POLÍTICA
Uribe, el respaldo con el que siempre ha contado Néstor Humberto Martínez
El jefe del Centro Democrático había calificado de “patriota probo” al fiscal general cuando la oposición pidió su renuncia en el Congreso. Ahora, tras la polémica con Daniel Coronell, asegura que es un hombre honesto.
Se pueden contar con los dedos de una mano el número de dirigentes políticos que han salido en defensa del fiscal Néstor Humberto Martínez en sus momentos más turbulentos, y es probable que sobren dedos para contabilizarlos. Pero Álvaro Uribe, senador jefe del Centro Democrático, siempre ha estado ahí.
Uribe se ha dejado ver entre los pocos que lo han respaldado públicamente. Mientras muchos prefieren guardar silencio y esperar nuevos acontecimientos, ahora, tras la controversia generada por la reciente columna de Daniel Coronell, el expresidente volvió a darle un espaldarazo.
Dos días después del plantón ciudadano en la sede de la Fiscalía en Bogotá, en la que decenas de personas se manifestaron para exigir la renuncia de Néstor Humberto Martínez, entre otras por sus conflictos de intereses en el caso de Odebrecht, Coronell aseguró en su columna de la reciente edición de SEMANA que el fiscal no había enviado en su integridad, ni a la Corte Suprema ni a la Comisión de Acusaciones, algunos fragmentos de los audios con los que la DEA destapó el escándalo del cartel de la toga’.
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Según el columnista, se trata de unos apartes de una conversación grabada por la DEA entre el abogado Leonardo Pinilla (el Porcino) y el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, en los que el primero menciona a Néstor Humberto Martínez.
El fin de semana, Martínez tuvo un intercambio de declaraciones con el periodista Daniel Coronell, en el que afirmó que el fiscal Jaime Camacho le propuso, el 15 de agosto del año pasado, remitir a la Corte Suprema un disco con 13 archivos y sus respectivas transcripciones "en relación con evidencia compartida por la DEA en el caso federal contra Gustavo Moreno". Ese mismo día, según el fiscal, se entregaron a la Sala Penal de la Corte "con todos extractos de audios y transcripciones". Este lunes pidió al periodista rectificar la información e hizo públicos, por tratarse de un tema de interés general, los audios completos a los que hacía referencia el columnista de SEMANA.
Esa defensa fue la que motivó al senador Uribe para renovarle sus votos de confianza al fiscal Martínez. El domingo, en cuenta de Twitter, consideró que quien “enfrenta todos los desafíos desde lo político y de opinión, sin venganzas judiciales, es porque es honesto!”.
Cuando alguien como el fiscal Néstor Humberto enfrenta todos los desafíos desde lo político y de opinión, sin venganzas judiciales, es porque es honesto!
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) January 14, 2019
Jorge Robledo, senador del Polo, y quien lleva más de año y medio ‘tras la cabeza’ del fiscal Martínez entró en controversia frente a la postura de Álvaro Uribe. Aunque no es habitual que protagonice confrontaciones directas con el senador del Centro Democrático, esta vez sí se pronunció. Más que la defensa de un hombre honesto, señaló, la de Martínez era la de un “cínico”.
Los hechos dicen que el Fiscal Martínez no se atornilla en el cargo porque sea honesto sino porque es un cínico, pues no es honesto el que engaña y miente.
— Jorge Enrique Robledo (@JERobledo) January 14, 2019
Y se atornilla en el cargo para que la Comisión de Absoluciones de la Cámara le asegure total impunidad por sus actos. https://t.co/SK3dXtckLU
Siempre ahí
El respaldo que Uribe le trasladó a Néstor Humberto Martínez no debe sorprender a nadie. El expresidente y el hoy fiscal general sostienen muy buenas relaciones desde tiempo atrás. El uribismo, que durante la Fiscalía de Eduardo Montealegre se consideraba perseguido por sus decisiones, encontró en Néstor Humberto un fiscal que les otorgaba mayores garantías. El respeto entre Uribe y Martínez ha sido recíproco.
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Álvaro Uribe, ya como senador, encarnó la más férrea oposición a Juan Manuel Santos durante su segundo gobierno (2014 - 2018), pero el hombre que intentó mediar entre ambos fue Néstor Humberto Martínez. Santos le había encomendado coordinar el gabinete ministerial y elevó sus funciones al rango del Ministerio de la Presidencia. En esa condición de superministro, Martínez tendió puentes para encontrar puntos de encuentro con el jefe del Centro Democrático.
El 29 de abril de 2015 tuvo lugar un encuentro que sacudió la política nacional. Uribe y Néstor Humberto se reunieron en privado por un par de horas, y al término del encuentro el entonces ministro de la presidencia se despachó con una frase que dejó sorprendió a propios y extraños: “Álvaro Uribe es un patriota”.
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Meses después, el 6 de noviembre de 2015, el Senado de la República le rindió honores a Néstor Humberto al imponerle la Gran Cruz del Congreso, horas después de haber renunciado al Ministerio de la Presidencia. Ese día decenas de parlamentarios se pelearon el uso de la palabra para elogiarlo. Uribe no se quedó atrás: “Agradecimiento por el diálogo que tendió con el Centro Democrático. Usted es un buen escucha y un buen interlocutor”, dijo a quien lo había calificado de patriota.
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Martínez ya era fiscal general cuando Uribe fue al búnker de la Fiscalía para interceder por su hermano Santiago Uribe, a quien Eduardo Montealegre, en su último día como fiscal general, había ordenado capturar por presuntamente haber promovido grupos paramilitares en Antioquia. Aquella reunión se produjo el 15 de agosto de 2017, y el expresidente le pidió tener en cuenta las declaraciones de tres exparamilitares, uno de ellos extraditado en el gobierno Uribe, que querían ayudar a esclarecer varios procesos. Uno era precisamente el relacionado con Santiago Uribe y los Doce Apóstoles.
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Y aunque Martínez había sido funcionario del gobierno Santos, Uribe encontró en él un aliado clave en su propósito de evitar la implementación del acuerdo de paz con las Farc. El fiscal general se sumó a las voces del uribismo a la hora de poner reparos a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Pese a que el uribismo nunca tragó las condiciones del tribunal que juzgaría los hechos acaecidos en el conflicto armado, las observaciones de Martínez fueron claves para que el Congreso les hiciera modificaciones, como pretendía el Centro Democrático.
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Estalló el escándalo de Odebrecht, quizás uno de los mayores casos de corrupción en el país. Los sobornos que la firma brasileña pagó en Colombia para hacerse con contratos de obras públicas salpicó a muchos dirigentes políticos, y Néstor Humberto Martínez no se pudo librar.
La oposición, encabezada por Jorge Robledo, señaló a Martínez de tener conocimiento de las andanzas de la firma brasileña, y las declaraciones de Jorge Pizano, controller de la concesión Ruta del Sol II, que se revelaron después de su muerte, lo comprometieron aún más. A tal punto que la oposición puso contra las cuerdas al fiscal general al exigirle su renuncia en un célebre debate en el Senado. Aunque Néstor Humberto Martínez no necesitó que nadie lo defendiera, Uribe fue el más contundente a la hora de trasladarle su respaldo. El pasado 29 de noviembre, el expresidente pareció devolverle viejas cortesías: “Con usted se pueden tener desacuerdos, pero usted es un patriota probo”.
Mientras el rechazo de la ciudadanía al fiscal crece como espuma -al punto que ya se programa un cacerolazo frente al búnker para exigirle su renuncia-, hay una voz de respaldo con la que cuenta Néstor Humberto Martínez. Hasta en los momentos más turbulentos, Uribe siempre ha estado ahí.