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Tik Tak: el debate de ayer
María Isabel Rueda cuenta que muchos candidatos no fueron obstáculo para que ayer hubiera debate presidencial, ordenado, pero picante. La principal noticia que produjo es si va a haber Centro Esperanza de aquí al 13 de marzo, porque algunos ánimos quedaron muy caldeados.
Suena el primer Tik Tak de este miércoles 26 de enero en SEMANA y lo hace por los lados de los debates, porque ayer, por cuenta del que organizaron este medio y El Tiempo con varios de los candidatos presidenciales, se dio por inaugurada la temporada oficial de debates en Colombia, que será muy intensa y que nos dará muchas cosas para pensar. Porque veremos muchos debates muy variados, en los cuales a unos de ellos acudirán unos de los candidatos, otros no acudirán, se mezclarán unos con los otros.
En fin, el problema consiste en qué hacer antes de las consultas de mayo, porque eso significa inevitablemente que fue la encrucijada en la que estuvieron ayer Vicky y Mompotes, pues que hasta no surtidas las consultas va a haber muchos candidatos, no más cada coalición tiene más de cinco candidatos. Solo la de la Esperanza tiene siete y eso significa inevitablemente debates llenos de candidatos, en los que no es fácil que se den unas confrontaciones ordenadas.
De manera que el público del debate puede ver algo que le interese y, sobre todo, que le deje alguna inquietud, alguna idea que pueda influir en la formación de su voto o en cambiarlo o en hacerlo, porque yo noto que la indecisión está altísima.
Ayer el equipo Vicky-Mompotes, que no la tenía fácil, optó por la fórmula de la montonera y no les fue mal, hay que reconocerlo. Acudieron Íngrid, Francia Márquez, Petro, Gaviria, Rodolfo, Fico, Zuluaga, Fajardo, Romero y Galán. Lograron mantener un relativo orden en el debate evitando que fuera muy estricto en materia de reglas de juego, que le quitara espotaneidad a las respuestas o picante a las respuestas, y que hubo, hubo.
Diría que el debate de ayer se lo llevó Juan Manuel Galán, que logró hacerle una crítica muy ordenada, pero muy dura, a su contendor Gustavo Petro, en el que no tuvo ni siquiera que recordarle ni su pasado guerrillero, ni terrorista, no, únicamente hubo críticas sobre su gestión, que es uno de sus talones de Aquiles, pues todos los que conocen bien el paso de Petro por Bogotá dicen que no hizo nada y además las compañías con las que anda rodeado en el Pacto Histórico.
Pero Galán se emparejó a Petro y eso es innegable, algo semejante intentó hacer Íngrid Betancourt con Alejandro Gaviria recordándole que entre ellos existía el pacto de no recibir corruptos, quizás aludiendo al apoyo que el día anterior había recibido Gaviria del congresista Germán Varón Cotrino, pero no por Varón, que además es un congresista serio, ordenado, formal, disciplinado, poco dado ha protagonizar escándalos, sino por su partido Cambio Radical, considerado por muchos como uno de los partidos más corruptos que hay en la política en este momento.
A Alejandro Gaviria se le notó el desagrado por el regaño de Íngrid mediando un tácito reclamo, que la ropa sucia se lava en casa, que los reclamos se los habría podido hacer Íngrid en privado y no enfrente de los medios de comunicación, donde obviamente hizo su show. Su respuesta a Íngrid, la de Gaviria, fue muy dura, hipócrita y mentirosa, le dijo que disfrazaba de superioridad moral la competencia electoral.
Es poco probable que el ataque de Íngrid a Gaviria le haya causado mayor daño, Gaviria nunca ha ocultado que pretende ir sumando apoyo y ayer mismo anunció dos, de Rafael Pardo y Eduardo Díaz, más los que se vienen, según les anunciaba yo ayer.
Salvo por este minipugilato entre Juan Manuel Galán y Petro e Íngrid y Alejandro Gaviria, los demás candidatos quedaron, como se dice, en su plata. Rodolfo Hernández se emocionó con el recuerdo de su hija secuestrada y muerta por el ELN y Francia Márquez a su manera -que es dulce, pero firme- le dijo a Íngrid Betancourt: “La respeto y todo, pero uno no puede venir simplemente cada cuatro años hacer política”.
Pero la gran pregunta que quedó en el ambiente es cuan cohesionado está el Centro Esperanza por dentro, si la armonía que se les veía, por lo menos de dientes para adentro, sobrevivirá en el desgaste de futuros debates y si Alejandro Gaviria se queda en la Esperanza o considera que los duros reclamos de Íngrid son una causal de divorcio definitivo.
¿Cómo están las fuerzas por dentro? Pues no, regulares están alineadas disparejamente, contra Gaviria disparan sus dardos además de Íngrid, Juan Manuel Galán y Jorge Enrique Robledo, que nunca quiso ver a Gaviria entrando a la coalición, quien incluso calificó de inaceptable la respuesta de Gaviria a Íngrid sobre hipocresía y oportunismo. Y en cuanto a Sergio Fajardo, tibio, ni con Gaviria ni con Íngrid, solo lamentó el impase sufrido por la coalición, y esto a 45 días de la consulta interna de esta, que dizque prometió acabar con la polarización, está en veremos.