Semana TV
Tik Tak: de la verdad al fraude electoral
María Isabel Rueda habla de que las denuncias sobre fraude electoral se regaron ayer como pólvora. Según el registrador, es equivocado confundir el preconteo con el escrutinio.
Suena el primer Tik Tak de hoy viernes 18 de marzo en SEMANA y suena por los lados del supuesto fraude electoral que ayer se regó como pólvora por cuenta de que en la tapa del escrutinio, que ahora debe confirmar el Consejo Nacional Electoral, se han presentado unas diferencias con los resultados que se anunciaron inicialmente el domingo pasado.
Según explicó el registrador Alexander Vega, la discusión se da porque el preconteo es solamente informativo y hasta que no haya un escrutinio definitivo nada es igualmente definitivo. Sin embargo, el lapso fue utilizado por el Pacto Histórico para hablar del fraude electoral más grande de la historia del país, porque según informaciones de los abogados que tienen vigilado el escrutinio en la Fiscalía, por parte de este partido, en dos días les han aparecido por lo menos 500.000 votos que no aparecieron en las primeras informaciones.
Y por desgracia, a esa acusación de fraude electoral se fueron colgando al calor de los hechos otros partidos, movimientos y candidatos que no quedaron contentos con sus propios resultados. Lo del Pacto Histórico se cuelga en el argumento de que la aparición de 500.000 votos o más entre el preconteo y el escrutinio nunca había pasado en unas elecciones en Colombia.
Según el registrador Vega sí, ya había pasado, cuando precisamente hace cuatro años, según le dijo el diario El Tiempo a Colombia Justa Libres, les aparecieron en esta misma etapa cuatro curules al Senado que no les habían aparecido en un comienzo.
Uno de los partes más serios al respecto lo dio la MOE, una ONG que tiene con misión la observación electoral; su directora Alejandra Barrios afirmó que aquí no se puede hablar de fraude electoral porque ese es un juicio prematuro, que lo que han encontrado sí es, y ella es bastante juiciosa, una gran cantidad errores que ella enumera y que evidentemente se tienen y se van a ir corrigiendo, porque se trata de errores muchos de ellos humanos y no de un ánimo de los jurados de perjudicar o favorecer a un determinado candidato o partido con ánimo fraudulento.
Meter al país en la ola de ese fraude electoral en medio de esta polarización es jugar con candela e indica el peligroso talante que puede llevar al país a confrontaciones que, como muchas cosas en la vida, se sabe cómo empiezan, pero no dónde van a terminar. En cualquier caso, no solo el registrador, sino el ministro del Interior y hasta el presidente Duque, deben estar encima de estos resultados para que sean lo más transparentes posibles.
Y las equivocaciones de errores que se cometieron y evidentemente se cometieron sean arrojados por la propia tecnología del escrutinio, y no por las denuncias de los ahogados, que esculcan a famosos en la Registraduría para encontrar votos debajo de las piedras o, si no los encuentran, inventárselos.