Vargas Lleras se lanza al agua

En 12 días, es decir, el martes 14 de marzo, Germán Vargas Lleras, vicepresidente de la República, renunciará al gobierno del presidente Juan Manuel Santos, a quien ha venido acompañando desde el 7 de agosto del 2010, y en el que se ha desempeñado como ministro del Interior y Justicia, ministro de Vivienda y jefe de la política de obras públicas e infraestructura, las cuales dirigió como segundo a bordo del Gobierno.  

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Ese día, el Gran Salón de Corferias, en el occidente de Bogotá, será el escenario de la rendición de cuentas del vicepresidente Vargas Lleras, evento en el que los funcionarios de la Vicepresidencia se han dedicado a preparar el último mes, pues no hay duda de que además de ser su salida por la puerta grande del Gobierno, también será el comienzo de su campaña política. Vargas Lleras, al confirmar su renuncia, ratificó lo que todo el país ha dado por hecho. Será uno de los candidatos en la grilla de partida para las elecciones presidenciales del 2018.

El anuncio de Vargas Lleras sucedió durante una de sus correrías a la capital de Bolívar y se produjo 48 horas después de que el procurador general, Fernando Carrillo, expidió una circular en la que advirtió (por segunda vez en el año) a los funcionarios de la necesidad de renunciar a sus cargos en caso de que quisieran participar en política. El vicepresidente, quien desde hace mucho contaba las horas para el final de su gestión, fue el primero en anunciar su paso al costado.

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En los 12 días que le quedan en el Gobierno, Vargas Lleras aún tiene una intensa agenda de viajes y recorridos dentro del país, la cual agotará hasta cumplir el último de sus compromisos.

Una vez salga del Gobierno, Vargas Lleras podrá pronunciarse con libertad, mantener reuniones con dirigentes políticos de todo el país y volver a agarrar las riendas de su partido, Cambio Radical, aunque se presume que evitará hacerlo de forma directa. Se dice que pondrá a una persona de su entera confianza. Se habla del exministro de Vivienda Luis Felipe Henao.

Vargas Lleras tendrá que poner su renuncia no sólo en el despacho del presidente de la República, también ante el Congreso. Santos anunció que propondrá al Senado el nombre del general (r) Óscar Naranjo para que los partidos políticos lo elijan para desempeñar la Vicepresidencia en la recta final de su mandato. Seguramente las funciones que le entregará serán muy disitntas a las que le confió al reconocido dirigente bogotano.  

Desde el día 1, Vargas Lleras ha sido uno de los socios principales del presidente Santos en la Casa de Nariño. Su nombramiento como ministro del Interior fue una de las razones que generaron desconfianza y abrieron la brecha con los uribistas, se destacó como ejecutor y supo poner el Congreso al servicio del Gobierno; como ministro de Vivienda alcanzó la ambiciosa meta de entregar 100.000 viviendas gratis “a los más pobres de los pobres”.

Acueductos, alcantarillados, carreteras, aeropuertos. Mientras el país debatía sobre la paz con las FARC, el vicepresidente se aisló de la controversia y sumó kilómetros y kilómetros de carreteras, que seguramente le podrían dar réditos electorales en el próximo debate presidencial. A las elecciones del 2018, precisamente, Vargas Lleras llegará por lo menos con tres años de ventaja recorriendo el país, pero también con señalamientos provenientes de las ligerezas de su partido político. Vargas Lleras se lanza al ruedo.