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Tik Tak: ¿quién para la guerra entre las Farc y el ELN?
Por ahora, pinta que nadie porque mientras el ELN rechazó el cese bilateral del fuego, las disidencias lo aceptaron, lo que hace confuso que el Ejército o la Policía puedan intervenir. Escuche a María Isabel Rueda.
Suena el primer Tik Tak de hoy, jueves 12 de enero, en SEMANA y suena por los lados de una nueva víctima. Pues resulta que ahora el ELN, aunque suene increíble, se autoproclama víctima en el escenario nacional.
Ayer, en su decisión de seguir hurgándole en la herida de la metida de pata al Gobierno con su cese al fuego bilateral, uno de los comandantes legendarios del ELN, Antonio García, salió a decir una inverosímil declaración en comillas: “Somos víctimas de compromisos del Gobierno con nosotros en los que no participamos en su construcción”.
Encima de todo, embistió contra el proyecto de ‘paz total’ del presidente Petro con la teoría de que este gobierno “pretende darles estatus político a bandas y grupos paramilitares, pero no tiene claro qué procesos debe de seguir con ellos. El Gobierno busca con el proceso con el ELN”, dice García, “abrirles camino, cosa que resulta peligrosa para el proceso de paz, al que estamos tratando de darle continuidad”.
Primera conclusión: el ELN detesta que todos los focos no estén puestos en ellos, sino repartidos entre otros grupos de mafiosos por cuenta de la paz total. Y segundo, aprovechando la metida de pata del Gobierno, siguen intentando sacarle una u otra tajada en la negociación. Porque también dijo García ayer: “Es elemental que un acuerdo se haga entre dos y de decretarse dicho cese de esa manera unilateral se trata de una imposición. Por lo cual considero que no se necesitaría ninguna mesa de negociación”. ¿Qué tal eso? Pero en fin, el ELN se da esos lujos siempre que se sienta a negociar.
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Entre tanto, ayer se preguntó en el Tik Tak dónde estaban los veedores del cese bilateral del fuego. Porque el ELN, que no lo aceptó, anda matándose en Arauca con las disidencias de las Farc, que supuestamente sí aceptaron las reglas del cese bilateral.
De por medio está, claro, la población civil. Por ejemplo, en el Cauca secuestraron las mismas disidencias a un suboficial del Ejército. Vuelvo y pregunto: ¿dónde están los reportes de los verificadores de la iglesia?, ¿de las Naciones Unidas? Solo palabras. Como dice el señor Carlos Ruiz Massiel, representante del secretario general de la ONU Antonio Gutiérrez en Colombia, “las medidas tomadas por el Gobierno ayudarían a resolver la violencia si se efectúan con un sentido compromiso”.
¿Qué tal el compromiso del ELN? Supuestamente sentado con el Gobierno en una mesa de negociación, pero matándose con las disidencias de las Farc por las rutas del narcotráfico en Arauca. ¿Qué buena intención se puede sacar de eso? La ‘paz total’ no pinta. Solo parece un espejismo en la imaginación del visionario presidente Gustavo Petro por detalles como estos.
Tik Tak: Contradicciones de la ‘paz total’
La principal es que este año se rebajaron las metas de erradicación en un 60 %. Si se baja la guardia contra la materia prima del tráfico de cocaína, habrá más motivo para que el ELN y las Farc se maten por cultivos y por rutas. Escuche a María Isabel Rueda.
A las 6 y 10 minutos de la mañana suena el segundo Tik Tak de hoy 12 de enero en Semana, y suena por los lados de la sangrienta guerra que libran el ELN y las disidencias de las Farc en el territorio colombiano en su búsqueda de hegemonía por el negocio del narcotráfico. Porque aquí hay una contradicción muy grande, pues sí, el gobierno busca la paz total, pero interpretando o siguiendo quizás una orden que no conocemos, la policía anunció, y el país poco ha reaccionado al respecto, un recorte en sus metas de erradicación de cultivos de coca en un 60%.
El año pasado la meta fue de 50.000 hectáreas, pero este año es solo de 20.000 hectáreas, porque el Gobierno resolvió bajarle la intensidad a la persecución de cultivos y subirse a la a la interdicción. Esto por cuenta del cambio de paradigma en el fracaso de la lucha contra las drogas. Seguimos siendo el principal productor de coca en el mundo. En 2021 se dispararon los cultivos a 204.000 hectáreas, según el monitoreo de Naciones Unidas, y a 1.400 toneladas la producción de clorhidrato de cocaína.
Pero con esta cantidad de decretos de cese bilateral del fuego con los narcos, ¿Qué autoridad se mete a Tibú?, por ejemplo, ¿al municipio con más cultivos de coca del país y donde están mezclados y traslapados todos los grupos con todos? Ni tan pendejas que sean las autoridades, o las matan o terminan acusadas de violar el cese bilateral con las bandas de narcotraficantes.
Al que parece no haberle gustado ni pío esta rebaja de las metas de erradicación anunciada por la policía, en interpretación o en cumplimiento de una orden del Gobierno, fue a Estados Unidos. Su embajadora ante la ONU, Linda Thomas Greenfield, aprovechó la visita de la vicepresidenta Francia Márquez y el canciller Álvaro Leyva a las Naciones Unidas para, primero, felicitarnos, pero segundo para regañarnos. Nos felicita por los planes de la Reforma rural, por la creación del Ministerio y la igualdad por el proyecto de Paz total, pero nos regaña bien duro diciéndonos que frente a los cultivos de coca las autoridades deben actuar.
Con razón la embajadora dice lo siguiente: “La producción de drogas ilícitas sigue avivando la violencia en áreas afectadas por el conflicto, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito reportó niveles récord de cultivos de coca en el 2022″. Seamos claros, todos los actos de violencia, ya sean ataques contra la fuerza pública, comunidades indígenas o afro colombianas, ex combatientes, defensores de derechos humanos o ambientalistas impiden el progreso y la paz. Eso dijo la embajadora ante las Naciones Unidas.
Y ese es el problema, que los cultivos de coca y el tráfico de cocaína son el corazón de los enfrentamientos entre el ELN y las Farc. Que vuelve víctima a la población civil que Petro tanto dice querer proteger. Entonces, si es a ella a la que se quiere proteger, no hay que bajarle la guardia a los cultivos que son la gasolina del narcotráfico.
Una de las consecuencias es que la población de Puerto Rondón, donde se libra una sangrienta guerra entre Farc y ELN, pueda terminar sometida a un desplazamiento masivo. El veedor del pueblo, Carlos Camargo, dijo al respecto: “Tristemente en Puerto Rondón se reporta el hallazgo de varios cadáveres de hombres que habrían muerto en combate, lo cual aumenta la incertidumbre de la población y ha generado el confinamiento de las familias que habitan las veredas, El paisaje, Normandía y Lejanías y no se descarta la ocurrencia del desplazamiento forzado”. En este panorama, carambas, no pinta ni pío la paz total.