CONFLICTO
El vecino peligroso: así se mueven las disidencias y el ELN en Venezuela
Venezuela ofrece refugio y retaguardia estratégica a cientos de guerrilleros del ELN, disidentes de las Farc, y Márquez y su nueva guerrilla. ¿Cómo se mueven y qué tanto afecta esa situación la seguridad nacional de Colombia?
Iván Márquez anunció que volvió a las armas y creó unas nuevas Farc desde Venezuela. Esto realmente no sorprendió a muchos porque desde hace más de 15 años ese país ha ofrecido refugio y protección a las guerrillas colombianas.
Pero el régimen vecino pasó de esconder guerrilleros prófugos y atender a subversivos heridos, a comienzos de la década de 2000, a convertir hoy la región venezolana en una inmensa sede de operaciones de estos grupos. A lo largo y ancho del territorio, hay campamentos del ELN y de las disidencias de las Farc. No solo se preparan militarmente, sino que entrenan a las milicias y a los llamados colectivos en tácticas y estrategias de guerra de guerrilla. La libertad de actuación que les permite el régimen de Nicolás Maduro les facilita llenar sus arcas con millones de dólares provenientes de actividades que van desde el narcotráfico hasta la explotación ilegal de minerales, pasando por el cobro de cuotas por extorsiones y secuestros. Y no pocos informes así lo demuestran, con pruebas.
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FundaRedes, una ONG venezolana, elaboró uno de los más recientes, a finales de mayo pasado. “Tenemos conocimiento, de acuerdo con la ‘data’ recopilada hasta las primeras semanas del mes de mayo de 2019, que actualmente tienen presencia en territorio venezolano ocho frentes del ELN, seis movimientos conformados por la disidencia de las Farc y cuatro frentes del EPL, para un total de 18 grupos guerrilleros”.
Así lo denunció públicamente hace dos meses el director de esa entidad, Javier Tarazona, quien también reveló que las armas y municiones que usan esos grupos provienen de las Fuerzas Armadas venezolanas.
En febrero de este año, Crisis Group reveló en un completo informe un panorama igual de alarmante. Documentó que la presencia de estos grupos armados ilegales en el país vecino ha crecido de manera vertiginosa.
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En cuanto al ELN, el informe afirma que está en 13 de los 24 estados de Venezuela. “Controla las estaciones de radio, influye en el currículo de las escuelas rurales y está estrechamente vinculado con políticos locales. E incluso se informa que existe un campamento del ELN en la sierra de San Luis, que se encuentra entre los estados Lara y Falcón, a 30 kilómetros de la costa del Caribe, una ubicación estratégica que podría garantizarles el control sobre las rutas de tráfico hacia el Caribe holandés”.
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Según la ONG, entre 2017 y 2019, esta guerrilla ha utilizado el territorio venezolano no solo para resguardarse del Ejército colombiano, sino para instituir todo un orden parainstitucional allí. Y se ha enfocado en controlar el negocio de la minería ilegal, cuyos ingresos financian buena parte de sus estructuras tanto en Colombia como en el país vecino. De acuerdo con las entrevistas realizadas por Crisis Group, “el ELN grava las operaciones mineras ilegales y las actividades relacionadas, como el transporte de suministros a las minas. Subcontrata a otros actores armados para sus operaciones, lo que dificulta saber exactamente cuán extensas son las actividades de la guerrilla. Y controla un corredor de oriente a occidente a través de las principales regiones minerales del sur de Venezuela, lo que consolida su autoridad en algunas zonas mineras mientras busca extenderse hacia otras”.
Junto con el ELN se encuentra el grupo disidente Acacio Medina, liderado por Géner García Molina, alias Jhon 40, y compuesto por exintegrantes de nueve frentes de las Farc. Hace presencia en las orillas colombiana y venezolana del río Negro, en Guainía, controla las minas ilegales de la región, el narcotráfico y el transporte fluvial. Allí están ahora Márquez y sus nuevas Farc. Aunque no hay una cifra aproximada sobre el número de hombres, no hay duda de que se trata de una amenaza a la seguridad nacional.