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Una mujer de 85 años fue secuestrada por Hamás. SEMANA habló con su familia y el dolor es desgarrador. “Es horrible decirlo, pero a veces esperamos que no esté viva”
SEMANA habló con Adriana Adar. Su suegra es la mujer que mira a la cámara cuando se la lleva Hamás. “Ella no va a bajar la cabeza”.
SEMANA: ¿Cómo vivieron este ataque el sábado pasado?
Adriana Adar: Mi familia vive en un pueblo de 350 personas. Hay más de 100 personas que no se sabe exactamente qué pasó con ellas y 35 que están muertas. Los terroristas mataron a la gente que cruzaba su camino, volvieron, robaron y, por último, quemaron las casas. Es imposible volver a este lugar donde vive mi familia. Está totalmente quemado. Era un kibutz en el desierto verde que tiene más de 70 años; mi suegra que tiene 85, es una de las personas que puso las primeras plantas en ese lugar y ahora lo único que hay es cenizas. Nosotros íbamos a viajar a su casa para festejar las fiestas judías.
SEMANA: ¿Y qué pasó?
A.A.: Escuchamos que había bombardeos. Mi suegra nos escribió a las 7 de la mañana riéndose de que había entrado en el refugio y no sabía qué iba a hacer con todas las comidas que tenía para nosotros. Yo le contesté que me mandara un domicilio. A las 8:30 empezamos a recibir mensajes de que escuchaban tiroteos muy grandes y gritos en árabe. Un familiar contó que estaban en la casa de al lado, que escuchaban gritos y que tenían miedo. A esa hora, se cortó la comunicación con mi suegra. Estuvimos todo el sábado esperando. Los que pudieron escaparse, se escaparon, los que no pudieron, los mataron.
SEMANA: ¿Cómo se enteraron de que su suegra había sido secuestrada?
A.A.: Lo que sabemos es por los videos de Hamás, no por ninguna otra cosa. Nadie nos dice nada y no sabemos nada de nadie. Se la llevaron, la vimos primero en un coche con cuatro terroristas que estaban atrás. Se estaban filmando, riéndose, cantando. Ella levantó la cabeza, se rió con ellos y miró la cámara para que todo el mundo vea que tiene 85 años. Ella no va a bajar la cabeza, y aunque ellos estén cantando, ella va a cantar también. Después la vimos en otro coche con otros cuatro terroristas. Vimos otra foto en la que se observaba que la bajaban del coche, estaba tapada la parte de abajo. No supimos nada más.
SEMANA: Su suegra se ve una mujer muy tranquila en una circunstancia aterradora. ¿Cree que esa expresión es real?
A.A.: Yo pienso que es real. Pienso que se la llevaron y ella levantó la cabeza. Ya pasó varias guerras, peleó en las primeras guerras de Israel y ella sabía lo que pasaba. Ella sabía bien a dónde iba. Y va como diciendo “yo sé cuál es mi destino y voy hacia él”.
Otro video de la abuela israelí secuestrada por los palestinos
— ElBuni (@therealbuni) October 7, 2023
La señora ni es conciente de lo que le está pasando pic.twitter.com/Pi71AKqN7y
SEMANA: Cuando usted me dice que ella sabe para dónde va, y me da pena preguntarle, ¿es que la van a asesinar?
A.A.: Yo no creo que la asesinen. Creo que los terroristas se la llevan para usarla de cambio, para quizás torturarla… cuando nosotros nos enteramos, lo que pedíamos, y también es horrible decirlo, es que ojalá no esté viva. A ella se la llevaron muy bien de la cabeza, pero no está bien físicamente. Tiene 85 años. Muchos dolores. Toma muchas cosas para calmarse y no tiene nada con ella para cuidarse. Ella se va a morir, no matándola, se va a morir despacito sufriendo por no tener los remedios que necesita. Ella no camina, por eso la vimos que se la llevaron como levantándola; no sabemos nada de ella.
SEMANA: ¿Ustedes creen que está viva?
A.A.: Sí. Estamos casi seguros de que está viva. Si la quisieran matar, ya estaría muerta y ya nos habrían mandado una película. Los de Hamás, a todos los que mataron, les mandaron a su familia el video. A los que se llevaron es para usarlos como carta de cambio.
SEMANA: ¿Cuántos secuestrados tiene Hamás?
A.A.: Hay 1.300 muertos, muchos desaparecidos porque los cuerpos no han podido ser identificados. Y muchas personas de las que no se sabe nada. Muchos cuerpos de personas calcinadas que no se han podido reconocer. Nosotros, por ejemplo, tenemos un sobrino, padre de dos hijos, un muchacho de 37 años que salió en la mañana para tratar de defender a sus hijos y tampoco volvió. Nos miramos y esperamos que quizás esté junto con mi suegra.
SEMANA: ¿Cómo está su esposo?
A.A.: Son tres hermanos que están acá juntos. Su papá está en el hospital por el humo que aspiró ese sábado. La espera por ella es muy difícil. El video se hizo viral y el mundo está viendo quién es ella. Ella ahora puede dar su luz, puede dar su honor. Todos nos preguntan por la forma como se ve orgullosa en el video. Me gustaría agregar que nosotros no tenemos ningún problema con el pueblo palestino. Mi suegra vivía muy cerca de Gaza y siempre decía: “Qué bueno sería que vinieran para darles café y torta”. Esa era ella.