polémica
Terror en el colegio Marymount: entre las denuncias de abuso sexual, el silencio y la complicidad de algunos directivos
La génesis del escándalo fue la denuncia de una menor de solo 14 años que le confesó a su mamá que tuvo “acercamientos” con el profesor Mauricio Zambrano, sobre quien recaen las denuncias. Autoridades están revisando grabaciones de video y recogiendo testimonios de exalumnas y directivas de la institución bogotana.
El escándalo del presunto abuso sexual que hoy tiene todos los reflectores apuntando hacia el reconocido colegio Marymount de Bogotá tuvo su origen el pasado 11 de febrero. ¿Qué fue lo qué pasó? ¿Por qué se desató semejante polémica en medios y en redes sociales? ¿Qué desencadenó la furia de las exalumnas, que empezaron a publicar testimonios de estos hechos?
SEMANA revela la historia inédita de lo ocurrido en el interior del plantel y cómo han avanzado las investigaciones hasta este momento, que tienen en la mira de la Justicia a Mauricio Zambrano, un reconocido profesor de educación física y entrenador de fútbol de ese exclusivo colegio.
Ese 11 de febrero se quebró la paz en un hogar y en la institución educativa. Una adolescente de solo 14 años, luego de que su mamá notara comportamientos sospechosos en su manera de actuar en el entorno familiar y rutinas diarias, la confrontó y le preguntó qué era lo que le ocurría. La sorpresa e indignación fue mayor cuando la niña le confesó, en medio de titubeos y luego de dar muchas vueltas, que algo estaba pasando con uno de sus profesores, se trataba de Mauricio Zambrano.
La mamá insistió en que le contara si era un tema académico relacionado con su rendimiento o si había algo más detrás de su extraño comportamiento. Ella, como su mamá, quería saberlo para ayudarla, acompañarla y protegerla.
El testimonio
La joven terminó confesando lo que resultó siendo un escándalo. Le reconoció que entre ella y el profesor Zambrano hubo “acercamientos” y en la confianza de madre a hija le entregó algunos detalles, entre ellos, le manifestó que esos encuentros habían sido con su consentimiento.
Ante estos hechos tan graves, y teniendo claro que su hija apenas tiene 14 años y el profesor no solo la triplica en edad, sino que por su papel de docente tiene cómo generar una influencia negativa sobre la niña, de inmediato se la llevó para una clínica en el norte de la ciudad.
Al ser requeridas por los médicos, madre e hija contaron el motivo de la consulta, pues en criterio de la mamá se trataba de un caso de abuso sexual. Ante esta denuncia, de inmediato se activó el protocolo para enfrentar estos casos, que es conocido como “el código blanco”, el cual no es otra cosa que la ruta de atención integral para víctimas de violencia sexual.
Luego de que le hicieron las primeras entrevistas con especialistas y le solicitaron exámenes más rigurosos con el Instituto de Medicina Legal, el caso llegó a las autoridades. Tal como lo indica el protocolo, la investigación la asumieron la Fiscalía y la Policía, para iniciar las pesquisas y determinar si se pudo tratar de un delito enmarcado dentro del abuso o acoso sexual y quién podía ser el responsable.
Por supuesto que el tema no quedó ahí, porque la queja y la gravedad de lo sucedido llegó a las más altas directivas del colegio Marymount, que aunque trataron de manejarlo de puertas para adentro, les empezó a crecer como espuma y en cuestión de días ya era la comidilla en los pasillos de la institución, donde seguían guardando silencio.
No encontrando más alternativa y desde el colegio emitieron un comunicado que estalló en los medios de comunicación. “El colegio se permite informar que en días pasados, luego de conocer situaciones indebidas por parte de un profesor, realizó todos los reportes y activó la ruta que nos corresponde como institución educativa; asimismo, reportamos al sistema de alertas de la Secretaría de Educación y luego informamos a nuestra comunidad”. Agregaba la comunicación que “desde el primer momento en que el colegio fue informado procedió a trabajar de la mano con las personas afectadas, a activar los protocolos y a realizar los procedimientos establecidos, salvaguardando la identidad de las víctimas y la confidencialidad del caso para no entorpecer el debido proceso”.
El colegio informó también que el docente fue retirado de su cargo, al tiempo que se conocían en las redes sociales mensajes de exalumnas que denunciaban situaciones abusivas que involucraban al mismo profesor.
La investigación
Para este caso se conformó un equipo especial de fiscales e investigadores de Policía Judicial especialistas en estos temas, para avanzar lo más pronto en el caso.
Durante los últimos días, a marcha acelerada, se han dado a la tarea de recoger evidencias y pruebas para encaminar la investigación, entre ellas, se dispuso recuperar horas y días enteros de las imágenes de las cámaras de video del colegio, en especial de los días anteriores y posteriores a ese 11 de febrero, para ver los registros de la manera como actuaba el señalado profesor Zambrano.
También se ordenó escuchar las declaraciones del personal del Marymount, entre ellos las de profesores, psicólogos, coordinadores de curso, el personal de seguridad y la rectora María Ángela Torres, a quien el escándalo le pasó factura y fue retirada del cargo.
Tanto la rectora saliente como las directivas del colegio, el cuerpo docente y administrativo han estado colaborando con las indagaciones y han hecho saber a las autoridades que son los más interesados en que avance el proceso y se establezca la verdad.
En medio de estas diligencias, a las autoridades han llegado una serie de anónimos con datos claves, situaciones específicas como fechas, nombres, hechos puntuales, insinuaciones sobre supuestas actuaciones abusivas que habría tenido el profesor Zambrano, contra quien apunta la investigación.
Esta semana se realizó una importante diligencia con la adolescente de 14 años, quien acompañada por sus padres, ya fue valorada por especialistas del Instituto de Medicina Legal.
Pacto de silencio
Entre las aulas, en los pasillos, los baños, en la sala de docentes y las canchas de fútbol del colegio Marymount se habla en voz baja sobre el tema, pero nadie hace pronunciamiento alguno.
SEMANA habló con profesores, padres de familia y miembros de la comunidad académica, y aunque la preocupación es evidente, también salen a respaldar la gestión del colegio. La respuesta de las directivas es que por ahora no se van a pronunciar y que esperarán el avance de las investigaciones.
Por tratarse de un tema tan íntimo y sensible, y que implica a menores de edad, las pesquisas avanzan con pies de plomo, con el acompañamiento de psicólogos forenses, especialistas en psiquiatría y curtidos investigadores que buscan levantar el velo y determinar si el profesor Zambrano es responsable de los graves hechos por los que se le acusa.
SEMANA lo ha buscado insistentemente, pero no ha dado respuesta alguna. Lo que sí se ha conocido es que Zambrano les ha manifestado a personas de su círculo cercano que es inocente de esos señalamientos, que su comportamiento ha sido profesional y que está dispuesto a dar las explicaciones ante la Justicia cuando lo requieran.
Mientras tanto, sigue siendo sorprendente la actuación de la exrectora de la institución, quien aparentemente siempre estuvo informada de los abusos del profesor y nunca hizo nada para proteger a las niñas.