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Tik Tak: una cancillería coja
La del actual canciller no es una cancillería que convenza. No solo por los polémicos nombramientos que ha hecho el doctor Álvaro Leyva, sino por los que le falta por hacer. Los pasaportes son prácticamente imposibles de sacar. Y él viaja y viaja, no se sabe cuándo por trabajo y cuándo por placer. Escuche a María Isabel Rueda.
Suena el primer Tik Tak de hoy lunes 20 de febrero en SEMANA, y suena por los lados de la Cancillería de Álvaro Leiva porque está siendo tremendamente criticada, no solo por los polémicos nombramientos que ha hecho, sino también por los que no ha hecho.
Ni siquiera han logrado restablecer la entrega de pasaportes, por favor, y como disculpa sale con que la mayoría de los sistemas relacionados con ese trámite están obsoletos y adolecen de graves deficiencias en seguridad, ¿y cómo habrán hecho los gobiernos anteriores para cumplir con ese trámite?
Y mientras tanto, el canciller viaja, viaja y viaja. Que al fin y al cabo es la actividad principal de un canciller, pero en el caso de Leyva no es clara la diferencia entre los viajes de trabajo, los de turismo y placer. En general, los cargos diplomáticos se están llenando, sobre todo, con amigos de Petro y del antiguo M-19.
Todos los gobiernos nombran amigos o pagan favores con los nombramientos diplomáticos, pero este viene de criticar esas prácticas que hoy copia idéntica y descaradamente. Con la agravante de hacer nombramientos muy polémicos, como gente que no llena los requisitos ni siquiera académicos al estilo del nuevo embajador en México, Álvaro Moisés Ninco Daza. O de los que se rajan en estándares morales, como el cónsul en Chile, Sebastián Guanúmen, o como Temístocles Ortega, nuevo embajador en Chile, quien está en medio de una acusación de la Fiscalía por presuntas irregularidades en contratación.
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Como si fuera poco, muchos consulados e incluso embajadas en el mundo están vacantes, con lo cual la vital la atención consular de los colombianos en el exterior, más los intereses diplomáticos de Colombia, están abandonados.
Pero la tapa de la Cancillería es la respuesta ante la humillante decisión del Congreso peruano por setenta y pico de votos contra ventipucho de declarar al presidente Gustavo Petro nada menos que persona non grata en el Perú. Ante lo cual la Cancillería respondió que semejante declaración no afectará las relaciones entre ambos países, semejante comentario tan bobo, no es proporcional con la decisión de que el presidente colombiano no es persona bienvenida en el Perú.
Lo que a su vez significa que Petro no puede ir a dicho país, una de las formas más graves de censura que una nación aplica a diplomáticos extranjeros, pero resultó un caso muy raro que se le aplicara al presidente de otro país. Eso porque el mandatario colombiano se ha entrometido, de frente, abiertamente, en la política peruana desde que el expresidente Pedro Castillo intentara cerrar el Congreso y este a su vez resolviera destituirlo.
Pero si Petro no puede entrar al Perú, ¿cómo haría la Cancillería colombiana para garantizar dizque la normalidad de las relaciones entre los dos países? Mejor siga viajando, canciller, aunque sea por placer.