Nación
Este es el hallazgo que se convirtió en poderosa razón por la que las Fuerzas Armadas no pierden la fe de que los cuatro niños que buscan en la selva siguen vivos
La Operación Esperanza no pierde la fe en hallar a los pequeños. Así va la búsqueda.
“La esperanza no se pierde”, ese es el mensaje que transmiten las Fuerzas Especiales que trabajan arduamente, día y noche, en la búsqueda de los cuatro menores de edad que habrían sobrevivido a un accidente aéreo el pasado 1 de mayo.
En las últimas horas, en la selva en límites entre Caquetá y Guaviare, las Fuerzas Militares y los indígenas hallaron en dos sitios nuevos rastros y pistas que le han dado una luz a esa misión titánica. “A un poco más de 500 metros al occidente del sitio del accidente de la aeronave fueron hallados unos tenis, un pañal y una toalla. Y a 420 metros al noroccidental del sitio del siniestro, un pañal, una carcasa de celular y una tapa de un tetero”, dice la comunicación enviada desde el lugar de los hechos.
“¡La Operación Esperanza se llena de energía y continúa con la fe intacta!”, sostiene el comunicado.
La búsqueda ha sido díficil por lo tupida que es la selva y las condiciones climáticas a las que se ha sometido el grupo que participa en el rescate. En el comunicado, cuentan que no se puede ver que “hay más allá de los 20 metros de distancia y con dificultad los rayos del sol alcanzan a pasar por entre los árboles”.
Agregan que para tener mejores resultados, se conformó un equipo mixto, conformado por miembros de las Fuerzas Militares e indígenas Nukak, que se sumaron hace dos días. Fue con ellos que en los dos lugares diferentes encontraron los pañales, los tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla que han hecho despertar esperanza de nuevo.
Sobre el primer hallazgo, cuentan que fue realizado por una mujer Nukak, quien iba con otro grupo de indígenas y Comandos de las Fuerzas Especiales. Allí estaba un zapato que podría ser propiedad del niño de cuatro años, unos pañales usados y una toalla de color verde. El segundo rastro, en el que estaba la tapa rosada del tetero y un marco negro de un celular, también fue encontrado por el grupo en alianza con los indígenas, a 428 metros, del punto donde el monomotor HK2803 se siniestró.
“Por el estado de estos elementos, los menores habrían estado allí entre el 3 y 8 de mayo aproximadamente, lo que permite deducir que existe la posibilidad de que los cuatro niños hayan salido con vida del accidente y posiblemente no sufrieron heridas abiertas pues no se encontraron rastros de sangre”, sostiene el informe.
“Esto alienta el titánico esfuerzo de la Operación Esperanza donde más de 350 colombianos, entre instituciones del Estado, población civil y comunidades, emplean todas sus capacidades tecnológicas, conocimientos y experiencias para desafiar lo imposible y traer de regreso a los cuatro niños”, agregan.
El equipo de inteligencia de los organismos que participan en el rescate está analizando, basado en los rastros, cuál sería la trayectoria que tomaron los pequeños. A los elementos se suman las huellas, que según las pesquisas serían de pasos de menos de 48 horas en el tiempo, también encontradas muy cerca al lugar del accidente.
El estremecedor testimonio de la operación Esperanza
En medio de la ingente búsqueda que adelantan las autoridades nacionales en los departamentos de Guaviare y Caquetá para dar con el paradero de los menores desaparecidos tras el accidente aéreo, Revista SEMANA conoció los videos en los que se puede oír al mayor Wilber Rivera, comandante de las tropas en la zona de búsqueda, afirmar a través de una comunicación realizada a través de una radio satelital que están cerca de encontrar a los menores.
De acuerdo con las declaraciones entregadas por el militar, en la zona están desplegados más de 150 militares que, con el apoyo de un nutrido grupo de indígenas de la zona, avanzan tras el rastro de los menores.
En su comunicado, el uniformado, con 12 años de experiencia, también se refiere a las condiciones climáticas que han rodeado las operaciones. Según dijo, esta situación dificulta la búsqueda.
“Mis comandos y quien les habla nos encontramos 100 % comprometidos en el cumplimiento de la Misión Esperanza, con el único fin de encontrar con vida a estos 4 menores”, afirmó el militar que lleva 14 días en el terreno, y quien se manifestó comprometido en la misión que reviste a los uniformados el país: “salvar vidas”.
Según refirió el mayor Wilber Rivera, “el terreno en que nos encontramos es totalmente húmedo, como el que caracteriza a la selva de Colombia, una selva tropical, el 90 % de las 24 horas del día hay lluvias y tormentas”, refiriéndose a las adversidades con las que se han encontrado él y su equipo de soldados.
“Las lluvias no paran. Todas las noches han sido tormentas”, sentenció, aclarando que en ningún momento se ha perdido la fe en la posibilidad de encontrar con vida a estos 4 menores.
Dentro de la comunicación, el militar también tuvo espacio para hablar de los momentos gratificantes y de esperanza que han rodeado a la operación que lleva el mismo nombre.
En ese sentido, el militar recordó lo ocurrido el noveno día de búsqueda, cuando encontraron un tetero y una maracuyá mordida; signos de vida de los menores.
Lo primero en ser localizado fue el tetero, según confirmó el uniformado.
“Nos llenó de mucha esperanza, pudimos identificar que había sobrevivientes de este siniestro y nos compromete para seguir con la búsqueda de los menores que aún se encuentran en algún rincón del departamento de Caquetá”, acusó, recordando que otra de las pistas que les llena de fe en su causa es el hallazgo de huellas que les hace sentir que están ya cerca de dar la feliz noticia.
En su intervención, el militar al mando de la operación reconoció que esta misión no ha sido asumida solo por los 150 hombres que hacen presencia en territorio, sino también por miembros de varias comunidades de la zona que en cabeza del mismo padre de los niños acompaña, e incluso guían las labores.
“La fe y la esperanza la hemos mantenido intacta desde el primer minuto que fuimos insertados en la selva de Colombia”, sentenció el militar en una frase que resume el compromiso de los soldados de nuestro país con dar con el paradero de los menores, pese a las inclemencias climáticas y la rudeza de la selva en la que se han adentrado en medio de la misión.
“Estamos cerca de poder encontrarlos”, dijo el uniformado en un mensaje que comparte en territorio el señor Manuel, padre de los niños desaparecidos, quien también está en la zona. El militar confesó que encuentra empatía con el padre de los niños desaparecidos, y eso también se convierte en su motor.
El militar reconoció que la tarea de encontrar las huellas y las pistas se basa en la misma experticia de los militares destinados para la misión, con lo que se confirma que el Ejército habría puesto en terreno para ello a personas conocedoras de la misión, que esperan pronto dar el parte positivo al país. En sus declaraciones, el comandante de la operación también refirió que han sido días de poco descanso, y que incluso se han centrado en “hacer ruido, fogatas y perifoneo en tierra con la esperanza de ser escuchados por los niños a rescatar”.
Sobre las posibilidades de supervivencia de los niños, el militar refirió que las esperanzas están puestas en el conocimiento mismo que tienen los niños por su cultura, de las posibilidades de alimento que la selva les brinda. Así, refirió que en la zona hay algunos alimentos, como frutos de maracuyá silvestre, a los que los niños hubiera podido recurrir.
¿Qué pasó con el trino del presidente Petro que celebraba el hallazgo de los menores?
En medio de los interrogantes que han rodeado este caso de la trsite desaparición de los menores, uno de los asuntos que ha inquietado a la opinión pública es el relacionado con un trino que había emitido, días atrás la cuenta de Twitter del presidente Gustavo Petro Urrego, en el que se advertía el hallazgo de los menores.
No obstante, dicho trino fue posteriormente borrado, desatando una polémica.
Sobre el particular, el presidente Gustavo Petro realizó una serie de aclaraciones en una entrevista emitida por Noticias RCN, y concedida a su director José Manuela Acevedo, en la que el mandatario aclaró que él no había escrito el trino en el que se confirmaba la aparición de los cuatro niños indígenas perdidos en selvas de Caquetá, luego de que la avioneta en la que se transportaban sufriera un accidente.
No obstante, ante el cuestionamiento de Acevedo por la razón por la que esa afirmación había salido de la cuenta oficial o su perfil en Twitter, el mandatario aclaró que aunque el trino sí existió, este fue erróneo.
En ese mismo sentido, el mandatario dijo que si bien sí estuvo en su cuenta oficial, este no fue autoría suya, aclarando que, debido a sus múltiples ocupaciones, él ha delegado el manejo de sus redes sociales en un equipo y plataforma de manejo de esas cuentas, por lo que era claro que ese trino había sido redactado por miembros de dicho staff.
“El trino es una comunicación oficial, no del presidente, sino que la recogen las instituciones del Estado, en este caso el ICBF. Esa es la noticia oficial, por eso borré el trino, porque después se deshace. (...) eran los canales oficiales del Gobierno que recogen la información y la trasladan”, indico Petro, quien con un categórico “sí”, confirmo que el ICBF se equivocó anunciando, de forma apresurada, el hallazgo de los cuatro menores.
Además de reconocer el error, y reconocer que el ICBF se apresuró en confirmar la información,, el presidente Petro también terminó por arremeter en contra de los medios de comunicación que replicaron este error, y dijo que los medios han obrado para mostrar una desconexión entre las diferentes entidades estatales.
“El trino no lo escribí, se escribió por los mecanismos oficiales. (...) Es que algunas personas y algunos medios quisieron que nosotros no nos conectáramos y que toda la comunicación quedaran en manos de ellos, que precisamente no tiene el mismo proyecto político del gobierno”, aseguró Petro a Noticias RCN.