NACIÓN
Timochenko habla del 2022 y dice que solo el pacto histórico de Petro puede preservar la paz
En la carta enviada al presidente de Comunes, Rodrigo Londoño asegura que la coalición de la esperanza de Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Robledo es “más proclive a la defensa de la paz desde la defensa de los intereses del régimen vigente”. Agrega que los ex FARC viven en la absurda paradoja de ser apartados de la lucha política por la desconfianza de los otros partidos.
La carta que Rodrigo Londoño, el antiguo líder de las FARC, envió a Jorge Ramírez, presidente de Comunes, el nuevo nombre del partido que agrupa a los excombatientes, todavía tiene mucha tela por cortar, más allá de las disputas que generó en el interior de dicha colectividad.
El documento, que para algunos terminó de confirmar las guerras internas que se viven en esa colectividad de los ex FARC, después de casi tres años en que comenzaron a hacer presencia en el Congreso de la República, también da indicios del análisis político real que hacen sus líderes.
En una de su partes, Timochenko habla del futuro político del país y de las elecciones presidenciales del 2022, sobre esto señala que que la Coalición de la Esperanza, promovida por el Partido Alianza Verde y que deja por fuera a Gustavo Petro, “es proclive a los intereses vigentes”; y que “el Pacto Histórico (liderado por el mismo Petro” sí defendería La Paz”.
Según Londoño, la actualidad del país muestra estas dos tendencias claras como alternativas. Por una lado destaca los que se concentran teniendo como eje a los Verdes, con Sergio Fajardo, Claudia López, Jorge Robledo, entre otros. Y el otro grupo alrededor de Petro, al que según su análisis se sumarían el Polo Democrático, la Unión Patriótica, la lista de los Decentes y el Movimiento Mais, entre otros.
“Podemos decirlo aquí entre nosotros, la primera de tales opciones parece más proclive a la defensa de la paz desde la defensa de los intereses del régimen vigente, mientras que la segunda, a la que se han sumado personalidades como Roy Barreras y Armando Benedetti, así como reconocidas figuras del arte y la cultura populares, resulta a todas luces más cercana a la defensa de la paz, la vida y los Acuerdos que proponemos nosotros”, señala el histórico líder del desmovilizado grupo guerrillero.
Ahí, Londoño suelta otra perla en la misiva y reconoce que hay gente decidida a poner obstáculos y a ejercer resistencia a la llegada de su grupo para sumarse a cualquiera de esas dos alternativas políticas, con miras a las próximas presidenciales.
Londoño va más allá y cuenta que varios de sus líderes, algunos de ellos con silla en el Congreso de la República han venido haciendo lobby para llegar a acuerdos, pero aunque se han abierto caminos todavía no tienen nada definido.
“Nuestros parlamentarios más consecuentes han venido desarrollando una intensa actividad de acercamientos y conversaciones, a la vez que manejando las cosas de tal modo, en conjunto con la dirección partidaria, que conseguimos que el Pacto Histórico considerara incluirnos dentro de su propuesta. Eso no significa que ya lo hayamos logrado definitivamente, pero a la vez nos implica el reto de perseverar en ese propósito”, se puede leer en el documento.
El excomandante de las Farc define su situación actual y la de sus compañeros como una “absurda paradoja” y como “el reto más grande que tienen”, porque después de llegar a un acuerdo histórico con la firma del Acuerdo de Paz con el gobierno colombiano, ahora sean vistos con desconfianza por sus pares políticos.
“Tras una larga lucha que logramos concertar con el Estado los Acuerdos de La Habana, un pacto sin antecedentes en la historia contemporánea y que no hubieran alcanzado nunca esos sectores por sí solos, somos apartados con desconfianza de la lucha política por su cumplimiento, en razón a que fuimos Farc, actores del conflicto, aun siendo partido político legal e integrantes de la bancada de oposición en el Congreso de la República”, reitera.
En la carta, que más se lee como un informe, Timo señala que el camino para superar estos obstáculos, no es otro que un gran acuerdo con sus antiguos compañeros de acciones. “Y aquí retomo el segundo gran tema al que hacía alusión al comienzo. Nuestro partido necesita una dirección unida, consecuente, firme en sus propósitos y que trabaje incansablemente por ellos”, agrega.