POLÍTICA

Tierralta, el poder político del antiguo fortín de Mancuso 

Durante la década pasada el poder local lo ejercían los paramilitares de Salvatore Mancuso quien se encargaba de poner los alcaldes. Tres de ellos terminaron condenados por nexos con las autodefensas. Ahora el municipio más grande de Córdoba se lo han repartido liberales, conservadores, La U y el Centro Democrático. 

25 de junio de 2019
Tierralta, el poder político del antiguo fortín de Mancuso. | Foto: Archivo SEMANA

Tierralta, el municipio más extenso del departamento de Córdoba, ha vuelto a ser noticia nacional por el asesinato de María del Pilar Hurtado. En la mañana del pasado viernes, a sangre fría, ante dos de sus hijos, fue asesinada. Ella laboraba en un aserradero de piezas de madera para fabricar guacales para transportar papayas, pero, al igual que su pareja, también se dedicó a la recolección de elementos para reciclar.

Sus hijos eran cuatro, todos varones, un pequeño de 5 años, otro de 14 y dos mellizos de 12 años. De estos últimos, uno es el que aparece en el video que conmocionó al país y donde exterioriza su profundo e impotente lamento ante el cuerpo inerte de su mamá, asesinada instantes antes por dos pistoleros en moto.

La vida en Tierralta no es sencilla y no solo por la pobreza. Este municipio del sur de Córdoba, parte del antiguo epicentro del paramilitarismo, no conoce qué es la paz, a pesar del proceso de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y, una década después, el acuerdo de paz con las Farc. Allí habitan víctimas de la violencia, desplazados, indígenas.

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Desde 2016 han sido reportados como asesinados 31 líderes sociales en Córdoba, 12 de ellos en Tierralta. Hace siete meses la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana para esta región del sur de Córdoba. El informe advirtió sobre la reconfiguración de grupos armados ilegales y dio cuenta de hostigamientos contra la población civil.

Sin embargo, Tierralta es uno de los municipios de Córdoba con mayor reducción de homicidios. Entre enero y junio de 2018 se registraron 16 casos mientras en ese mismo periodo de 2019 se redujo a 7 homicidios, según datos de la Policía.  

El poder político de este municipio era un auténtico fortín del paramilitarismo en la década pasada. Allí no se movía una hoja sin el consentimiento de uno de los más sangrientos jefes de las autodefensas, Salvatore Mancuso.

Allí se recuerda el pacto denominado ‘El Granadazo’ porque fue adelantado en la vereda Nueva Granada. Mancuso se reunió con líderes de la región y aspirantes a la alcaldía de Tierralta. El 20 de marzo de 2000, Mancuso habría definido los periodos en los que cada cual aspiraría a la alcaldía.

Según Salvatore Mancuso, él personalmente suscribió compromisos con los políticos de Tierralta. A cambio del apoyo efectivo de las AUC, “ellos se comprometían a sanear el municipio, que para ese entonces debía 14.000 millones de pesos. Ellos explicaron que, para poder sanearlo, no bastaba una sola candidatura, que se necesitaban dos. Entonces, por eso se puso en la primera candidatura a Sigifredo Senior y en la segunda (Humberto) Santos Negrete. Cuando yo me desmovilizo, en diciembre de 2004, el municipio ya estaba casi completamente saneado”, según sus confesiones en el proceso de justicia y paz.

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De ese acuerdo hicieron parte Sigifredo Senior, alcalde entre 2001-2004, médico apodado el Chichi. Le siguieron en el mandato Humberto Santos Negrete (2004-2007) y Aníbal Ortiz (2007-2011).

Senior fue acusado por la Fiscalía en 2008 y se acogió a sentencia anticipada y recibió una condena de seis años y tres meses de prisión por parapolítica. 

Su sucesor, Santos Negrete, también corrió la misma suerte. Fue capturado en noviembre de 2009 por miembros del CTI de la Fiscalía, para que respondiera ante la justicia por el delito de concierto para delinquir agravado.

Mientras que a Aníbal Ortiz fue el desmovilizado Edwin Manuel Tirado del Bloque Córdoba, quien le describió a la Fiscalía 13 de Justicia y Paz las supuestas relaciones del burgomaestre con los miembros de las AUC cuando estaban activas en Córdoba. Por cuenta de sus relatos, la Fiscalía 1 Especializada de Montería ordenó su captura como coautor del delito de concierto para delinquir agravado.

En esos años Tierralta también era fortín político de dirigentes que terminaron condenados por parapolítica. En este municipio de Córdoba los mayores electores eran el senador liberal Juan Manuel López Cabrales, Miguel de la Espriella, y la representante a la Cámara Eleonora Pineda. Los tres resultaron condenados por haber firmado el llamado Pacto de Ralito, en el que dirigentes políticos y jefes paramilitares acordaron refundar la patria. 

Tras el escándalo de la parapolítica el poder político en Tierralta se lo han repartido grupos políticos tradicionales en el departamento. En 2011 fue elegido alcalde Carlos Arturo Cogollo Lara quien fue avalado por el Movimiento de Inclusión y Oportunidades (MIO) que fue un partido que heredó parte de la estructura de la parapolítica. Cogollo terminó su periodo pero fue inhabilitado por la Procuraduría por irregularidades disciplinarias.

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El actual alcalde del municipio es Fabio Leonardo Otero quien fue elegido a nombre del movimiento Opción Ciudadana (antiguo PIN) en coalición con el Partido Liberal, ASI y Aico. Es hijo del dirigente conservador Fabio Otero Paternina quien ha salido a la palestra por la muerte de María del Pilar Hurtado, pues es dueño de uno de los predios que fueron invadidos por desplazados por lo que Hurtado habría sido amenazada.

Es hijo del dirigente conservador Fabio Otero Paternina quien ha salido a la palestra por la muerte de María del Pilar Hurtado, pues es dueño de uno de los predios que fueron invadidos por desplazados por lo que Hurtado habría sido amenazada.

Otero contó con el respaldo de una de las casas políticas más importantes de Córdoba en los últimos años como es el grupo del exsenador Musa Besaile. Tras el fenómeno de la parapolítica los votos en el municipio de Tierralta se los han repartido liberales, conservadores, La U y el Centro Democrático. 

En el año 2010 la mayor electora del departamento en las elecciones de Senado fue Arleth Casado de López, esposa del condenado por parapolítica Juan Manuel López Cabrales, con 5786 votos. Ese año emergieron en el municipio Bernardo ‘Ñoño‘ Elías y Musa Besaile con 3.274 y 1.128 votos respectivamente. 

En 2014 el mayor elector de Tierralta fue el Ñoño Elías con la votación más alta para un senador en ese municipio, cuando sacó 6.409 votos. Lo siguieron los exsenadores de la U Martín Morales Diz (3.375 votos) y Musa Besaile (2.588 votos). Ñoño Elías y Musa Besaile terminaron detenidos por el escándalo de Odebrecht mientras que Morales Diz fue condenado por homicidio. 

En el 2018 los mayores electores de Tierralta en las votaciones a Congreso fueron la senadora Rubi Chagui - que hasta 2018 fue jefe de comunicaciones de Álvaro Uribe - del Centro Democrático con 5.555 votos y el conservador David Barguil con 2.975 votos. El liberal Fabio Amín fue tercero en la votación individual con 2.635 votos mientras que el hermano de Musa Besaile, Jhon Moisés Besaile, fue cuarto con 1.503 votos. 

Para las próximas elecciones locales en Tierralta hay tres aspirantes fuertes. Uno es el conservador Jesús David Contreras que cuenta con el apoyo del senador David Barguil. El grupo de los Besaile respalda la candidatura de Daniel Montero mientras que el sector del actual alcalde impulsa a Angélica Avilés, prima del burgomaestre. Sin embargo esta candidata podría unirse a la aspiración de Montero quien tendría el respaldo de la actual administración.

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