POLÍTICA
Con una demanda buscan sacar a Roy Barreras y Armando Benedetti del Congreso
Una demanda ante el Consejo de Estado pretende quitarles las curules a los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti, luego de que se retiraran del partido de La U. El principal argumento es que infringieron el régimen de inhabilidades e incompatibilidades.
Las curules de los senadores Armando Benedetti y Roy Barreras, quienes formaban parte del partido de La U, fueron demandadas con pérdida de investidura ante el Consejo de Estado. El tribunal deberá decidir si los congresistas pueden conservar sus credenciales y continuar en el Congreso.
Según argumenta Pedro Alexánder Rodríguez, quien demandó a los congresistas, ambos estarían violando el régimen de inhabilidades e incompatibilidades y habría un conflicto de interés por haber sido escogidos por el partido al que hoy no pertenecen.
Rodríguez dice que es evidente la contraposición de intereses particulares de los demandados con la bancada y el partido. “Ello se evidencia ante las manifestaciones en contra del partido de La U de convocar a un referendo revocatorio del presidente de la República y constituir o ser parte de un nuevo grupo político, en beneficio de sus intereses y proyectos políticos personales, por lo que no pueden seguir ocupando la curul”, dice el demandante.
Otro de los argumentos es que el artículo 108 de la Constitución establece que los miembros de las corporaciones públicas elegidas por un mismo partido deberán actuar como bancada. Y que los estatutos internos de los movimientos podrán establecer sanciones a sus miembros que pueden ser, entre otras, la expulsión o pérdida del derecho al voto.
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El demandante cita varias sentencias, entre ellas una de la Corte Constitucional que señala: “La responsabilidad política que contraen los elegidos ante sus electores se extiende también, por virtud de esta norma, a los partidos y movimientos que los hubieren patrocinado”.
Otra sentencia es del Consejo de Estado, que dice que cuando un candidato resulte elegido por determinado movimiento debe pertenecer al partido mientras ostente el cargo, y que el hecho de su desconocimiento podría acarrear la doble militancia.
“De dicho deber se desprende que desvincularse del partido o movimiento que avaló la elección para afiliarse a otro partido o incluso para pretender una representación individual o autónoma en la corporación pública de elección popular, también constituye doble militancia y, por ende, no está permitida”, asegura la demanda.
Incluso menciona el transfuguismo, que está prohibido. Una de las principales discusiones con la renuncia de los senadores es si estarían representando a su electorado por sus ideales personales o por lo que el partido representa. Según menciona la demanda de Rodríguez, la facultad de cada aspirante no es individual, sino de los partidos y movimientos.
Al momento de renunciar, Benedetti explicó que para tomar la decisión se asesoró de miembros del partido y de otros abogados para saber si realmente podría tomar esta determinación y evitar perder su curul. Según comentó, no habría problema porque él representa a un electorado que lo eligió a él por encima de la colectividad.
“Como nosotros llegamos por voto preferente se distorsiona completamente el sentido de la lista, porque mi único competidor es el que está dentro de La U. La gente que votó por mí, obviamente nunca votaría por alguien de derecha o conservador; o que no le gustaran las libertades individuales. Es decir, que al ser voto preferente yo represento a unas personas diferentes a las que están ahí porque el sentido de la lista se perdió”, le dijo el senador a SEMANA en ese momento.
A pesar de que Roy Barreras también tomó la decisión, es claro que contempló todas estas aristas previniendo que este hecho pudiera suceder. Barreras obtuvo la primera votación de la colectividad con 110.358 votos.
Sobre la notificación de la denuncia en su contra solo comentó: “Uribistas, no celebren que luego se entristecen. No hay doble militancia”.
Ahora entonces la decisión está en manos del Consejo que Estado, que deberá estudiar los argumentos de Rodríguez y tomar una determinación sobre las credenciales de Barreras y Benedetti.