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Urabá: 345 casos de coronavirus, ¿el ejército tuvo la culpa?

De los 345 casos activos en los municipios del eje bananero, 302 son militares y 43 son civiles —que tuvieron contacto con miembros de las Fuerzas Armadas—. Las autoridades creen que el punto de contagio estaría en Carepa.

15 de junio de 2020
La entrega de ayudas humanitarias por parte del ejército habría ayudado a la propagación del virus. Foto: Cortesía. | Foto: Ejército Nacional

La Brigada XVII de Carepa tiene 242 uniformados positivos para coronavius y el Cantón de Armada de Turbo 93, son el foco de contagio en el Urabá antioqueño. En las calles de los pueblos del eje bananero —Chigorodó, Carepa, Apartadó y Turbo—, no se habla de otra cosa: los ciudadanos están seguros que todo empezó con las fuerzas militares. Todo habría empezado con el incumplimiento de los protocolos de bioseguridad por parte de los militares tiene a Carepa, Chigorodó, Turbo y Apartadó con el 36 por ciento de los casos activos en Antioquia.4El 19 de mayo, Felipe Maturana, alcalde de Turbo, anunció el primer caso positivo en un miembro de la Armada, quien anduvo por la localidad por diez días portando el virus. Según el mandatario, se identificó por una alerta de la ciudadanía, no por información de las fuerzas militares. Esta denuncia obligó a una búsqueda activa y puso al descubierto más casos.

Ahora, el coronavirus no solo está en militares, también está en civiles, personal del dispensario médico y en los encargados de manipular alimentos para los contagiados de la Brigada XVII.  De los 345 casos activos en los municipios del eje bananero, 302 son militares y 43 son civiles —que tuvieron contacto con miembros de las Fuerzas Armadas—. Las autoridades cree que el punto de contagio estaría en Carepa, en un punto de pago de familias en acción, subsidio a la tercera edad y ayuda humanitaria, frecuentado por personal militar, que fue cerrado cuando se conoció el resultado positivo de una de las personas encargadas de atender al público. La distribución de civiles contagiados está así en la subregión: 35 en Carepa, 6 en Chigorodó y 1 en Apartadó.

Tanto para el alcalde de Turbo, como para el coronel José Luis Bastidas de la Brigada XVII y la Secretaría de Salud de Antioquia, el brote se dio después de una brigada humanitaria que regresó del Chocó a principios de mayo. Pero nadie ahonda en detalles. Según la página del Comando General de Fuerzas Militares de Colombia, el Ejército y la Armada han apoyado la entrega de ayudas del programa “Colombia Está Contigo” desde mediados de abril en los treinta municipios del Chocó, que tiene 556 casos, de los cuales cuatro se encuentran en el municipio de Bojayá y cuyo foco de contagio es un militar.

Según el coronel Bastidas, comandante de la Brigada XVII con sede en Carepa, la tropa que estuvo en la brigada de salud en el Chocó entró bajo su mando cuando llegó a Turbo y Carepa el 9 de mayo; “desde ahí empieza el tiempo mío como comandante”, por ello solo puede dar fe de los movimientos de tropa desde esa fecha. Cuando se le reportó el 18 de mayo el caso de coronavirus, en un miembro de la Armada, “se activó de inmediato el protocolo y se hicieron 105 pruebas, que es el total de las personas que llegaron en la embarcación. El 25 de mayo llegaron los resultados”.

La fecha del reporte del primer caso dada por el comandante concuerda con la del INS, pero el Instituto da como fecha de inicio de síntomas el 11 mayo. Según el INS, de las 105 pruebas, resultaron 16 militares contagiados en Turbo y 48 en Carepa. Con respecto al crecimiento exponencial de casos en la guarnición militar, el coronel dijo que en la Brigada viven familias de oficiales que están adscritos a otra guarnición militar: “Son los mandos de la tropa que llega del Chocó, lo que resultan en primera línea con positivo y personal que estuvo relacionado con ellos en temas de instrucción”. Según el coronel Bastidas, el 5 por ciento de los militares de la Brigada XVII, están contagiados, la mayoría son asintomáticos.

Sobre las denuncias a la violación de protocolos hechas por militares y civiles, el coronel Bastidas expresó su extrañeza, ya que la brigada es estricta en ello, “como lo pudieron constatar autoridades en salud departamentales y municipales”.  El oficial denunció la agresión verbal por parte de civiles a la esposa de un militar y un miembro de la institución, “éramos los héroes de la patria, ahora somos villanos”.

A la denuncia del alcalde de Turbo de la violación de los protocolos por parte del primer militar positivo y de la Armada al no informar el caso, se le suman otras por parte de militares y civiles, quienes pidieron reserva de sus nombres. Un soldado profesional que prefiere guardar su identidad, dijo a SEMANA: “En los primeros días de abril se presentaron soldados con los síntomas en la Brigada XVII, por ellos se retiró el apoyo a la vigilancia en cascos urbanos de los municipios del eje bananero. Cuando se inició la emergencia, no se suspendieron las vacaciones e ingresaron a la Brigada militares provenientes de ciudades como Cartagena, Cali y Medellín. El 25 abril, cuando los casos se desbordaron, decidieron no permitir el ingreso de más tropas, pero ese día llegaron cinco buses con militares de todo el país”.

SEMANA también recibió audios, videos y fotos de militares al interior de la brigada; en las fotos se puede observar a soldados sin guardar el distanciamiento social y sin tapabocas. Algunos soldados denuncian que en el principio de la cuarentena no se usaba tapabocas al interior del batallón y que los oficiales solían instruir a la tropa sin cumplir con el distaciamiento pertinente.

Por otro lado, funcionarios de las alcaldías de Carepa y Apartadó, corroboraron la denuncia del alcalde de Turbo en el sentido de que, al inicio del brote, la Armada y el Ejército les ocultaron información sobre el brote de la covid-19. “De haber tenido la información a tiempo, los cercos epidemiológicos se hubieran activado y el brote de seguro se hubiera contenido, como los hemos logrado, hasta ahora, en la población civil. Por ejemplo, desde el punto pago en Carepa, se contagiaron civiles no solo de Carepa, sino también de Chigorodó y Apartadó”, dijo una fuente de la Alcaldía de Carepa que pidió la reserva de su nombre.

El foco de contagio de la Brigada XVII, ya tocó también a la industria bananera de Urabá, con dos trabajadores de fincas de Chigorodó y Carepa. El caso más preocupante es el de Carepa, según denuncias de la alcaldía, pues el trabajador asistió a laborar enfermo y cuando le fueron a notificar a su casa, no se encontraba.