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Usuarios de Échele Cabeza se envejecieron en el último año; estas son las edades que más participan

Desde su inicio, el proyecto ha sido pionero en la gestión del placer y la reducción de riesgos asociados al consumo de sustancias psicoactivas en todo el país.

Redacción Nación
19 de febrero de 2024
Cocaína
Las benzodiacepinas, la cafeína y las catinonas se han sumado recientemente al “tusi”, ampliando la gama de componentes junto con la ketamina y el MDMA, lo que aumenta considerablemente el riesgo de intoxicación grave cuando se mezclan con alcohol. | Foto: Getty Images

El programa Échele Cabeza, que está bajo la dirección de la organización Acción Técnica Social (ATS), presentó este lunes los resultados del Servicio de Análisis de Sustancias (SAS) del año 2023 en Colombia.

Desde su inicio, hace 13 años, este proyecto ha sido pionero en la reducción de riesgos asociados al consumo de sustancias psicoactivas en todo el país, destacaron los organizadores del proyecto.

En ese sentido, a lo largo del 2023, el equipo de Échele Cabeza llevó a cabo intervenciones en diversas ciudades, desde Pasto hasta Cartagena, pasando por Bogotá, Medellín y Cali, impactando positivamente en la vida de miles de personas. Gracias al análisis de más de 36.000 muestras de sustancias psicoactivas en más de una década, se ha brindado a los usuarios la capacidad de tomar decisiones informadas sobre su consumo, evitando así potenciales riesgos para la salud.

Algunos de los resultados revelados en el análisis son:

  • El público de Échele Cabeza pasó de joven a joven adulto, con 5.473 adultos jóvenes entre los 25 y 36 años (54%), seguidos de jóvenes entre los 18 y 24 años, es decir, el 36% de participación de este segmento.
Foto de referencia sobre consumo de drogas
El público de Échele Cabeza pasó de joven a joven adulto, con 5.473 adultos jóvenes entre los 25 y 36 años (54%). | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • 36.355 muestras analizadas a lo largo de 13 años: el equipo de Échele Cabeza ha llevado a cabo el análisis de sustancias psicoactivas en diversos eventos y espacios de ocio, brindando asesoramiento personalizado a más de 92.899 usuarios y alcanzando a más de 600.000 personas a través de medios y plataformas digitales.
  • En 2023, se evitó que 2.961 personas experimentaran intoxicaciones graves o incluso la muerte, al identificar que la sustancia que iban a consumir no correspondía a lo que pretendían consumir.
  • Las benzodiacepinas, la cafeína y las catinonas se han sumado recientemente al “tusi”, ampliando la gama de componentes junto con la ketamina y el MDMA, lo que aumenta considerablemente el riesgo de intoxicación grave cuando se mezclan con alcohol. De las muestras analizadas con tiras reactivas de benzodiacepinas y fentanilo, el 21% de las muestras contenían benzodiacepinas y el 0% contenían fentanilo.
  • En el año 2023, se brindó atención especial a 964 personas que buscaban consumir drogas por primera vez al acudir al servicio de análisis. Esta intervención permitió evitar que tomaran esta decisión sin haber recibido previamente información y análisis de riesgo contextualizado.
  • El 72% de los usuarios que utilizaron el servicio, compraron drogas a un distribuidor de confianza.
La madre pensó que el polvo blanco que puso en el biberón era cocaína.
El 72% de los usuarios que utilizaron el servicio, compraron drogas a un distribuidor de confianza. | Foto: Getty Images
  • Durante 2023, la ocupación y el nivel educativo más reciente de los usuarios del servicio de análisis se distribuyeron de la siguiente manera: 1.589 eran profesionales empleados, 438 estudiaban y trabajaban simultáneamente, y 416 contaban con especialización y/o maestría. Estos datos ayudan a desmitificar el estigma asociado a la funcionalidad de las personas que consumen sustancias.

De acuerdo con la organización, los esfuerzos del colectivo se han centrado “en ampliar la cobertura y la calidad de los servicios, especialmente en áreas donde el acceso a información precisa sobre drogas es limitado. En el informe 2023, se destaca el aumento en la demanda de análisis de cristales de MDMA y el cóctel Tusi, así como la reducción en la popularidad de comprimidos de éxtasis, señalando cambios significativos en las tendencias de consumo”.