Norte de Santander
“Ver a los pacientes que salen victoriosos compensa todo esto”: Marcel Quintero, cirujano toráxico
Aunque la covid ha afectado a muchas familias en Norte de Santander y Cúcuta, algunos aún se muestran positivos para enfrentar el virus. A pocos días de empezar la vacunación en todo el país, SEMANA comparte tres historias en las que se resalta la motivación médica y la compañía familiar como alicientes en medio de la pandemia en esta región colombiana.
Marcel Leonardo Quintero opera todos los días. Cuenta que entre el 28 de diciembre y el 14 de enero llegó a la sala 6 del Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM) y en ella practicó entre dos y cinco traqueostomías, la cirugía que a algunos pacientes les ha permitido ganar la batalla contra la covid.
“Emocionalmente estamos como todos (el personal del área de la salud), muy agotados, pero creo que tenemos mucho compromiso con nuestra región, con nuestra institución, con nuestros pacientes (se le quiebra la voz)... no sé si lo nota en mi voz. Creo que ver a los pacientes que salen victorioso compensa todo esto”, dice el cirujano toráxico que comparte turnos con otro especialista para poder responder ante las emergencias que se van presentando. Nunca coinciden, una medida protocolaria para evitar que los dos queden expuestos al riego al mismo tiempo, pues la cirugía es una de las que más riesgo de contagio representa para el personal médico.
Se muestra motivado. Espera que la vacuna llegue pronto y que sea un bálsamo para la situación que vive el departamento y el país. Y aunque el panorama en Norte de Santander y la capital, Cúcuta, ha mostrado una reducción de ocupación en las camas de unidades de cuidado intensivo (UCI), el panorama esconde la realidad de que “hemos bajado la ocupación, no porque estemos mejor, hemos bajado porque han muerto muchos pacientes y eso libera en camas”, manifiesta Quintero.
El médico venía de una cirugía en la que le retiró la cánula a un paciente, “fue una alegría, a la persona se le salieron las lágrimas”. Como ese han sido muchos los momentos de alegría, pero están los menos alegres, “creo que el momento más difícil para mí, aunque son muchos, fue el caso de un alumno -también soy docente-, un alumno complicado por covid que además de la operación hice todo lo posible y no pude salvarle la vida. Una frustración no poder salvarlo”, recuerda.
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Y mientras comparte su experiencia, aplaude cuando pasa Álvaro Ortega Pabón en una camilla cubierta. La esposa, Gloria González, y el hermano, Jesús Ortega Pabón, gritan que vencieron la covid. Van junto a los camilleros en medio de una videollamada y con seis globos de colores, uno de ellos con la imagen de la Virgen.
“Aferrarse a Dios”
Jesús acompaña el recorrido y Gloria grita emocionada sosteniendo los globos. Cuentan que llevaron a Álvaro grave a una clínica privada de la ciudad y que allí les dijeron que lo mejor era intubar. Y mientras decidían si hacerlo o no, el espacio en UCI destinado para él fue ocupado. “Es que uno en ese momento se siente muy impotente, es una tristeza muy grande, se queda uno sin saber qué hacer”, recuerda Jesús.
Luego consiguieron una cama en la UCI del HUEM y al llegar, luego de la atención primaria de los médicos, les manifestaron que tenían que intubar. “Inicialmente dijeron que había que intubarlo. Yo saqué mi camándula, oré, y a la hora salió el doctor y dijo que no, que había empezado a evolucionar bien”, cuenta Gloria aún con el gorro de protección puesto.
Álvaro es el menor de nueve hermanos. La mayoría de la familia ha estado contagiada pero él es quien más ha sufrido, por eso el festejo de la familia. Incluso Gloria, que padece lupus, se sintió con síntomas graves que pudo contrarrestar sin necesidad de hospitalización.
Cuando pasaron del área de UCI a la Zona de Aislamiento Respiratorio, un espacio destinado para todos los pacientes covid y que se habilitó en las canchas que el personal tiene para el ocio en la institución, iban haciendo una videollamada con familiares que se conectaron en diferentes lugares del país.
“Esto es de aferrarse a Dios, a la familia, es de un positivismo muy grande”, comparte Jesús sin soltar los globos e insistiendo en que todos debemos cuidarnos, “hay muchas personas que no se cuidan porque no lo creen, pero el virus es real”.
En la zona respiratoria del HUEM
El enfermero profesional Gustavo Andrés Gómez es el coordinador de la Zona de Aislamiento Respiratorio. El área se adecuó para contar con una disponibilidad amplia y que el departamento no sufriera por la alta ocupación estuvo enfrentándose en diciembre.
Gustavo pareciera estar en todas partes. Debe estar resolviendo la cantidad de situaciones que se presentan de último momento -que parecieran ser todas-. Hoy ha estado explicándole a un joven que su papá murió por la covid y las razones por las que no puede verlo. Le explica una y otra vez que quedaría altamente expuesto al contagio. Vuelve y repite al lado de una trabajadora social para que el hombre comprenda que es más un riesgo biológico que un capricho del Hospital.
“Esto me toca hacerlo todos los días”, dice Gustavo y se va a resolver “algo administrativo”.
El coordinador, y una buena parte del personal del HUEM sintió la inclemencia del virus en agosto, cuando la jefe de enfermería en el servicio de urgencias, Sandra Mesa Ruiz, murió. “Ella fue la primera persona del área de la salud que falleció en el hospital. Lo de Sandra fue de un momento a otro”, cuenta con algunas lágrimas Gustavo.
Posted by Hospital Universitario Erasmo Meoz Cúcuta on Saturday, August 8, 2020
Esto entristeció y conmovió al hospital y al país, al compartirse un video en el que su cuerpo era despedido entre aplausos. “Cada día aprendo, investigo, nunca me vi en esta situación y pues hoy en día sé cómo orientar a la gente. Estoy acá, lo hago con devoción”, cuenta antes de correr a resolver algo que surgió en la zona.
En Norte de Santander y Cúcuta se preparan para otro aumento en los contagios que puedan presentarse. La situación aún no mejora, de eso son conscientes, sí tienen presente que se deben acostumbrar al sube y baja en los números y por ello insisten en el autocuidado, en el lavado permanente de manos y uso de tapaboca.
Aunque el personal de la salud nortesantandereano ha sido golpeado por el virus, también están los que logran vencer la enfermedad. Uno de esos casos es el del ginecólogo Germán López, quien luego de dos meses hospitalizado pudo salir avante. Estuvo en la Clínica San José donde su familia lo acompañó hasta que obtuvo el alta.
#Cúcuta El médico ginecólogo Germán López le ganó la batalla al covid19😷🦠. Con rosas y un mensaje de felicitación el...
Posted by El Regional on Friday, February 5, 2021
En los 16 años que Marcel lleva en el HUEM no calculó estar en una situación de estas y, a pesar de los golpes, manifiesta que es optimista. Su jornada, regularmente, es desde temprano en la mañana y termina en la noche. Este día terminó antes de las seis de la tarde, la cuarta cirugía se canceló porque el paciente tuvo otras complicaciones. Eso le da unas horas más de descanso. “El tema ha sido muy difícil, pero Cúcuta es una ciudad que ha tomado esto con mucha fortaleza”, destaca.