Presunto abuso sexual a menor en Tolima denunciado hace seis meses sigue en veremos | ¿Quién responde?

“Papi, lo que pasa es que ese señor Ricardo me ha hecho cosas, me ha tocado, me ha propuesto cosas, y yo no”, le confesó la menor a su padre durante una llamada telefónica, el pasado 18 de junio, de 2021. Ahí comenzó la lucha de Sebastián por buscar verdad y justicia para su hija, quien recientemente cumplió siete años de edad.

“Mi hija me contó del suceso, pero no sé hace cuánto tiempo está ocurriendo esto, porque la niña no tiene noción del tiempo”, aseguró el progenitor en entrevista con SEMANA.

Todo comenzó, al parecer, cuando Sebastián y su pareja se separaron. La madre de los menores se los llevó a vivir con ella y con otros familiares –entre ellos el presunto abusador, pareja de la bisabuela materna de los niños– a San Antonio, un apartado municipio en el departamento del Tolima, a 109 kilómetros de Ibagué.

La mamá de los menores montó un puesto de arepas, a dos casas de distancia del lugar donde viven actualmente. Según le dijo a SEMANA, Lindelia, la abuela paterna de los niños, la mujer le confesó durante una llamada telefónica que “los descuidó por estar pendiente del puestico de arepas”. Cuando los menores se quedaban solos en casa con sus bisabuelos, el señor Ricardo, según la denuncia, “tocaba a la niña y le decía muchas cosas”.

“La niña me cuenta que el señor Ricardo le cogía la boquita y las manos y se las apretaba, pero duro (...). Y en una ocasión, bañándola, a mí se me ocurrió pasarle las manitos (por el pecho), enjabonándola, y me dijo “abuelita, no me apriete mucho los senitos... ese señor Ricardo me hacía así, así en los senos (refiriéndose a tocamientos)”. ¿Cómo es posible que las autoridades no le hayan preguntado a la niña qué le hizo ese señor o cómo la manoseaba? Pero la niña a mí sí me cuenta eso”, aseguró Lindelia.

“Mi hijo tiene una hijastra, y las dos niñas juegan juntas (...) Y jugando acá (en casa de la abuela) la niña le dijo que “un señor allá en San Antonio le había hecho el amor” y que su mamá le había dicho que no le fuera a contar a nadie. Un día, la niña me dijo: lo que pasa es que me dijo que un señor le había hecho el amor allá en San Antonio. Entonces yo me puse a llorar”, dijo la mujer, entre lágrimas.

El padre de la menor también aseguró que su hija no volvió a ser la misma niña alegre y espontánea de antes. “De un tiempo para acá, la niña ha venido cambiando mucho (...) La actitud de ella no es la misma, de cuando se fue de Lérida, en 2018. No sé si el abuso vino desde ese año”, afirmó.

Durante el periodo vacacional de los niños, a mediados de 2021, el padre intentó hablar de nuevo con su hija sobre el presunto abuso sexual, y ella, según cuenta el hombre, se quedaba callada, “como si hubiera algo no la dejaran hablar, como si la estuvieran presionando para que no dijera nada. Se ponía a llorar”.

El hijo menor también le confesó a su papá en la misma llamada telefónica que “el señor Ricardo le había pegado tres veces”. “Un niño de 4 años y medio, seguro defendiendo a la hermana o tratándolo de quitar de encima o algo. Entonces el señor Ricardo también le pegaba al niño”, aseguró su papá.

Una funcionaria en Lérida le confirmó a SEMANA que, una vez conoció el caso, se comunicó con la línea inmediata de Atención Integral a la Primera Infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) a nivel nacional –pues al intentar comunicarse telefónicamente con las oficinas del centro zonal Lérida y Chaparral nunca contestaron–, para interponer una denuncia por abuso sexual a la menor, y otra por maltrato infantil al hijo menor de la pareja.

El ICBF, por su parte, envió una comitiva a la vivienda de los niños, en el barrio Las Albercas, en San Antonio, Tolima. La madre de los niños también recibió la notificación de la denuncia del presunto abuso sexual. El padre y sus hijos también fueron citados por el ICBF, para adelantar la evaluación psicológica de los menores de edad.

Según denuncia la abuela y del padre de los niños, en el reporte de la psicóloga en el ICBF de Lérida se afirma que la niña no sufrió un abuso sexual. Pero el padre asegura que no le ha sido notificado ningún avance ni conclusión del caso, como tampoco ha tenido acceso al reporte psicológico realizado a sus hijos.

“Allá me dijeron que la niña estaba mintiendo, cosa que no puedo aceptar. Por qué un niño se inventaría semejante situación”, dijo Sebastián, al referirse a las palabras de la psicóloga, cuyo nombre desconoce, y a Pablo Andrés Trujillo Murillo, comisario de familia en San Antonio, en ese momento.

“Ricardo, el presunto abusador, es la pareja sentimental de la bisabuela materna de los niños. El señor no tiene ningún parentesco con nosotros (...) Ese es el miedo que yo tengo hacia esa persona, porque intentó violar a la mamá de mis hijos cuando ella estaba pequeña... qué más puedo esperar para mis hijos”, denunció Sebastián, quien además afirma no tener certeza de dónde están viviendo sus hijos en este momento.

“Acudí a las autoridades competentes, pusimos una demanda virtual, eso se fue para el ICBF y el caso se conoce en la Comisaría de Familia en San Antonio, y hasta el sol de hoy no sé nada (…) A la niña le hicieron una prueba psicológica y resultó que no le habían hecho nada... es como si fuera mentira para ellos (…) Entonces tiene que pasar algo extremo, donde, Dios no lo quiera, a la niña la maten, y ahí sí le van a poner cuidado a uno, no creo que ese sea el derecho”, aseguró.

Sebastián acudió a la Comisaría de Familia de San Antonio, el pasado 5 de julio de 2021, para entregarle los niños a su expareja, luego de un periodo de vacaciones. Según explica el padre de familia, ese día le solicitó verbalmente al comisario Pablo Andrés Trujillo Murillo una cita para pedir la custodia y cuidado personal de los niños, argumentando que por descuido de la madre se presentó el supuesto abuso sexual de la niña de 7 años, y el maltrato físico del niño de 4 años.

El 31 de julio, el funcionario Trujillo le envió a Sebastián una citación por escrito, vía WhatsApp, fechada para el 23 de septiembre de ese año, con el fin de definir la regulación de visitas y la revisión de la cuota alimentaria, pero no se mencionó en ningún apartado del documento el seguimiento a la denuncia por el presunto abuso sexual de la menor de edad, ni tampoco el maltrato físico del que habría sido víctima el hijo menor de Sebastián.

La diligencia debió ser aplazada tres veces, hasta que finalmente quedó fijada para el 11 de diciembre de 2021. Así las cosas, ese día Sebastián fue citado a la Comisaría de Familia de San Antonio, Tolima, para definir el aumento en la cuota alimentaria de los niños y la regulación de las visitas. Además, en dicha diligencia le entregaron a sus hijos para que pasaran vacaciones con él, en Lérida.

La acompañante que se encontraba con Sebastián el día de la citación le aseguró a SEMANA que habló con la trabajadora social, en presencia de la secretaria de la Comisaría. La mujer les preguntó por el seguimiento del caso del supuesto abuso sexual y sobre el restablecimiento de derechos de los menores, a lo que la trabajadora respondió que sí habían hecho la visita domiciliaria sorpresa.

Sin embargo, Sebastián expresa que el proceso no ha tenido un debido seguimiento, como lo estipula la Ley de Infancia y Adolescencia, y denuncia que a sus hijos no se les han garantizado sus derechos. Además, pone en duda que la entidad haya realizado la visita al domicilio donde residen los menores actualmente.

Han pasado seis meses desde que se interpuso la denuncia ante el ICBF acerca del presunto abuso sexual a la menor de 7 años, y el presunto maltrato al niño de 4 años, quienes al parecer siguen viviendo bajo el mismo techo del “señor Ricardo”, señalado como el supuesto abusador sexual.

SEMANA se comunicó con el ICBF y la entidad aseguró que los encargados de darle manejo a este tipo de casos “son (las) autoridades administrativas con autonomía, según la ley” y que “el ICBF no tiene injerencia en las actuaciones”.

Preocupantes cifras sobre abuso sexual en Colombia

Según datos de Medicina Legal conocidos por SEMANA, entre enero y octubre del 2021 se han reportado 17.919 casos de presunto abuso sexual en el país, de los cuales 14.690 corresponden a menores de 18 años. Las mujeres de todas las edades son las principales víctimas de este flagelo, con 15.644 casos, seguidas por los hombres, con 2.275.

A propósito del perfil del presunto abusador sexual, la entidad asegura que en 7.994 casos estos se ubican en la categoría de ‘familiares’, en la que se destacan cinco subcategorías:

• Padrastro: 2.284
• Padre: 1.371
• Tío: 1.217
• Otros familiares civiles o consanguíneos: 1.031
• Abuelo: 532

Por otra parte, en 3.655 de estos casos el supuesto agresor sexual es ‘conocido’; en 1.563 casos hace parte del círculo de ‘amigos’ de la víctima, y en 766 casos es un agresor desconocido.

En lo que respecta al departamento del Tolima, se han reportado 926 casos de presunto abuso sexual en el periodo de tiempo antes mencionado, de los cuales 637 involucran a mujeres menores de 18 años; este grupo poblacional es el mayor afectado por esta problemática. Luego, le sigue el de mujeres mayores de 18 años, con 168 casos; los hombres menores de 18 años, con 103 casos, y finalmente el de hombres mayores de 18 años, con 18 casos.

En el municipio de San Antonio, lugar donde habría ocurrido el abuso sexual de la hija de Sebastián, se han reportado 11 casos en total, nueve de ellos en población menor de 18 años.