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Todos cedieron y todos ganaron: detalles del acuerdo entre el GEA, el Grupo Gilinski y sus socios árabes de IHC Capital Holding
Nutresa, la multilatina de alimentos más grande de la región, que genera 48.000 empleos y está valorada en 7.000 millones de dólares, pasa a manos del Grupo Gilinski e IHC. Había estado durante 40 años bajo la sombrilla del GEA. ¿Qué viene ahora?
El Grupo Gilinski e IHC pasarán a tener una participación no inferior a 87 % en Nutresa a cambio de vender su inversión en Grupo Sura, conglomerado empresarial que, al igual que Argos, dejarán de ser accionistas de la más grande multilatina de alimentos de la región, que ha sido valorada en 7.000 millones de dólares y es generadora de 48.000 empleos. Mediante ese movimiento estratégico, el cual forma parte de un acuerdo de entendimiento firmado por ambas partes y presentado para su evaluación a las autoridades colombianas competentes, la novela que se desató tras las ofertas públicas de adquisiciones (OPA) dio un giro inesperado, que cambiará el modelo de enroque societario que mantuvo por años el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), con el fin de conservar el control de sus compañías, las cuales se gestaron en el proceso de industrialización de Antioquia.
Dentro del GEA, unas empresas eran dueñas de otras, lo que frenaba la entrada de nuevos inversionistas procedentes de regiones distintas. La llegada del Grupo Gilinski, integrado por varias generaciones de empresarios caleños, que apareció en el escenario con una serie de OPA, logró resquebrajar parte de esa red de propietarios dentro del GEA al adquirir el 31 % de Nutresa y el 38 % de Sura.
Más allá de la presencia del nuevo inversionista, el enroque empresarial ha mantenido a Nutresa con el 13 por ciento de participación en Grupo Sura, que a su vez es dueño del 35 % de Nutresa. Entre tanto, Grupo Argos tiene el 27 % de Sura y casi 10 % en Nutresa. El mismo conglomerado (Argos), que opera en el sector constructor y de concesiones, cuenta con la mayoría accionaria en Celsia, empresa dedicada al negocio de la energía; pero también lleva bajo su sombrilla a Odinsa, compañía que juega en la cancha de la infraestructura aeroportuaria, y a Cementos Argos, productora y comercializadora de cemento y concreto.
El Grupo Sura, por su parte, es el accionista mayoritario de Bancolombia, con el 46 por ciento de sus títulos y controla más del 50 % del fondo de pensiones y cesantías Protección.
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¿Qué cambia?
Con la firma de un acuerdo de entendimiento, Gilinski e IHC pasarán a ser controlantes de Nutresa, por lo que analistas de BTG Pactual sostienen que la transacción estaría diseñada para “empezar a desenredar esa peculiar estructura corporativa que había mantenido el GEA”.
IHC, International Holding Company, que será pieza clave en la transacción, es una sociedad con sede en Abu Dabi, donde cotiza en bolsa y registra un valor bursátil de 200.000 millones de dólares.
Se le considera como una de las compañías de cartera de inversión más importantes de la región. Tiene presencia en Medio Oriente, Europa, África, Asia y América, por lo cual representa una oportunidad para ampliar la ya fuerte presencia regional de Nutresa en América Latina, hacia los mercados globales.
El terreno está abonado para ello. La multilatina de alimentos es líder mundial en sostenibilidad, uno de los componentes necesarios para ingresar a mercados internacionales. De hecho, es la única compañía latinoamericana de alimentos que se ha mantenido por varios años en el famoso índice mundial Dow Jones de sustentabilidad, en el que compiten 13.000 empresas del mundo.
Con una mirada hacia 2030, la compañía se propuso una estrategia que promueve la cooperación con las personas, los aliados y la sociedad. En ese sentido, cuenta con una red de más de 16.100 proveedores y trabaja de la mano con los campesinos para aumentar cada vez más la adquisición de insumos en el territorio nacional. De esa manera, se insertó en los retos de abastecimiento y logró ayudar a enfrentar la volatilidad de los precios de los productos importados.
Luego de conocer el acuerdo para que el Grupo Gilinski e IHC tomen el control de Nutresa, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado a la alianza. “Ahora hablan en la prensa que los árabes, que eran buenos cafeteros, se han quedado con la propiedad de Nutresa, empresa que era del Grupo Empresarial Antioqueño, pero yo creo que, sabiendo que ya no es tan nacional, puede haber una oportunidad”, dijo el mandatario.
En los informes anuales de la multilatina de alimentos se registran proyectos como el de café oso en El Águila (Valle), que ha permitido a los campesinos de la zona la producción de un grano de talla mundial, que incluso fue exportado a Emiratos Árabes Unidos.
Estos caficultores, gracias a la alianza de comercialización con Nutresa, reciben apoyo para la innovación. Es decir, la propuesta del mandatario colombiano ya está en marcha.
Con el mismo equipo
El lineamiento que hasta ahora ha tenido la compañía de alimentos se mantendrá, confirmaron las partes que intervienen en el acuerdo.
Nutresa continuará con todo el equipo directivo que ha venido liderando su rumbo y cuyas estrategias han permitido llevar a esta multilatina a la posición que ocupa en los mercados latinoamericanos. A su vez, Carlos Ignacio Gallego, quien ha sido timonel de Nutresa durante nueve años, envió un mensaje a los trabajadores en el que señaló que la llegada de inversionistas globales a la organización “es muestra de confianza en los empleados, en los líderes de la organización y en los países donde actuamos”.
Dentro de los términos en los que está suscrito el acuerdo, las partes establecieron que Nutresa, aunque busca conquistar más mercados internacionales, seguirá operando desde Medellín y generando valor para la región y el país.
Varias han sido las voces que han opinado sobre el acuerdo. El empresario antioqueño Carlos Raúl Yepes, expresidente de Bancolombia, se refirió a este anuncio empresarial como algo “positivo, porque permitirá que Nutresa siga su vuelo con el impulso de los nuevos dueños”, mientras que “Sura y Argos tendrán la oportunidad de reinventarse, llegar a otras partes del mundo, ser más innovadores y ambiciosos”.
Yepes se volvió protagonista en una de las asambleas del Grupo Sura, en Medellín, porque adquirió una única acción en la compañía, solo para hacer sonar su voz y pedir un ‘pare’ a esa guerra de demandas en el entorno de los negocios. Se refería a situaciones conflictivas que se suscitaron entre inversionistas, provenientes de circunstancias del pasado que dividieron al GEA y al Grupo Gilinski, en medio de la venta de Bancolombia. Eso se dio a finales de los años noventa y podría haber estado salpicando en el presente la relación de los dos grupos empresariales.
Al conocer el acuerdo en el que todos cedieron y todos ganaron, Yepes vaticinó que “es resultado de la búsqueda de una solución amigable en un momento difícil”. De antemano, pronostica que será una inversión de largo plazo y destaca la participación de los árabes, que con su capital andan en busca de poner recursos en pro de su seguridad alimentaria, tarea en la que también está empeñada Colombia.
“Esta nación es una gran despensa. La transformación de productos alimenticios, lo que hace Nutresa, es valioso en cualquier parte. Estas empresas seguirán siendo relevantes, más globales y más beneficiosas para el país y el mundo”, dijo el exdirectivo de Bancolombia.
Muchas más preguntas que respuestas surgen alrededor del acuerdo anunciado, luego de la suspensión en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) durante 15 días hábiles, de las acciones de Sura, Argos y Nutresa. ¿Cuál sería el precio a pagar, tendría que haber una prima por el hecho de ceder las acciones? ¿Qué pasará con la participación minoritaria del 0,66 por ciento que es controlada directamente por la familia real de Abu Dabi a través de IHC? ¿La compra podrá hacerse sin lanzamiento de opa? ¿Qué sucederá con las demandas entre el GEA y los Gilinski que hacen curso en estrados judiciales? Las respuestas seguramente irán surgiendo a medida que avancen los trámites que siguen.
Por la industrialización
El Grupo Empresarial Antioqueño, como una de las principales fuerzas económicas de Colombia, tiene más de cuatro décadas de existencia. Surgió como una asociación de sociedades paisas que hoy operan en sectores diversos y con plena autonomía corporativa, pero sin descartar oportunidades rentables de asociación. Reunidas bajo el común denominador de su modelo de enroque patrimonial, se fueron conectando para liderar empresas que han sido determinantes en el desarrollo de Antioquia.
“La élite antioqueña, aunque bastante diversa, estaba profundamente conectada. Por generaciones, cientos de personas, provenientes de decenas de familias, fueron forjando relaciones de amistad, de matrimonio, y de política, sobre las cuales se soportó una amplia serie de negocios”, dijo en una de sus investigaciones Jaime Mejía Cubillos, profesor de la Universidad de Nueva York.
A medida que avanzaba como élite empresarial, el GEA iba incursionando en nuevos terrenos, como el de la cooperación, la cual desplegaba en el departamento a través de los esfuerzos colectivos de sus tres empresas dominantes: Argos, Nutresa y Sura, que están listadas en la Bolsa de Valores de Colombia.
Como parte de su posicionamiento regional, apoyaron la fundación de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, y con varias de sus empresas se inició en la capital antioqueña el gremio de industriales Andi, que hoy es un fuerte interlocutor de los empresarios ante el Gobierno nacional. Todo eso fue profundizando el arraigo de las compañías entre los paisas, quienes defienden a capa y espada su regionalización.
De los conglomerados del GEA, el más antiguo es Nutresa, cuyo origen está en la Nacional de Chocolates, nacida en 1920. Pero, solo hasta 2011, la multilatina pasó a llamarse Nutresa, después de recoger todas las categorías que habían ido sumando al negocio de alimentos en un mismo grupo empresarial, que ahora pasará a control del Grupo Gilinski e IHC.
En la actualidad, la compañía es líder en producción y comercialización de alimentos en Colombia, con plantas en 17 países y presente en los mercados de 82 naciones, con ocho líneas de negocios y reconocidas marcas de galletas, chocolates, cárnicos, cafés, pastas, helados y alimentos.
En el primer trimestre de 2023, sus ventas totales sumaron 4,9 billones de pesos, equivalentes a un aumento superior al 35 %, pese a la fuerte desaceleración de la economía global. Durante 2022, la compañía cerró el año con ventas por 17 billones de pesos.
Sobre los grupos empresariales del GEA que venderán su propiedad en Nutresa, el Grupo Sura, con 79 años en el mercado, se mueve en el sector de seguros, inversiones y pensiones. Tiene presencia en 11 países de Latinoamérica, con empresas como EPS Sura, Seguros Sura y Protección, que manejan segmentos de alta demanda. Y Grupo Argos es una de las más grandes compañías del sector constructor y energía. Opera en Colombia, Estados Unidos, Panamá, Honduras y El Salvador, entre otros. Así, el peso de las compañías del GEA en el Colcap, índice de referencia de la Bolsa de Valores de Colombia, era de 50,88 %.
Pendiente de autorizaciones
La transacción para que Sura y Argos vendan su parte en Nutresa a Gilinski e IHC se hará luego de obtener autorizaciones legales, estatutarias y regulatorias.
Los analistas de BTG Pactual estiman que para que el Grupo Gilinski e IHC alcancen el 87 % de participación, Argos y Sura tendrían que ofertar su 45,9 %. “Si esto ocurre, Grupo Sura y Grupo Argos recibirían 2.400 millones de dólares y 680 millones, respectivamente”. De esa manera, el Grupo Gilinski necesitaría 44 % adicional del capital flotante para alcanzar el 87 % en Nutresa.
Mientras tanto, Steffanía Mosquera, de Credicorp Capital, señala que esta operación “será positiva para el mercado colombiano en un contexto de bajos volúmenes”. De hecho, el movimiento en la BVC que se ha producido desde el anuncio de las opas por Nutresa y Sura es algo que destacan los analistas. No en vano, el valor del GEA se incrementó en más de 36 % en los primeros seis meses de la oferta hecha por los inversionistas, quienes duplicaban y hasta triplicaban su apuesta para conseguir la compra de los títulos.
Así, la acción de la multilatina de alimentos, de manera individual, ha pasado de costar 21.900 pesos en noviembre de 2021, cuando se anunció la primera opa, a 59.980 pesos, con corte al 23 de mayo de 2023, lo que implica una valorización superior al 162 %. En el caso de Sura, los títulos tenían cotizaciones de 21.400 pesos a finales de 2021 y han remontado por encima de los 45.000 pesos.
El beneficio ha llegado a los inversionistas mediante el incremento en los dividendos, como lo mencionó Jaime Gilinski en una de las asambleas en las que fueron presentados los resultados del holding y el empresario caleño habló de la meta de subirlo, además de proponer triplicar las reservas de recursos, de 6.000 a 20.000 millones de pesos, con el propósito de incrementar las donaciones, dentro de la misión social, que forma parte de la filosofía de estas compañías.
En cuanto a la distribución de las utilidades, Nutresa, por ejemplo, pasó de entregar un dividendo de 54 pesos en marzo de 2021, a 79 pesos en 2023, y en Sura, de 603 pesos pagados por acción en 2021, pasaron a 1.280 pesos en este año, en ambos casos, los más altos en su historia.
Por ese mismo camino de generación de valor seguirá Nutresa, según confirman sus nuevos controlantes.
*Gabriel Gilinski es accionista de Publicaciones Semana.