Nación
Tras el paso del huracán Julia, el 10 % de los ecosistemas en San Andrés resultó afectado
Las autoridades ambientales también se mantienen prevenidas ante una enfermedad que afecta a los corales.
Han pasado 12 días desde que Julia se convirtió en huracán de categoría 1 y tocó tierra colombiana en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y allí la comunidad aún se mantiene en alerta.
El gobernador, Everth Hawkins Sjogreen, informó que un total de 843 familias resultaron damnificadas. Esa cifra equivale a 3.119 habitantes, de los cuales 1.981 son personas adultas, 873 son menores de edad, 233 son adultos mayores, 28 son ciudadanos en condición de discapacidad y siete son mujeres embarazadas. También se reportó la caída de 134 árboles.
Actualmente, la Corporación para el Desarrollo Sostenible de ese departamento (Coralina), en cooperación con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), el Instituto Humboldt y la Universidad Nacional sede Caribe, continúan los trabajos de inspección y verificación tanto en tierra, como en mar y zonas costeras, sobre los diferentes ecosistemas estratégicos de las islas, afectados por el paso del fenómeno.
Según el reporte entregado por las autoridades, se tiene un promedio del 10 % de los ecosistemas afectados, lo que estará permitiendo una recuperación en menor tiempo de todas las afectaciones, en comparación con el impacto causado por Iota. Adicionalmente, se está haciendo una verificación de la enfermedad de pérdida de tejido coralino.
Tendencias
En cuanto a Providencia y Santa Catalina, el reporte indica que no se evidenciaron alteraciones por el huracán Julia, ni enfermedades en los corales.
De acuerdo con lo expresado por el biólogo Rubén Azcarate, también se están verificando algunos puntos ya históricos de monitoreo, para ver si ha cambiado la cobertura de pastos marinos, corales y cantidad de peces y especies existentes.
“Durante el monitoreo realizado al sur de la isla de San Andrés, se encontró que el ancho de la playa ha aumentado debido a la erosión presentada hacia la playa trasera. Así, la playa en general presenta alturas más bajas y formación de escarpes hacia la zona de dunas y una fuerte afectación en la base de los muros en construcciones, muy evidentes en el área sur de Sound Bay; en el frente, una gran acumulación de residuos orgánicos”, indicó Coralina por medio de un comunicado de prensa.
En el mismo documento también se resalta que “en Providencia no se evidencia afectación alguna en los manglares tras el monitoreo de la estación de Manzanillo, donde también observamos que los manglares poseen una alta resiliencia, pues se encontraron bastantes rebrotes de plántulas, en árboles ubicados después de unos 40 metros de la playa”.
¿Qué es la enfermedad de pérdida de tejido en corales?
Según la Alianza para los Arrecifes de Coral, la pérdida de tejido en corales es una enfermedad relativamente nueva que se descubrió por primera vez en los arrecifes de coral frente a las costas de Florida en 2014.
Una vez que llega a una colonia de coral, la enfermedad comienza a matar los tejidos blandos de más de 30 especies diferentes y, finalmente, deja al descubierto el esqueleto blanco del coral. Si no se trata, parece que la enfermedad convierte el coral en piedra.
Por lo anterior, Coralina, en conjunto con otras entidades y asociaciones, viene haciendo monitoreos y seguimientos al avance de la enfermedad. También se brinda capacitación para evitar la dispersión de la misma.
La bióloga experta Valeria Pizarro indicó que los arrecifes coralinos juegan un papel importante, por eso se requiere de acciones prontas, para que el atractivo que se tiene no se pierda y no repercuta en la economía del archipiélago.
“Esta enfermedad ya está afectando a los arrecifes coralinos en más de 20 países, por eso hay que alertar a todo el mundo”, indicó Pizarro, experta en tratar la enfermedad y quien agregó que todas las autoridades ambientales deben ponerse en alerta para atacar esta bacteria ambiental.
Colombia cuenta con más de 100.000 hectáreas de corales. La mayoría se encuentra en los archipiélagos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; San Bernardo, y las Islas del Rosario.
Los arrecifes de coral prestan una importante cantidad de servicios ecosistémicos y contribuyen a la protección de las zonas costeras contra la erosión y las interacciones con otros ecosistemas, como pastos marinos y manglares.