Estados Unidos
Tras ser extraditada, la diseñadora Nancy González de Barberi pasó de una oscura celda en Colombia a defenderse ‘en libertad’ en Estados Unidos
La reconocida empresaria y diseñadora recobró su libertad tras el pago de una fianza, en medio del proceso que enfrenta por los señalamientos de contrabando de carteras y accesorios hechos con piel animal.
Tras permanecer 9 meses recluida en la cárcel el Buen Pastor de Bogotá, el pasado 31 de agosto, la diseñadora colombiana Nancy González de Barberi, reconocida por su trabajo en la creación de accesorios de alto valor, fue extraditada a Estados Unidos en el marco de una investigación que se sigue en su contra en ese país, donde es señalada como responsable en un caso de contrabando de carteras y otros elementos fabricados con pieles reales de animales.
Si bien el envío de la diseñadora, que cuenta con una distinguida clientela en el mundo del jet set, se orientó a que esta pudiera responder directamente ante la justicia de Estados Unidos por el escándalo en el que se vio envuelta, su viaje a Norteamérica supuso un significativo cambio de sus condiciones de vida.
Mientras que en la cárcel de mujeres de Bogotá estaba obligada a compartir celda con un grupo de reclusas condenadas por distintos delitos en el pabellón de extraditables, en Estados Unidos, González de Barberi pudo recobrar, aparentemente, su lujoso estilo de vida, en tanto la justicia de ese país le permitió recobrar su libertad, a cambio del pago de una fianza.
La mujer, acostumbrada a excelsos lujos en su otrora vida en la ciudad de Cali, había permanecido durante nueve meses en una celda con restringidos beneficios, viéndose en algunos casos incluso obligada a dormir en el piso, situación que ahora ha logrado revertir al trasladarse a un lujoso apartamento en Miami, donde ahora comparte en compañía de familiares.
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— José Granados Fdz. (@JoseGranadosF) August 30, 2023
Seis extraditado a EE. UU., reporta @DIJINPolicia:
A Nancy González De Barberi, reconocida diseñadora de modas, y su socio Diego Rodríguez Giraldo, quienes entre 2016 y 2019 enviaron bolsos y carteras fabricados con piel de animales protegidas por peligro de extinción. pic.twitter.com/0Lf33T4o32
En declaraciones recogidas por medios nacionales, la diseñadora, que ahora deberá comparecer ante la justicia de Estados Unidos a través de periódicas citas ante los tribunales y una serie de condiciones de vigilancia, ha advertido que se sintió injustamente tratada en el país, y recordó que, en el momento de su captura, las autoridades desplegaron un vasto dispositivo policial que incluyó “francotiradores y cámaras de video”.
Por el contrario, la mujer manifestó que siempre se ha encontrado dispuesta a colaborar con las autoridades, y responder ante ellas los requerimientos tuvieren para el esclarecimiento del caso que ahora empaña su nombre, por lo que también sentenció que su captura fue una diligencia ‘innecesaria’
Para la mujer, de 69 años, el caso que actualmente se libra en su contra responde a un error. Según advirtió, su pasado es limpio, y nunca antes había presentado un acto que implicase acciones penales en su contra.
Dicha postura, precisamente, fue reiterada por la diseñadora ante la justicia de Estados Unidos, en medio de una audiencia en la que se le otorgó la libertad tras el pago de una suma monetaria, y el establecimiento de una serie de compromisos encaminados a seguir adelante con el caso de investigación por contrabando.
Sobre la fianza cancelada por la diseñadora colombiana, ha trascendido que este pago ascendió a 50 mil dólares, cerca de 205 millones de pesos colombianos, en medio de un proceso en el que también jugó a su favor la inexistencia de antecedentes.
La consecución de la libertad de la diseñadora, al menos de manera temporal, ha sido tomada como un triunfo por parte de su equipo jurídico, según destacan medios nacionales, señalando que su extradición fue una medida que se solicitó desde hace algunos meses, conscientes de las garantías que brinda el sistema judicial de Estados Unidos, y los beneficios a los que la mujer podría acceder e medio de su caso, a diferencia de la situación vivida en el país.
Ahora, en medio de su espera para resolver su caso, la diseñadora ha pasado de la precariedad y peligros de la cárcel en Bogotá, a la comodidad de una residencia en Estados Unidos, cumpliendo con algunas restricciones de movilidad.
Si bien el caso ha generado controversia en algunos sectores de la opinión pública en Colombia, desde las autoridades nacionales se ha advertido que no existiría alguna irregularidad en el manejo del caso, reconociendo que por las condiciones propias del sistema y el entorno colombiano, la justicia recurre a mayores medidas carcelarias en comparación con el caso de EE. UU.
En declaraciones recogidas por medios locales, altos funcionarios judiciales en Colombia han reconocido también que en medio del proceso que se libra en Estados Unidos contra la diseñadora González, esta incluso podría estar exenta de tener que cumplir con castigos de corte carcelario. Y recordaron que, ante las conductas de las que es señalada, existen alternativas penales referidas a otros medios de reparación, en caso de hallársele culpable del uso indebido de pieles de animales protegidos en sus diseños.