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Tik Tak: el salto de las encuestas a la realidad
María Isabel Rueda opina que, ante la sorpresa, algunos recibieron la encuesta electoral publicada por SEMANA con malabares matemáticos para cuestionar sus resultados. Pero es que la realidad no miente. No es sino acercarse con curiosidad a ver qué hicieron los candidatos este fin de semana para ver cómo van las campañas.
A las 6:15 a. m. suena el segundo Tik Tak de hoy lunes 25 de abril en SEMANA y suena por los lados de las encuestas, la del Centro Nacional de Consultoría publicada por SEMANA agitó aún más el avispero.
Inmediatamente, muchos salieron a intentar hacer acrobacias matemáticas para desafiar la credibilidad de la encuesta, alegando que la muestra estaba mal tomada, etcétera, con poca capacidad de convicción. Pero más aún para mediados de esta semana se espera otra encuesta, la de Invamer, que muy probablemente sin que se conozca todavía el resultado confirmará las tendencias de Petro.
Pero es que vamos a la realidad, son necesidad siquiera las encuestas y no es suficiente ver, por ejemplo, cómo están trascendiendo las campañas, como están llevándose a cabo, cuáles son los hechos de campaña que estamos viendo, pues miremos no más lo que pasó este fin de semana. Fico Gutiérrez corrió la Media Maratón de Medellín y fue ovacionado en un restaurante de la ciudad; Fajardo estuvo montando en bicicleta en la ciclovía de Bogotá y, mientras Fico y Fajardo sacaban tono muscular, Gustavo Petro ganaba tono político llenando la plaza pública en Ariari, Meta.
Cada candidato puede tener su propio estilo de hacer política, hay uno tradicional que no miente y es el de convocar a la gente públicamente a ver y oír de manera masiva al candidato en plaza pública, porque es que la plaza pública vibra y la plaza pública elige.
Ni la Media Maratón ni la ciclovía convencen a un número plural de votantes, si acaso al que le toca correr al lado de Fico o alguien que lo aplaude entre el público, y lo mismo Fajardo, el que le pasa al lado en bicicleta y se toma una foto con él. Y menos si los candidatos se quedan sus fines de semana en Bogotá y Medellín, mientras su rival recorre uno de los departamentos más sensibles en orden público en el país, como es el Meta.