Nación
Una huella de sangre fue la clave para esclarecer la masacre cometida por el Tren de Aragua en el bar La Legión, en Chapinero
La Fiscalía y la Policía adelantaron la investigación que permitió la captura de los asesinos del Tren de Aragua.
La masacre de cuatro personas a manos del llamado Tren de Aragua, en el interior de un bar ubicado en la localidad de Chapinero, en Bogotá, quedó al descubierto gracias a una rigurosa investigación de la Fiscalía y la Sijín de la Policía Metropolitana, al mando del general Carlos Fernando Triana.
El bar La Legión se convirtió en una carnicería el pasado mes de septiembre cuando cuatro hombres, mediante engaños, cayeron en una trampa sádica. Fueron secuestrados, torturados, asesinados y desmembrados en el baño de este sitio ubicado en plena avenida Caracas con calle 65.
Los asesinos utilizaron cuchillos y hachas para descuartizar los cuerpos. Los metieron en unas bolsas y posteriormente lavaron los baños, todo con el objetivo de evitar el seguimiento de las autoridades. Sin embargo, una huella que encontró la Fiscalía en ese baño permitió revelar una aterradora historia.
Los testigos, que en ese momento eran empleados y clientes del bar La Legión, vieron y escucharon cómo el Tren de Aragua asesinaba a cuatro hombres. Más de dos horas duró la carnicería en el baño de este bar. Los asesinos salieron riéndose, con las manos ensangrentadas y con las bolsas que contenían las partes de sus víctimas.
Los delincuentes ubicaron un carro en la entrada del bar y allí empezaron a dejar las bolsas repletas de sangre y con las partes de los hombres que horas antes entraron caminando al bar La Legión. Incluso, los empleados del establecimiento, bajo amenaza, tuvieron que cargar esas bolsas.
“En una maleta de domiciliario se llevaban otras bolsas, era donde estaban los pies y las manos, lo que menos pesa. No pude decir nada porque estaba amenazado, pero se logra evidenciar que desde esas bolsas, que chorreaban sangre, efectivamente se encontraban partes de un cuerpo”, señaló un testigo a la Fiscalía.
Los cuerpos desmembrados fueron esparcidos en las esquinas y contenedores de basura en las localidades de Suba y Engativá. Allí los encontraron algunos recicladores que dieron aviso a la Policía, otra pista del crimen que esclarecieron las autoridades.
“Escuchaba los golpes, los quejidos y lo que decían: no, no, no, y luego, otro golpe”, dijo uno de los testigos, quien después tuvo que cargar una bolsa con los restos de las personas que, dos horas antes, entraron caminando.
Los dictámenes de Medicina Legal confirmaron la aterradora escena que los testigos trataron de dibujar en su mente y mientras escuchaban los gritos de las víctimas en el baño y los golpes de las hachas en poder de los asesinos. Los cuatro hombres fueron asesinados con puñaladas en el cuello y el pecho, después sus partes desmembradas.
“Jajajaja toma... este ya está muerto, pero dale, jajajajaja dale duro”, se escucha en los videos, mientras los golpes recuerdan los sonidos que saltan en una carnicería, justamente eso fue lo que ocurrió en ese baño del bar La Legión. Una masacre en pleno sector de Chapinero, junto a universidades y ferreterías.
Detalle a detalle, los agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones y de la Sijín, lograron reconstruir la escena, ubicar el vehículo usado para sacar los cuerpos desmembrados y establecer con certeza quiénes eran los responsables de este terrible acto, sin precedentes, en esta parte de la ciudad de Bogotá.
Una investigación rigurosa permitió establecer que un cabecilla del Tren de Aragua, conocido con el alias de Mayeya, fue el encargado de dar las órdenes y exigirles al resto de asesinos descuartizar a las víctimas. Alias Mayela fue capturado junto a otras seis personas que serían parte del Tren del Aragua y que buscaban apoderarse del tráfico de estupefacientes en la localidad de Chapinero.
El material de prueba recaudado por los investigadores fue contundente, al punto de que un juez de control de garantías no dudó en enviar a los siete capturados a una cárcel por considerar que son un peligro para la sociedad y que la aterradora historia los tendría ellos como protagonistas.
Las evidencias incluyeron las huellas que los forenses lograron despegar de una pared del baño y que permitió establecer cómo los responsables de la barbarie eran ciudadanos venezolanos, con la orden de asesinar y descuartizar a los integrantes de bandas rivales, como efectivamente ocurrió.
De forma descarada, los asesinos del Tren de Aragua se reían durante las audiencias, donde incluso la Fiscalía mostró los videos descarnados de cómo asesinaban y desmembraban los cuerpos de las víctimas. Por ahora todos quedaron privados de la libertad mientras avanza el proceso en su contra.
La investigación de la Fiscalía y la Policía de Bogotá reveló que esta organización criminal, el Tren de Aragua, logró salir de la localidad de Kennedy y Bosa para apoderarse del centro y ahora el norte de la capital del país.