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MOVILIDAD

Uber canta victoria mientras los taxistas protestan

La plataforma señaló que la modalidad 'Uber Pool' fue todo un éxito en Bogotá. Las autoridades aún permanecen en silencio.

28 de junio de 2016

La semana anterior, mientras el ministro de las TIC, David Luna, daba un discurso sobre la importancia de adoptar la economía colaborativa en Colombia, la batalla entre Uber y los taxistas por los usuarios tuvo un nuevo capítulo.

A la ya conocida confrontación por servicios de lujo y Uber X, se sumó la llega de la propuesta de ‘car sharing‘ (compartir carro) que ha institucionalizado la plataforma alrededor del mundo. Uber Pool es una fuerte demostración de cómo la economía colaborativa está cambiando las reglas de juego en el entorno digital.

Este martes, Bogotá amaneció con la noticia de nuevas protestas por parte de los taxistas que le exigen al Ministerio de las TIC que "apaguen la aplicación". Una propuesta que no ha tenido asidero en la entidad.

Al mismo tiempo, Uber informó que su modelo de compartir carro para ahorrar dinero fue "todo un éxito en Bogotá". De acuerdo con estadísticas suministradas por la plataforma, en promedio durante los últimos siete días, uno de cada cinco usuarios de uberX ha escogido compartir su viaje en Uber Pool.

Esta proporción, según indicaron, fue aún mayor durante las horas pico, ya que una de cada tres personas decidió hacer carpooling. "Estos resultados ubican a Bogotá como la ciudad latinoamericana con más personas optando por hacer carpooling con Uber".

Pero la cifra más significativa que revelaron fue que el 76 % de los viajes de Uber Pool conectaron a varios pasajeros en un mismo trayecto. Lo que significa una buena noticia para un país que está adoptando la economía colaborativa, pero un dolor de cabeza para las autoridades, encabezadas por el Min Tic, que siguen sin pronunciarse de forma clara sobre el asunto.

Encrucijada

Lo que está pasando en Colombia ocurrió en los países desarrollados hace dos años. El impulso de Uber y Airbandb radica en que los usuarios se apropian rápidamente de sus modelos y una vez familiarizados es casi imposible sacarlos de tajo del entorno.

Por eso, al ministro Luna, al Gobierno y legisladores en general les han llovido críticas en las últimas semanas. Los expertos en estos temas señalan que "si los reguladores dejan pasar más tiempo, la economía colaborativa se volverá una bomba de tiempo".

El tema es tan complejo, que Unify, empresa especializada en software y servicios de comunicación, realizó el estudio "Way we Work" donde encuestó a más de 9.000 trabajadores en países como Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.

Este estudio concluyó que más de un tercio de los trabajadores del conocimiento (35 %) en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania cree que las funciones que ejercen actualmente no existirán en cinco años, mientras 65 % creen que sus papeles no serán los mismos.

Esto puede ser el resultado de los rápidos cambios en el ambiente laboral, de la economía de demanda o de la transformación digital en general.

Lo cierto es que Colombia, como Estado, está avocada a un reto histórico: plantear las reglas de juego para que los diferentes modelos económicos basados en la tecnología puedan coexistir con aquellos modelos antiguos y aún funcionales.

Pero mientras el Ministerio de las TIC reduzca la discusión a los discursos internacionales, sin articular al resto del Estado para afrontar estos temas con celeridad, las protestas aumentarán y los usuarios quedarán entre la espada y la pared.