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Tik Tak | “Estoy secuestrado en Australia”, dice Djokovic
María Isabel Rueda piensa que los antivacunas ya no saben qué inventar. Mientras que el papá del tenista lo compara con Jesucristo y lo califica como el Espartaco de la libertad, ómicron tiene patas arriba al planeta. Mucho cuidado con aquellos que piensan que esta variante, más contagiosa, solo produce una gripita.
A las 7:26 a. m. suena el primer Tik Tak de este viernes 7 de enero en SEMANA y sigue sonando, como ayer, por los lados de la novela del número uno del tenis: Novak Djokovic. Porque, mientras el tenista se describe así mismo como un secuestrado en territorio australiano, su padre lo define como el Espartaco de la libertad y que, cual Jesucristo, lo quieren crucificar.
Las dos cosas son pura paja. De secuestrado, Djokovic, no tiene absolutamente un pelo porque puede salir en cualquier momento de su hotel, pero no para entrar a Australia sino para salir de su territorio porque desafió, como su propio colega el tenista Rafael Nadal lo reconoce, las condiciones que exigía Australia para ingresar al país y con ‘¿El usted no sabe quién soy yo?’, pretendió burlarse de ellas.
Lo de Espartaco y Jesucristo es una ridiculez, Djokovic es un abanderado de los no vacunados con la insensatez y el egoísmo que eso trae para sus congéneres. Mientras tanto, la variable ómicron tiene puesto patas arriba al planeta nuevamente.
En Colombia hubo la ‘bobadita’ de 23.039 nuevos casos positivos y expertos aseguran que vamos disparados para los 40.000 diarios. India, por ejemplo, duplicó con sus casos en una semana; Francia registró 300.000 contagios; en un solo día, Alemania tiene su gobierno pensando en tomar medidas muy drásticas, y así de país en país la situación la afrontan a su manera, pero es grave.
La velocidad del contagio de ómicron se compara con la del sarampión. “Es un tsunami”, dicen los expertos. Y para quienes creen que puede ser muy contagioso, pero que es menos agresiva, esta modalidad sí puede poner en jaque a los sistemas sanitarios; aunque, por ejemplo, en Colombia tiene afectada la abastecimiento de insumos para hacer pruebas y, además, tiene congestionados los servicios de urgencias.
El ómicron no es, como se viene corriendo la voz, una simple gripita. Enferma, hospitaliza y mata, especialmente a los no vacunados, pero también con menos agresividad a los vacunados. De manera que esta pesadilla no parece tener luz al final del túnel arrancando el 2022. A cuidarse, a resguardarse y ha no exponerse a que nos dé el contagio y pues con unas consecuencias que no sabemos cuáles serán.