Tik Tak: primeros secreticos del proyecto de paz total del gobierno Petro

Suena el segundo Tik Tak de hoy martes 30 de agosto en SEMANA y suena por los lados de los primeros secreticos que se conocen del proyecto de paz total, que está camino de llegar al Congreso.

Ya se sabe que por ahora solo tiene 16 artículos. Entre ellos, la autorización a que haya diálogos regionales promovidos por los propios alcaldes, algo que históricamente venía prohibido en el país por miedo a que se desembocara en un despelote sin una dirección general de parte del Gobierno nacional, con cada alcalde adelantando su proceso de paz en su vereda y sus propios diálogos con narcos y guerrilleros.

¿Qué tenemos hasta ahora en el proyecto de paz total? Lo primero, la suspensión de las órdenes de captura y de extracción para quienes negocian la paz con el Ejecutivo. El primer requisito es que esas bandas que negocien tengan dirección de un mando responsable y ejerzan sobre una parte del territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares, sostenidas y concertadas.

Esta sería la primera gran preocupación que habría que consultar con los autores del proyecto, porque si los grupos que van a recibir esos beneficios de la negociación, que incluye suspender esas órdenes de captura de sus principales líderes, entran en un lapso mientras todo esto se consuma, dado que en ese tiempo las organizaciones criminales podrían estar tentadas en demostrar su poderío territorial, promoviendo, por ejemplo, enfrentamientos con el Ejército o la Policía en la zona para hacerse notar. Es decir, aumentar la confrontación y calificar para recibir el acogimiento del Estado.

La segunda preocupación es que el próximo presidente de Colombia perdería la iniciativa que por Constitución tiene toda persona que esté en ejercicio de la Presidencia en Colombia, en otras palabras, la iniciativa de paz y de orden público, resolver si eventualmente se negocia con quién y por qué. Pero no. Aquí se van a montar negociaciones con el ELN y con cualquier grupo levantado en armas contra el Estado o cualquier organización armada ilegal que cumpla con los requisitos de poderío territorial que comentábamos atrás.

Se calcula que serían 26 esos grupos con los que se abrirían negociaciones, puede ser guerrilla, pueden ser paras o pueden ser narcos. Pero ahora viene un truco que ya ensayó con éxito el expresidente Juan Manuel Santos en sus negociaciones con las Farc, y es que quedan automáticamente vinculados los gobiernos futuros a las decisiones que el presente resuelva.

Esto porque los gobiernos posteriores que lleguen tienen la obligación de seguir adelante con cualquier proceso que se ha iniciado por el gobierno Petro. Eso está contemplado que venga en la ley que se negociará en el Congreso, porque este proyecto contempla que la paz sea una política de Estado, que comprometerá a todas las autoridades de todos los niveles a la que los próximos gobiernos que lleguen deberán garantizarle continuidad y concluir, si no han concluido, los procesos que deje abiertos y en desarrollo el actual gobierno.

Es decir, pongamos un ejemplo: que si un eventual gobierno futuro que llegue al país no está de acuerdo con suspender la extradición de los grandes capos, pues muy probablemente no podrá restablecerla.

Gradualmente, iremos conociendo qué otras implicaciones trae este proyecto de paz total porque, entre otras cosas, el presidente Petro ya anuncia que promoverá una gran Comisión Andina que ponga sobre la mesa la política contra el narcotráfico como la hemos conocido hasta ahora. Y que, es cierto, deja bastantes frustraciones en su historia, pero lo que viene es colectivo. Pongámosle atención.