“Un grupo de jóvenes son usados como instrumentos”: dice Pumarejo sobre jornada violenta en Barranquilla

El alcalde de Barranquilla, Jaimr Pumarejo, se pronunció más de 12 horas después sobre la violenta jornada registrada la noche de este miércoles en el norte de Barranquilla, en donde por más de dos horas manifestantes se enfrentaron a hombres del Esmad por la realización del partido de fútbol entre el Junior y el River Plate de Argentina.

Sobre los cuestionamientos de por qué se llevó a cabo el partido por la fase de grupos de la Copa Libertadores en el estadio Romelio Martínez, en medio de las condiciones económicas, de salud y orden público que vive el país, el mandatario local señaló que la decisión se tomó después de hablar con la Policía y de garantizar la seguridad.

Sin embargo, las cosas no salieron tan bien como estaban planeadas, pues los enfrentamientos se extendieron varias cuadras a la redonda del escenario deportivo e, incluso, el juego tuvo que ser suspendido por varios minutos debido a que los jugadores fueron afectados por los gases lacrimógenos lanzados por los policías, hecho que quedó registrado en la transmisión oficial del encuentro. Esto generó una lluvia de críticas a nivel nacional e internacional contra Pumarejo.

“Lo que no podemos permitir es que un grupo pequeño de personas, que no representa el 0,1% de la ciudad la condicione de que no se haga algo bajo la amenaza y la extorsión. No se puede evitar que la ciudad siga su funcionamiento”, agregó el mandatario.

De la posibilidad de haberlo cancelado y así evitar los inconvenientes presentados, el alcalde señaló que eso hubiera sido lo más fácil y explicó “que en ningún momento se trató de tapar la situación”, sino que se veía era “como la oportunidad de usar una gran vitrina para mostrar las protestas”.

Con base, en eso insistió en que la protesta principal fue pacífica. “Lo llevamos a feliz término y se comportaron a la altura, la gran mayoría. Es mi obligación no permitir que poco a poco nos vayan robando las libertades. Cuenten conmigo para defender la libertad de los barranquilleros. Estaban tratando de quitarnos esa libertad, hoy es el fútbol, mañana es otra cosa”, insistió Pumarejo, sobre el mismo punto.

La situación en la calle 72 con carrera 47, a una cuadra del estadio, se complicó cuando un grupo de los jóvenes que participaban del plantón pacífico tumbaron las vallas del primer anillo de seguridad instalado por las autoridades para proteger el escenario deportivo. Entonces intervino el Esmad, lo que sucedió después se vio en la múltiples transmisiones en directo que hicieron los mismos manifestantes y los vecinos del sector, una batalla campal de piedras y disparos de gases.

Aunque, afortunadamente, los hechos no dejaron víctimas fatales, ni saqueos de negocios, alrededor de una docena de jóvenes resultaron con heridas menores y dos tuvieron que ser trasladados a centros asistenciales. Según el mandatario, esto fue el resultado de la acción de la fuerza pública para repeler y dispersar, de manera adecuada a los vándalos.

Muy temprano, en declaraciones la W Radio, este jueves Pumarejo había acusado a organizaciones del crimen organizado de estar detrás de los hechos registrados en Barranquilla. Aunque, al ser interrogado sobre más detalles al respecto, en la rueda de prensa se limitó a decir que la Policía está recopilando elementos probatorios que se podrían dar a conocer más adelante.

En resumen el alcalde Pumarejo concluyó que en medio de la violenta jornada registrada en la ciudad, el balance no era del todo negativo. “El gas entró al estadio por unos minutos, por lo que se suspendió, mientras se iba. Pero los manifestantes nunca estuvieron cerca, ni en el anillo de seguridad. No ganó nadie con la realización del partido, todos perdimos un poquito”, terminó diciendo ante la gravedad de los hechos.

Eso sí, el mandatario de los barranquilleros señaló que con la decisión de realizar el partido “le demostramos a la ciudadanía que aquí hay una autoridad, para que se cumpla la Constitución y las libertades”. Además, expresó, que en su opinión, “un grupo de jóvenes está siendo usado como instrumentos a través de un discurso romántico que a veces en bonito escuchar y que hacen que salgan contra la Policía”.

“El de América sí va”

Sobre el partido de esta noche entre el América de Cali y el Atlético Mineiro de Brasil, que también está programado para jugarse en el estadio Romelio Martínez, Pumarejo dijo que entienden la posición de quienes no quieren que se haga, “pero no se pude poner el vandalismo sobre un evento, tenemos que ser contundentes. Confirmando así que, aunque también está convocada una protesta en el mismo en donde se registraron los enfrentamiento, este se va a realizar y que “de la industria del fútbol depende mucha gente”.

Horas antes, el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, anunció que a la ciudad llegarían refuerzos de la institución para el dispositivo de seguridad en el estadio Romelio Martínez. Pumarejo confirmó el anuncio y dio a entender, en términos precisos, que se tenía preparado “un poquito de diálogo, pero mucho refuerzo de la medidas” para la jornada de la tarde y noche de este jueves.

Con la realización de la Copa América de este año, de la cual Barranquilla es sede, Pumarejo fue un poco más prudente y dijo que no se podía aventurar porque todavía falta un mes y en el país están pasando muchas cosas en estos días “Hay que esperar las decisiones del Gobierno nacional y la Conmebol, los organizadores. Esto tiene sus pros y sus contras. Lo primero es la recuperación de la economía, y lo otro que se pueden presentar actos como los de este miércoles”, concluyó.

La polémica sigue encendida por la programación de más partidos en Barranquilla, pero muchos personajes del fútbol ya comenzaron a pronunciarse, como el mismo técnico del River Plate, Marcelo Glallardo, quien en la rueda de prensa después del juego calificó la situación social del país como compleja y dijo que “uno no se puede abstraer de lo que pasa”. Al igual que el exjugador, también argentino, Juan Pablo Zorín quien lanzó una dura crítica y opinó que lo mejor era parar todo por ahora. ““El show no puede continuar”.