ENTREVISTA

“No es cierto que la Universidad Nacional se esté cayendo”

El arquitecto Jaime Franky, actual vicerrector de la Sede Bogotá, asegura que la situación de infraestructura del campus es difícil, pero menos grave de lo que muestran los medios.

15 de septiembre de 2016
| Foto: Carlos Julio Martínez

Jaime Franky se posesionó hace más de dos meses como nuevo vicerrector de la sede Bogotá de la Universidad Nacional. El arquitecto recibió esa responsabilidad en medio de una polémica, cuando se hizo público que lugares clave de la Universidad, como el edificio de Bellas Artes, se estaban cayendo a pedazos, literalmente. Los problemas de infraestructura del campus no son nuevos, pero han encendido un revitalizado debate. En entrevista con Semana.com Franky explica cuál es la situación.

Le recomendamos: La Universidad Nacional, la mejor de Colombia según Ranking QS

Semana.com.: Se dice que el campus de la universidad está en cuidados intensivos, ¿qué tan grave es la situación?

Jaime Franky.: Yo quisiera hacer un par de precisiones. Primero, fue la universidad la que alertó hace 3 o 4 años sobre la situación de riesgo de algunos edificios de la sede. Segundo, el problema se presenta especialmente en Bogotá y no en las otras siete sedes, ni en los 12 centros de actividad acdémica que tenemos distribuidos por el territorio nacional. Es cierto que hay problemas de infraestructura, pero decir que tengamos dos de cada tres edificios en riesgo de caerse encima de los estudiantes, tal y como se ha presentado en medios, es irresponsable. Hacemos seguimiento periódico de los edificios. En este momento, estamos evaluando el edificio de Bellas Artes y los resultados nos muestran que el edificio está estable. Eso no quiere decir que no exista ningún riesgo, porque toda Bogotá está en riesgo frente a un sismo.

Semana.com: ¿Entonces cuáles son los problemas en infraestructura de la sede Bogotá?

J. F.: Yo pienso que el problema más crítico es el no cumplimiento de las normas de sismo resistencia. La primera normatividad en la materia se expidió en los años 80, fecha posterior a la construcción de la mayoría de edificios del campus. La complicación que tenemos en cuanto a seguridad es poder hacer el debido reforzamiento de esos edificios.

Semana.com: En las últimas semanas se generó un problema con un edificio de la Facultad de Artes ¿qué pasó?

J. F.: A comienzo de año hubo un periodo seco que agudizó un asentamiento que se venía presentando. Además, cerca del edificio estaban dos árboles que afectaban la edificación. Esta situación provocó que uno de los bloques se inclinara, se afectaran las ventanas y se generaran grietas en los muros.

Semana.com: ¿Hay una fecha para la reparación o reapertura de esa parte del edificio?

J. F.: Aún no. Hemos realizado una evaluación integral de los estudios con los que contamos. Con estos estudios podremos realizar obras de emergencia. Después, hacer la adecuación integral del edificio, una vez el Ministerio de Cultura nos dé su autorización ya que el edificio es un bien de interés cultural.

Semana.com: Hubo un rumor en el que se decía que no iba a haber entrada a los programas de la Facultad de Artes el próximo semestre…

J. F.: Es absolutamente equivocado. Es una información manejada en redes sociales y es absolutamente inexacta. No va a ocurrir.

Semana.com.: ¿Cuál será la inversión de la Universidad con respecto a la infraestructura de la sede?

J. F.: El presupuesto del trienio es de cerca de 65.000 millones de pesos. 34.350 millones de pesos para obras de inversión, y 31.994 para mantenimiento inmobiliario.

Semana.com.: ¿Esa cantidad es suficiente para las necesidades del campus?

J. F.: ¡No! Pero vale la pena aclarar que hay una comisión creada por el Consejo Superior Universitario que está actualizando el estudio publicado hace cuatro años y propondrá alternativas para lograr recursos. Ese trabajo permitirá mostrar los avances que se han realizado y saber qué edificios priorizar para reforzamiento y mejoras.

Semana.com.: ¿El presupuesto de la Universidad Nacional está desfinanciado?

J. F.: Sí. El presupuesto se ajusta de acuerdo con el aumento de la inflación y este siempre resulta ser inferior al incremento de gastos anual.

Semana.: Hace unos años, el Gobierno Nacional presentó el proyecto de renovación urbana del Centro Administrativo Nacional¿En qué va el CAN y cuál es el papel de la Universidad en el proyecto?

J. F.: El problema de este proyecto radica en que la Universidad, si bien ha querido participar, no ha sido considerada en las propuestas que se han adelantado. Tan es así, que el proyecto pasa por encima de edificios y predios de la Universidad. Nuestra posición es que esos espacios deben dedicarse exclusivamente a las funciónes misionales de formación, investigación y proyectos de extensión universitaria. Seguiremos en la misma postura de no ceder estos terrenos para cosas distintas de los que son sus compromisos con la Nación.

Semana.com.: Desde la primera rectoría del profesor Ignacio Mantilla se impulsó el proyecto de la estampilla, el cual crea una contribución sobre los contratos de obra pública en beneficio de las universidades públicas, ¿esto ha ayudado en la infraestructura del campus de Bogotá?

J. F.: El proyecto de la estampilla fue innovador. De los recursos que se captan, el 75% se destinan a la Universidad Nacional para mejoramiento de infraestructura y dotaciones. En el primer año, se destinaron al Hospital Universitario y al nuevo edificio de la Facultad de Enfermería.

Semana.com.: ¿Además de esos nuevos edificios, hay otros proyectos similares?

J. F.: Sí. Quizá los dos edificios nuevos que están más cercanos a construirse son el edificio para Arquitectura y Diseño Industrial, de la Facultad de Artes y el Edificio de Aulas de Ciencias el cual prestará servicios para todos los programas. Esperamos poder empezar estas obras en la primera mitad de 2017. También está el proyecto de los laboratorios para Veterinaria y obras de recuperación de otros espacios.

Semana.com.: ¿Cuál es su mayor preocupación respecto al mantenimiento de la sede actualmente?

J. F.: Si bien considero que el tema de seguridad debe ser prioritario, tengo una preocupación muy fuerte por la recuperación del campus. La idea es que este campus vuelva a ser digno de ser habitado, amable y enriquecedor de la labor intelectual y formativa. Y obviamente de esto hace parte poder garantizar bienestar para los estudiantes, docentes y la población universitaria en general.

Semana.com: ¿Cuál es el futuro del campus?

J. F.: Estamos pensando un plan para el campus a 20 años. Este debe ser entendido como una respuesta técnica a una problemática de carácter pedagógico e investigativo. Hay que lograr que el campus se mantenga como un baluarte ambiental, arquitectónico, de cultivo del pensamiento y debate de ideas, mientras se adapta de forma simultánea a las nuevas tecnologías y al mundo digital.

Esta universidad fue el puntal de la introducción de la arquitectura y el pensamiento moderno en el país. Esto implica una responsabilidad muy grande, no sólo de preservar la historia, sino de conservar el patrimonio arquitectónico, científico y cultural, que es la Universidad Nacional de Colombia.