POLÍTICA

Todos contra Íngrid: ¿por qué el ultimátum no le salió como esperaba?

Desde varios sectores han cuestionado las decisiones que ha venido tomando la candidata desde hace unos días. Sus posiciones en contra de un supuesto clientelismo de otros políticos han terminado afectándola.

28 de enero de 2022
INGRID BETANCOURT CARA A CARA
Íngrid Betancourt llegó al país hace unos meses para sumarse a la Coalición Centro Esperanza. | Foto: Alexandra Ruiz

El jueves en la tarde, quien una vez fue víctima de las Farc, Íngrid Betancourt convocó a un rueda de prensa “extraordinaria” en su sede de campaña en Chapinero, en Bogotá. De inmediato reinó la incertidumbre. Varios especulaban que se trataba de su decisión de salir de la coalición, luego que advirtiera previamente que si se mantenían los apoyos obtenidos por Alejandro Gaviria de otros partidos, daría un paso al costado.

Finalmente no sucedió, pero sí dio una sentencia que quedó como el paso previo para anunciar esa decisión. Puso un ultimátum y dijo que si no se sacaban esos respaldos, ella se iba de la Centro Esperanza.

“Si la coalición no toma la decisión de prohibir los apoyos de personas vinculadas con maquinarias que llevan a la corrupción, y si esa decisión no se toma esta noche, con mucho dolor, pero con el compromiso y la responsabilidad que tengo con la coalición y con los colombianos, yo me retiro de la coalición”, aseguró Betancourt.

Nada sucedió y todo sigue igual, pero ante la opinión pública las declaraciones que ha venido haciendo la candidata en ese sentido le han jugado en contra. Varios han cuestionado una supuesta autoridad moral sobre otros candidatos y políticos y eso no ha gustado.

Desde adentro de la Centro Esperanza ya han enviado algunos mensajes. Carlos Fernando Galán, aspirante al Senado por el Nuevo Liberalismo, rechazó esas declaraciones.

“El centro no puede auto destruirse, tenemos una responsabilidad que está por encima de cualquier aspiración personal o de partido. Tenemos que ser capaces de dialogar, sin ultimátums, sin amenazas. No podemos condenar al país a tener que escoger entre el continuismo y el populismo”, aseguró.

El hecho ha llegado a permear todos los sectores políticos, y desde otras orillas cuestionan la actitud de Íngrid por rechazar el clientelismo, las maquinarias, la burocracia, preguntando si esas prácticas que dice enfrentar no han sido utilizadas por algunos candidatos que la rodean.

Hasta el actor Jorge Enrique Abello se pronunció cuestionando la actitud de la candidata. “Nos autodenominamos los buenos, para hablar entre los buenos, sobre lo bueno que debemos hacer para la gente buena. ¡Vaya! Qué Club de ensueño ha creado Íngrid Betancourt”.

Una de las que más ha criticado la posición de la candidata es Ángela María Robledo quien se ha despachado por la actitud que ha tenido en los últimos días desde que cuestionó a Alejandro Gaviria en el cara a cara de SEMANA y El Tiempo.

Al igual que Gaviria, la llamó “oportunista” y dijo que solo aparecía en las elecciones presidenciales, recordando que hace cuatro años la apoyó a ella y a Gustavo Petro.

Robledo hizo un análisis que varios ya se plantean y que en la Centro Esperanza ya retumban. “¿Si Íngrid Betancourt se va de la Coalición de la Esperanza, también se irían Sergio Fajardo y Carlos Amaya, quienes tienen aval de Oxígeno Verde?”, cuestionó la congresista.

En medio del encuentro de SEMANA y El Tiempo del pasado martes, Fajardo se alineó con Íngrid diciendo que tampoco estaba de acuerdo con los apoyos de Gaviria, ya que esa había sido una condición para su ingreso. Tanto así que el exrector de la Universidad de los Andes se molestó ante la falta de respaldo de los demás líderes de la centroizquierda.

Jorge Enrique Robledo, que al comienzo acompañó con vehemencia a Betancourt en sus críticas a Gaviria, ha buscado moderar el tema diciendo que es evidente que hay diferencias dentro de la alianza que se deben resolver. Aun así, Robledo siempre se ha mantenido en que tampoco quiere esos apoyos que tiene el exrector de los Andes.

Al pasar de los días en los que Betancourt ha mantenido su posición, la ecuación parece haber cambiado, y ahora son pocos los que apoyan sus declaraciones. Luego del ultimátum nadie de la Centro Esperanza salió en su respaldo, seguramente pensando en las ecuaciones a las que hace referencia Ángela María Robledo.

Y es que lo que ahora está en juego es la cohesión de la coalición, más allá de los apoyos que tenga uno u otro candidato. Si terminan partiendo cobijas esto puede terminar por afectar no solo a Betancourt sino a varios candidatos que están adentro y que no les gustaría irse de la alianza.

Por ejemplo, más allá de Amaya y Fajardo, la pregunta es, ¿qué pasaría con Anastasia Rubio, sobrina de Íngrid que está en las listas de la Centro Esperanza al Congreso, y junto a ella varios líderes más?

La situación no pinta fácil para la coalición que pasa por su peor momento. Serán días cruciales en los que podrá pasar de todo, y en lo que lo único seguro es que mientras sufren ese desgaste las otras coaliciones siguen avanzando.