POLÍTICA
En Video: la presencia de Santrich en el Congreso irrita al uribismo
Los congresistas del Centro Democrático abandonan una audiencia porque el integrante de la Farc se encontraba ocupando una curul. ¿Qué pasará cuando de verdad tengan escaños en el parlamento?
Prepotente y provocador han sido adjetivos que Jesús Santrich, el nombre revolucionario de Seusis Pausivas Hernández, se ha ganado por cuenta de sus comentarios irónicos o salidas en falso, según se mire. Por sus gafas oscuras, sus pañoletas en el cuello y su inconfundible acento costeño, el país lo vino a conocer como miembro de los negociadores de la guerrilla en La Habana, entre otras, por el humor sarcástico de sus comentarios.
Santrich empezó a cultivar la fama de irónico la primera vez que el país lo vio en la televisión, el 18 de octubre del 2012, día en que se instaló el proceso de paz en Oslo, Noruega. Allí, al lado de Iván Márquez, el jefe de la delegación de las Farc hizo de las suyas y le bastaron muy pocos minutos para darse a conocer.
El país recuerda que el proceso de paz se instaló con cierto traumatismo. El discurso pronunciado por Iván Márquez generó un enérgico rechazo del jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, que no dudó en alzar la voz y cuestionar las pretensiones de la guerrilla.
Cuando el salón de prensa del hotel Hurdalsjoen, en las afueras de Oslo, estaba más encendido, Santrich fue el encargado de replicarle a De la Calle y, recordando una letra de un merengue de Juan Luis Guerra, entre sonrisas, le dijo: “Tranquilo, Boby, tranquilo”.
Con esa frase, en lugar de calmar las aguas, las agitó. Y más aún cuando salía del salón. Un periodista de la Televisión Española le acercó el micrófono a Márquez y preguntó si las Farc pedirían perdón a las víctimas. Márquez abrazó a Santrich y le preguntó: “¿Usted qué piensa, Santrich?” Y Santrich respondió, cantando, con el tristemente célebre “Quizás, quizás, quizás”, como la letra del bolero, con lo que generó indignación entre víctimas y críticos del proceso de paz.
Ahora Santrich tiene en su billetera el certificado de desmovilización. Hace parte de un nuevo partido político, la Farc (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), y puede ser uno de los 10 integrantes de este movimiento que el 20 de julio del año próximo se posesionen en las curules asignadas por cuenta del acuerdo de paz.
Falta menos de un año para que algunos de los líderes de esa antigua guerrilla hagan realidad aquella frase de “cambiar las balas por los votos”. Seguramente ese momento provocará reacciones de todo tipo. Pues mientras hay quienes aceptan que los antiguos guerrilleros ganen salario de congresistas, hay otros que probablemente se rasgarán las vestiduras solo con imaginar el escenario.
Este jueves Jesús Santrich se presentó en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes donde se adelantaba la audiencia pública del proyecto de las circunscripciones especiales de paz. Aunque no era la primera vez que Santrich se paseaba por el Congreso, si era la primera en la que participaba en la discusión de una reforma.
Su presencia generó indignación entre la bancada del Centro Democrático, quienes a gritos se marcharon para no compartir escenario con quien señalaban de “terrorista”.
El uribista Santiago Valencia estaba presidiendo la audiencia, pero repentinamente decidió retirarse del recinto para no tener que darle la palabra a Santrich.
“En la casa de la democracia no se puede escuchar a una persona que ha cometido los peores crímenes y que no ha pagado ni siquiera un día de sanción y de cárcel”, dijo Valencia.
Angélica Lozano, de la Alianza Verde, asumió la presidencia de la sesión. En ese momento el recinto de la Comisión parecía más una plaza de mercado. Rechiflas entre los asistentes y gritos de los propios parlamentarios.
Video, cortesía RCN Radio
Edward Rodríguez, también uribista, se levanta de su curul y le recrimina a Lozano: “No le dé la palabra, por lo menos hasta que primero pague los crímenes y repare a las víctimas, no se puede victimizar a las víctimas”. El congresista, al marcharse del recinto, se despidió con un grito de “asesino” dirigido contra Santrich. “Fascista”, le respondió Francisco Toloza, integrante de Voces de Paz.
“¿Cuantos miembros de la Fuerza Pública hay muertos por estos bandidos?”, dijo el uribista cuando salía de la Comisión Primera, mientras que se escucha otra voz que le contestaba: “Chao paraco”.
Al finalizar la audiencia Jesús Santrich prefirió no meterle leña a la hoguera, y aunque muchos esperaban una de sus acostumbradas salidas, esta vez hizo un llamado a la reconciliación. Quién sabe si se trate de su acostumbrada ironía.
“Hay que llamar a la cordura, a la serenidad, estamos tratando de construir la paz, la paz no es la firma de los acuerdos, es una construcción que debe hacerla el país completo, incluyendo el Centro Democrático”, dijo Santrich.
Lo que sí anticipó es que cuando los voceros de las Farc lleguen al Congreso, no van a caer en provocaciones, las cuales, está convencido, podrían estar a la orden del día.