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Tik Tak: la guachafita en la instalación del nuevo Congreso
Más congresistas, y muchos en plan de guachafita, poco decorosa, fue lo más vistoso de la instalación del nuevo Congreso. Se vio a muchos mascando chicle, o llamando la atención con sus indumentarias, o dándose bañitos de popularidad ante las cámaras, sin importar que taparan al orador. Es, definitivamente, un nuevo Congreso, aunque quién sabe si mejor. Escuche a María Isabel Rueda.
Suena el primer Tik Tak de hoy jueves 21 de julio en SEMANA y suena por los lados, claro, de la posesión del nuevo Congreso, que permite dos miradas: una simpática, la de la estética y la de las anécdotas, y otra de fondo.
Entre los detalles anecdóticos que incluso rompieron, como digo, la estética de una fecha tan importante, es que muchos de los presentes aparecieron mascando chicle, había gente mascando chicle por todos lados. ¿A qué horas la posición del Congreso de la República un 20 de julio en el Capitolio se vuelve de esas malas costumbres, de esas malas maneras?
También no faltaron quienes se la pasaron atravesándose a las cámaras cuando algún congresista tomaba la palabra desde su curul, en algo que yo he insistido no es accidental, sino que contiene el ánimo de sendos de popularidad consistentes en que ahí dónde está la cámara se paran o pasean para que los vean en sus municipios.
No faltaron los vestidos escotados de cóctel, como el que desplegó una funcionaria de blanco de la Mesa Directiva que subía y bajaba y daba vueltas por todos lados; no faltó quien llevó a su perro y lo sentó muy formalito en curul; otro congresista hombre se fue con altísimos tacones con un mensaje de inclusión; otro se fue con unos zapatos elaborados con fibras de marihuana; otras se fueron con vestidos diseñados por los reinsertados de las Farc.
Pero sin duda alguna, lo que se puede comentar de fondo fue la guachafita o la corraleja, como la llamó Rodolfo Hernández, que pasó por allá. Se sabía que le esperaba al presidente Duque en su discurso algún desplante, las nuevas mayorías lo interrumpieron varias veces con gritos de mentiroso, el presidente del Senado tuvo que exigir orden, pero ese nuevo Congreso seguirá funcionando más o menos así, porque su integración en la que reina la abyección ante el nuevo gobierno será así o es así ya.
Habrá 108 senadores y 184 representantes, el mayor número de congresistas de la historia, entre los senadores, 20 del Pacto Histórico, 15 del Partido Conservador, 14 del Partido Liberal, 13 de los verdes, 13 del Centro Democrático, 11 de Cambio radical, cinco del Partido de los Comunes, más Rodolfo Hernández, que ya les dije que había aparecido por allá, y el resto son indígenas y cristianos.
En la Cámara, los números son un poco distintos: hay 32 representantes del Partido Liberal, 28 del Pacto Histórico, 25 del Partido Conservador, 18 de Cambio Radical, 17 de los verdes, 16 curules para la paz, el Centro Democrático tiene 15, los Comunes, cinco y el Nuevo Liberalismo, dos.
En cuanto a mujeres, hay 32 senadoras y 64 representantes, con lo que la cuota femenina en el Senado solamente asciende a 28,5 %. Y el 61 % de los congresistas son caras nuevas, lo que tampoco es que garantice un mejor Congreso. Ya veremos en el próximo Tik Tak cómo le fue al presidente, quien -a pesar de la guachafita- estuvo erguido enumerando los principales logros que él considera de su gestión y desafiando al gobierno entrante en varios puntos.
Ah, y agradeciéndole a la Virgen de Chiquinquirá, cuya sola mención enfurece tanto algunos que, incluso, su propia mención trataron de prohibírsela, pero no pudieron a través de una tutela.