lo que soy se lo debo es a ellos, todo, el amor, la disciplina, los valores, alrededor de mis dos hermanas, de Cata y de Juli, pero mis papás fueron al mismo tiempo muy firmes en educarnos y yo eso se lo agradezco a ellos. Si algo me hace falta en la vida, es tenerlos a mi lado, se me murieron muy seguidito. Mi mamá, quien era un personaje espectacular, se mantenía como un postre, tenía un muy buen sentido del humor, se me murió cuando empiezo la campaña a la Alcaldía de Medellín. Ese fue un golpe durísimo, pero yo sé que desde el cielo me acompañó todo el tiempo para ganar y gobernar.

Y mi papá se me muere en 2019, también de un cáncer como mi mamá, terminando la Alcaldía.

SEMANA: Fico fue bastante controversial en el colegio, ¿qué recuerdos tiene de esa época?

F. G.: Pues hombre, es que uno en el colegio, por Dios, imagínate, uno con los compañeros, yo pasaba muy bueno en el colegio, yo quiero mucho a mi colegio Los Alcázares, los amigos de mi vida son de allá.

SEMANA: ¿En qué materias no le iba bien en colegio?

F. G.: En química, yo era un desastre para química, pero me iba bien en física y me iba bien en matemáticas, por eso estudié ingeniería civil y además porque mi papá era ingeniero civil.

SEMANA: ¿Practica algún deporte en su tiempo libre?

F. G.: Pues poco tiempo libre me queda, pero sí tengo muchos hobbies y el deporte es uno de ellos, la bicicleta. Yo cada que puedo me monto en mi bicicleta y me voy a andar, eso para mí es una terapia. Yo digo que es el mejor psiquiatra, el deporte. Los tenis me los llevo para todas partes, me llevo unos tenis, una camiseta, una pantaloneta y a donde esté me pongo mis tenis y me voy a correr; además, se me volvió como una forma de aprender a resolver los problemas. Cuando tengo muchos problemas, me voy a correr, monto en bicicleta y aparecen buenas ideas.

SEMANA: ¿Egan Bernal, Nairo Quintana o Rigoberto Urán?

A Egan lo he visto en una o dos oportunidades. Lo admiro mucho, lo que ha hecho Egan también es maravilloso y, por supuesto, Nairo también es maravilloso. Yo tengo un agradecimiento con todas estas glorias colombianas, más porque son la cara de Colombia en el exterior.

SEMANA: ¿Cuándo juega fútbol en qué posición lo hace?

F. G.: Hace rato no juego fútbol, yo jugué mucho fútbol, era gomoso, pero ya con tanta lesión y las rodillas, me dediqué más al trote y a la bicicleta, pero en el colegio jugaba en dos posiciones, inicialmente marcador de punta derecho y luego terminé jugando más adelante como puntero derecho, me encantaba meter goles.

SEMANA: ¿Qué figuras del fútbol colombiano e internacional admira?

F. G.: A muchos los admiro. Recuerdo mucho a Andrés Escobar, para mí él era un ejemplo en todos los sentidos, como jugador en la cancha que era un señor, pero así era también en su vida diaria, son de esas leyendas de las que tenemos mucho que aprender.

También admiro a todas esas glorias colombianas como el ‘Pibe’ Valderrama, Willington Ortiz y a todos estos que nos tocó verlos jugar durante mucho tiempo.

Y a nivel internacional, Messi y Cristiano Ronaldo, y todos estos jugadores que son maravillosos. A mí me gusta ver mucho fútbol y mi hijo Emilio sí que es gomoso, él se los conoce a todos.

SEMANA: ¿Cada cuánto se corta el pelo?

F. G.: Cada que pueda y soy leal a la misma peluquera de hace años, a Isa, voy para donde Isa y hablo un ratico con ella. De hecho, ella es la que me llama o me pone un mensaje y me dice “que vergüenza usted como está de peludo, ahí lo vi en una entrevista, venga para acá y lo motilo”, entonces voy allá un ratico y me motilo, pero la verdad queda poco tiempo en esto.

SEMANA: ¿Muy amigo de Fajardo o de lejitos?

F. G.: A Fajardo lo respeto, cuando él fue alcalde de Medellín yo fui concejal, lo apoyé mucho. Hoy somos contrincantes, yo soy respetuoso de las personas.

SEMANA: ¿Qué piensa del expresidente Uribe Vélez?

SEMANA: ¿Qué piensa de Gustavo Petro?

SEMANA: ¿Por qué votar por Federico Gutiérrez?

F. G.: Porque vamos a unir, dejemos atrás odios, tengo muy claro que más allá de discusiones de izquierda, derecha o centro, aquí lo que hay que dar es las discusiones alrededor de los temas, no hay mejor ideología que el sentido común.