NACIÓN

Las tierras usurpadas por Víctor Carranza regresan a la Nación

La que fue la emblemática hacienda del desaparecido zar de las esmeraldas –de 27.000 hectáreas– regresó a manos del Estado. La Agencia Nacional de Tierras la entregará, parcelada, a campesinos e indígenas.

10 de noviembre de 2016
Víctor Carranza. | Foto: Archivo SEMANA

El nombre de Víctor Carranza está asociado a poder y riqueza. El llamado zar de las esmeraldas amasó una inmensa fortuna, al controlar el negocio de las gemas y hacerse con miles de hectáreas de tierras, muchas de las cuales consiguió ilegalmente. Ese fue el caso de El Porvenir, en el Meta.

A donde llegó hoy el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Miguel Samper Strouss, para encabezar el acto de inicio de recuperación de una extensa cantidad de terrenos baldíos que pertenecieron irregularmente a personas cercanas al fallecido empresario de esmeraldas Víctor Manuel Carranza Niño.

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La llamada hacienda El Porvenir "no se vende, no se arrienda, no se permuta", dijo Samper ante unas 500 personas en una zona rural del municipio de Puerto Gaitán, Meta, donde los allegados a Carranza se habían hecho ilegalmente a unas 27.000 hectáreas de baldíos de la Nación.

Entre otros, el objetivo de la visita de la ANT a El Porvenir era explicarles a los miembros de la comunidad que el Estado colombiano está y estará presente allí para hacer respetar sus derechos y garantizarles que en todo momento cualquier decisión sobre los terrenos se tomará en el marco de la Constitución y la ley.

"Una deuda hiostórica con el país"

De acuerdo con el funcionario, los terrenos de El Porvenir a los que se hicieron ilícitamente Carranza y sus testaferros "es una deuda histórica con el país" por la forma como el esmeraldero terminó ocupando esos predios.

La ANT es una entidad estatal relativamente nueva (2015), pero que ese hecho no es óbice para que el director y sus empleados vayan municipio por municipio y vereda por vereda explicándoles a sus habitantes cómo pueden tener derecho a terrenos baldíos de la Nación.

En el mismo acto, la gobernadora de Meta, Marcela Amaya, agradeció a la ANT "por habernos escuchado", y dijo que desde Bogotá a la Altillanura colombiana se le considera "una oportunidad para" el país. "Necesitamos (que campesinos e indígenas) sean dueños de sus tierras", agregó la mandataria departamental.

De acuerdo con la agencia, el proyecto es que esas tierras puedan seguir siendo trabajadas por los campesinos e indígenas que las han ocupado durante los últimos años. Con el tiempo, incluso, esos terrenos podrían ser entregados definitivamente a esas personas. Un censo del 2015 daba cuenta de que unas 450 familias se encontraban asentadas en El Porvenir.

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En concepto del gobernador indígena de Puerto Gaitán, Mauro Chipiaje, los territorios de El Porvenir donde su comunidad está asentada en el pasado pertenecieron a sus ancestros. En la actualidad poco más de 200 de sus allegados se encuentran en las tierras usurpadas por Carranza y sus testaferros. Hoy en día cultivan en ellas yuca, maíz, auyama y patilla.

Según dijo el líder indígena, en El Porvenir en la actualidad hay paz, aunque en el pasado hubo en la zona guerrilleros y paramilitares. Por eso protestó por el hecho de que esos grupos alzados en armas hace años reclutaran a sus integrantes.

Sobre Carranza, recordó, "nadie podía meterse acá porque él era el de la plata. Posiblemente aquí no podía estarse uno porque el señor no lo permitía. Él ya descansó y está en el cielo si Dios quiere", observó el líder indígena. Por su parte, Miryam Guerrero le pidió al Estado, como dueño en el momento de tierras de El Porvenir, "que nos las dejen a nosotros para cultivarlas".

Sobre la presencia de Samper Strouss en el Porvenir, Guerrero hizo hincapié en que sería bueno que el funcionario "nos dijera si nos las van a dejar para seguir progresando" y para "sembrarlas de yuca, maíz y plátano".

En 1992 fueron proferidas 27 resoluciones de adjudicación respecto de los terrenos de El Porvenir. Esos baldíos terminaron englobados en cinco grandes predios –“Mi Llanura”, “Campo Hermoso”, “El Pedregal”, “Las Corocoras” y “El Rincón”– cuyos propietarios resultaron ser cercanos a Carranza o a sus familiares.

De hecho, para el 2014 Carranza figuraba en documentos como titular de mejoras sobre predios baldíos de la Nación, es decir, de El Porvenir. Adicionalmente, los predios en cuestión eran explotados por la empresa “Ganadería La Cristalina”, cuyo representante legal es Hollman Carranza, uno de los hijos de Víctor Carranza, quien murió en abril del 2013.

En su momento, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) concluyó que la “titulación (de tierras en El Porvenir) no recayó en destinatarios legítimos de la reforma agraria en la medida que se probó que en ningún caso… los favorecidos con el título ocupaban y explotaban los predios adjudicados…”.

Víctor Carranza, llamado el zar de las esmeraldas, se hizo millonario gracias a la explotación de minas en el departamento de Boyacá, y estuvo varias veces bajo sospecha de las autoridades por sus presuntos nexos con grupos al margen de la ley. De hecho, permaneció en prisión entre 1998 y el 2001, aunque no fue condenado.