Judicial
Expresidente Álvaro Uribe le habló claro a la jueza que decidió no precluir su proceso; “me da tristeza el ribete político de este caso” y le reclamó por señalarlo de paramilitar
El expresidente le pidió al Tribunal Superior de Bogotá que precluya la investigación que se adelanta en su contra por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez le pidió al Tribunal Superior de Bogotá que avale la solicitud de preclusión presentada por la Fiscalía General frente a la investigación que se le inició en 2018 por presunta presión a testigos para que se retractaran de las acusaciones que se habían hecho en su contra.
En su defensa, que se resumió en 74 puntos, Uribe sostuvo que solamente le pidió al abogado Diego Cadena que verificara una información que le había llegado sobre unos exparamilitares que habían hecho acusaciones ante la justicia en su contra y que ahora querían retractarse. “Jamás le ordené que hiciera actos ilegales”.
“No hay una sola prueba de manipulación, ni de oferta de beneficios. Se mandó a la Corte, como todo, para que se verificara; la señora jueza dice que tenia que haber verificado todo antes de haber enviado a la Corte, yo no tengo esas facultades. Se me acusa de urgencia, ¡claro que la tenía en defensa de mi honra, de mis derechos políticos!”, precisó el exmandatario en la intervención que hizo en la noche de este miércoles.
El exmandatario cuestionó las conclusiones a las que llegó la jueza 41 de conocimiento de Bogotá, que el pasado martes rechazó, por segunda vez, la solicitud de preclusión radicada por el fiscal tercero delegado ante la Corte. Para Uribe, se omitieron varias pruebas para decirle “no” a esta solicitud.
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“Solamente afianza la teoría de la validez de la interceptación, pero la señora juez hace eco a las supuestas víctimas que se aterran por mi insistencia en la verdad”, agregó el exmandatario al cuestionar que se avalaran los “rumores” de los testigos citados en su contra, desconociendo sus contradicciones y el hecho que, bajo la gravedad de juramento, aseguraban que no les constaba nada de lo que habían dicho sobre los supuestos nexos de Álvaro Uribe y su hermano Santiago con grupos paramilitares en Antioquia.
Es un proceso político
En la parte final de su intervención, el exmandatario no dudó en calificar este caso judicial como un proceso político, citando que muchos de sus enemigos están detrás de esto. “A mí me da mucha tristeza, señora juez, haberla escuchado a usted ayer acusarme de paramilitar, me da mucha tristeza. Usted lo hace al dar credibilidad al señor Monsalve, no obstante, que presidí el Gobierno que desmontó el paramilitarismo como usted, hija de los Llanos Orientales, lo sabe de fuentes directas. Allá en los Llanos Orientales, donde los informes de inteligencia publicados defieren a la señora Deyanira Gómez como integrantes o servidora de las Farc, y ahora funge como víctima”.
“Me da mucha tristeza el ribete político de este proceso. ¿Por qué? Porque Colombia ha sido un país con una gran reputación de instituciones, y cuando se va metiendo la política en la justicia, se van debilitando las instituciones democráticas. Basta observar a la bancada de la defensa, aquí lo acreditan las referencias elogiosas al ministro Iván Velásquez, a Juan Carlos Giraldo, al doctor (Iván) Cepeda y a mí se me pone de participe de sobornos y engaños a la justicia, pero sin pruebas”.
Para Uribe, desde el comienzo este proceso ha estado marcado por las irregularidades, los prejuzgamientos y la filtración de documentos. Recordando que el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, José Luis Barceló, aseguró en un programa de radio, tras conocerse la citación a indagatoria, “que me tenían agarrado y que por eso yo renunciaba al Congreso”.
“Es un proceso político que le hace daño a la solidez institucional de Colombia cuando los magistrados Barceló y (Antonio) Hernández salieron en la televisión a hacer agitación política contra mi persona. Acá hay temor a los magistrados que me encarcelaron inducidos por el magistrado Reyes, contratista de Juan Manuel Santos en el proceso de La Habana (Cuba) del cual yo fui opositor”, agregó.
El expediente pasará ahora al Tribunal Superior de Bogotá que deberá definir si deja en firme la decisión de la jueza 41 de conocimiento o, por el contrario, la revoca, avalando así la solicitud de preclusión presentada por la Fiscalía.