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Terror en Buga: quiénes eran los jóvenes asesinados indiscriminadamente

La mayoría tenía 18 años de edad, muchos habían empezado una carrera profesional, otros querían ser deportistas. Sus sueños se apagaron.

25 de enero de 2021
Víctimas BUga
Terror en Buga: quiénes eran los jóvenes asesinados indiscriminadamente | Foto: Cortesía

Cinco jóvenes. La mayoría tenía 18 años de edad y apenas comenzaba el periodo de la juventud. Solo uno de ellos era menor de edad, pero estaba próxima a cumplir la mayoría, esa etapa esperada por muchos adolescentes.

Cuatro hombres armados que dispararon indiscriminadamente acabaron con la temprana vida, los cientos de sueños que quedaban por cumplir y las ilusiones de Jacobo Pérez, Nicolás Suárez, Juan Pablo Marín, Sara Rodríguez y Valentina Arias, cinco adolescentes que se encontraban en una finca ubicada en el área rural de Buga, en el Valle del Cauca. Todos se conocían, pues eran compañeros de clase y compartían muchos momentos.

Compartían un rato de esparcimiento, como cualquier reunión de adolescentes. Bailaron, jugaron y disfrutaron de la grande finca, propiedad de los padres de Jacobo. Videos mostraron cómo estaban viviendo ese instante, entre risas, juegos y bromas; las grabaciones fueron después el motivo de lágrimas, odio y tristeza de los familiares y amigos de los siete jóvenes que se encontraban allí.

Cinco murieron, mientras que los otros dos luchan por sobrevivir y seguir adelante con sus vidas, sus estudios y sus sueños.

¿Quiénes son las víctimas?

El atroz crimen dejó cinco rostros que han entristecido al país.

Jacobo Pérez

El primero de ellos es el de Jacobo Pérez, un joven de 18 años hijo de Wilson Alberto Pérez, el dueño de la finca. El adolescente, miembro del club Huracanes Buga de hockey, fue el último en fallecer; luchó hasta el final, luego de salir vivo de la masacre, pero no lo logró pues la gravedad de sus heridas le quitaron el último aliento.

Jacobo Pérez Buga
| Foto: Cortesía

Jacobo sufrió una herida en la cabeza por arma de fuego. Los criminales llegaron al sitio de los hechos, precisamente a preguntar por él; todo indica que buscaban secuestrarlo.

Sara García

Sara era una joven de 18 años, cuyo padre es un médico del hospital Divino Niño de Buga. La adolescente quiso seguir los pasos de su progenitor y empezar a estudiar una rama de la medicina. Recién se había graduado como bachiller y su sueño, que había comenzado a elaborar, era convertirse en una médica veterinaria y zootecnista; sin embargo, sus sueños se apagaron cuando hombres armados entraron a la finca y le dispararon, asesinándola en el instante.

Sara García
Sara García. | Foto: Cortesía

Sara era bastante activa en redes sociales, compartía mensajes de su vida tanto personal como académica. Era notorio que amaba su carrera.

Valentina Arias

Valentina era una de las menores del grupo; tenía tan solo 17 años y era aparentemente oriunda de Sincelejo, donde su familia es propietaria de la empresa de transportes que tiene sede en la capital sucreña y lleva por nombre el apellido de estos. Se conoce que se había graduado de bachiller recientemente.

Valentina Arias Buga
Valentina Arias, de apenas 17 años, es una de las víctimas de la masacre en Buga. | Foto: Cortesía

Juan Pablo Marín

Juan Pablo era un joven de 18 años. Según publicaciones de sus redes sociales, le gustaba viajar por varias ciudades del país y tenía un gran gusto por los autos de alta gama; al parecer, tenía una relación sentimental con una joven oriunda de Medellín, Antioquia, donde estuvo a mediados de diciembre.

Juan Pablo BUga
Juan Pablo Marín. | Foto: Instagram

Nicolás Suárez

Nicolás, de aproximadamente 18 años, era aficionado al deporte. Al igual que Jacobo, soñaba con ser uno de los mejores en hockey y entrenaba en el club Huracanes Buga.

El presidente de la Federación Colombiana de Patinaje, José Acevedo, y su comité ejecutivo, lamentaron la noticia y señalaron: “Lamentamos este difícil y doloroso momento y nos solidarizamos con toda su familia”.

Por su parte, el alcalde de Buga, Julián Rojas, sostuvo que “Buga y sus habitantes están de luto. Hoy la ciudad llora este repudiable hecho”. Sobre las víctimas y sus familias, dijo que los criminales “no asesinaron (a) bandidos: asesinaron (a) jóvenes de bien, llenos de sueños”.