POLÍTICA
Un Congreso muy regular: el balance del Legislativo en el 2020
En un año marcado por los graves efectos de la pandemia, los colombianos esperaban más del Legislativo. Hubo pocas leyes de alto impacto y los debates de control político fueron pocos.
El 2020 pasará a la historia como el año más atípico para el Congreso. Los senadores y representantes, en medio de la virtualidad, trataron de cumplir su labor y de sacar adelante algunas reformas, pero al final de cuentas el balance es regular y los colombianos esperaban más del Legislativo en medio de la grave crisis por cuenta de la pandemia.
A lo largo del año, el proyecto que más impacto generó fue el del Código Electoral. En medio de todo tipo de cuestionamientos, fue aprobado al final de la legislatura. También fue importante la reforma al sistema de regalías para beneficiar a las regiones. Para algunos congresistas, el hecho de que el Código sea prácticamente el proyecto más importante del año dice mucho de la falta de iniciativas. “¿Cómo es posible que la ley más importante de un Gobierno en una recesión –solo parecida a la de la crisis del 29– sea sacar un Código Electoral? Es una ley inoportuna”, dice el senador Rodrigo Lara, de Cambio Radical.
Desde la coalición del Gobierno tienen una lectura distinta. “El balance es muy bueno. Sacamos leyes importantes como la Ley del Turismo, la Ley Reactivarte, la Ley de Emprendimiento, el Paef –que permite dar a las empresas el subsidio de la nómina–, los alivios agropecuarios”, destacó la senadora Ruby Chagüi, del Centro Democrático. También subrayan otros proyectos como la ley para que la vacuna contra la covid-19 sea gratuita, alivios para el campo, reducción del IVA en tiquetes aéreos y borrón y cuenta nueva para colombianos reportados en las centrales crediticias.
El senador Efraín Cepeda, del Partido Conservador, dice que este ha sido el año más “prolífico” del Gobierno Duque en el Congreso, dado que logró consolidar unas mayorías que le fueron esquivas en su primer año. “Es evidente que este año se rompió el compromiso de no darles participación a los dirigentes políticos. Lo que me parece exótico es que se eche un discurso de día y por la noche se haga otro”, afirmó el senador liberal Luis Fernando Velasco. Y agrega que la oportunidad que tenían este año de unirse para contrarrestar la pandemia fue desaprovechada y no se podrá recuperar el otro año. Esta idea es compartida por varios congresistas. Así mismo, consideran que en estos momentos el Congreso no es un poder independiente, sino que es un “subordinado” del Ejecutivo.
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El control político también se quedó corto. A pesar de que los congresistas de los partidos de la coalición del Gobierno dicen que los ministros respondieron sus inquietudes en medio de la gestión de la pandemia, lo cierto es que solo se destacaron dos debates importantes.
Por un lado, el del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, quien acudió a tres citas en las que salió victorioso y logró evadir una moción de censura en su contra. El otro gran debate fue el de Gustavo Petro, Antonio Sanguino, Iván Cepeda y Roy Barreras contra el exfiscal Néstor Humberto Martínez por la investigación de Jesús Santrich. El exfiscal también puso el pecho a los congresistas y en un fuerte debate de lado y lado les respondió todos los cuestionamientos mientras lo acusaban de haber “entrampado la paz”.
El próximo año el panorama no será muy distinto. Vendrán reformas para tratar de contrarrestar los estragos ocasionados por el coronavirus bajo un ambiente preelectoral debido a las elecciones presidenciales y de Congreso de 2022.
Entre los proyectos más controversiales que se avecinan está la reforma tributaria, con la que el Gobierno busca cuadrar la caja por cuenta del gasto en el que se incurrió para enfrentar la pandemia. Algunos critican que pueda incluir propuestas sensibles como gravar aún más la canasta familiar con IVA, o que se les imponga una mayor carga tributaria a los asalariados.
Hoy, solo el 20 por ciento de los colombianos tiene una opinión favorable del Congreso. Y el otro año, lo más probable es que algunos congresistas estén más preocupados por la campaña de 2022 que por tramitar iniciativas que beneficien a los colombianos.